Mar¨ªa de ?vila, eslab¨®n esencial del ballet cl¨¢sico espa?ol del siglo XX

La m¨¢s importante figura del ballet cl¨¢sico en Espa?a en el siglo XX y maestra de varias generaciones de bailarines y ense?antes, Mar¨ªa de ?vila, ha muerto ayer al mediod¨ªa en su casa de Zaragoza a los 93 a?os; su nombre completo era Mar¨ªa Dolores G¨®mez de ?vila.

Hab¨ªa nacido en Barcelona el 10 de abril de 1920 y comenz¨® sus estudios de ballet a los 9 a?os, poco despu¨¦s de la muerte de su padre, con la maestra Pauleta Pami¨¦s en su estudio privado. Pamies era directora coreogr¨¢fica en el Gran Teatro del Liceo, al poco tiempo ya le hac¨ªa alternar las clases de ballet y de danza espa?ola. Mar¨ªa de ?vila lleg¨® a primera figura del Gran Teatro del Liceo en 1939 y despu¨¦s fue su prima ballerina assoluta. Seg¨²n su propio relato, fue su madre quien intuy¨® su vocaci¨®n, pero su abuelo materno quien tom¨® la decisi¨®n de que la ni?a estudiara ballet. La maestra Pami¨¦s muri¨® cuando Mar¨ªa contaba 17 a?os, y ya antes, a los 10 a?os, hab¨ªa debutado en las tablas del Liceo haciendo los esclavitos negros de la ¨®pera A¨ªda o como el ni?o en Lohengrin.

Su ingreso en el cuerpo de baile del Liceo se produjo cuando ten¨ªa 14 a?os. Dos a?os despu¨¦s, el estallido de la Guerra Civil sorprende a la primera bailarina del teatro en Nueva York y Pami¨¦s decide sustituirla por la joven Mar¨ªa de ?vila, confiando en su t¨¦cnica y su val¨ªa. Durante la guerra, las funciones siguieron en el Teatro T¨ªvoli, actuaciones por las que recib¨ªa 15 pesetas diarias. Contaba De ?vila que, entre bombardeos, sigui¨® estudiando danza con Alexander Goudunov (un aventajado disc¨ªpulo de Cecchetti y de la antigua escuela italiana) y tambi¨¦n viaj¨® despu¨¦s frecuentemente a Madrid para recibir instrucci¨®n de la Escuela Bolera de la maestra Julia Castelao, en la m¨ªtica escuela de la calle de la Encomienda.

Terminada la contienda, De ?vila se presenta a las audiciones realizadas en el Liceo por el empresario Juan Mestres Calvet y es contratada como primera bailarina. Su primer papel fue en Goyescas de Granados, aunque ya en el T¨ªvoli hab¨ªa hecho la bailarina principal de los bailables de A¨ªda. Ya en esta ¨¦poca forma pareja esc¨¦nica en conciertos con Juan Magri?¨¢, donde se alternaban los bailes espa?oles con los cl¨¢sicos (aparec¨ªan frecuentemente en Las S¨ªlfides de Fokin), existiendo memoria de sus boleros y de las m¨ªticas Seguidillas manchegas, as¨ª como El amor brujo (Falla) en la coreograf¨ªa del propio Magri?¨¢. Mar¨ªa deja el Liceo en 1948, al casarse. Cinco meses antes, rechaza un contrato para ir a Norteam¨¦rica con los Ballets Rusos de Montecarlo en calidad de figura estelar. Despu¨¦s a¨²n hizo una gira con los Ballets de Barcelona (que no llegaron a durar una temporada), con su hija de apenas un a?o.

Entonces colg¨® las zapatillas para siempre y empez¨® a fraguarse la gran tarea para la que estaba reservada y que la sit¨²a definitivamente en la historia del arte espa?ol: a los cuatro a?os de vivir ya en Zaragoza, abriendo la primera escuela en la Calle del Coso 15, un peque?o local anejo a un cine. Una de sus primeras disc¨ªpulas, Ana Mar¨ªa Gorriz, fue despu¨¦s solista del Ballet del Marqu¨¦s de Cuevas y primera figura del Winnipeg Ballet (Canad¨¢). Mar¨ªa retom¨® todo que sab¨ªa de cuando ayudaba en la did¨¢ctica a la maestra Pami¨¦s, ya muy anciana, y el 20 de abril de 1956 hace su primer festival de fin de curso en el Teatro Argensola, una tradici¨®n que dura hasta hoy y siguieron despu¨¦s otras escuelas. En 1976, el estudio se traslada a la calle Francisco de Vitoria, 25 (donde a¨²n hoy funciona en las manos de su hija, Lolita de ?vila), pero antes ya hab¨ªan salido de all¨ª hacia grandes carreras internacionales V¨ªctor Ullate, Carmen Roche, Ana Laguna, Nazaret Panadero, Mar¨ªa Jes¨²s Guerrero, a los que sigui¨® otra generaci¨®n brillante con Trinidad Sevillano, Antonio Castilla y Arantxa Arg¨¹elles, llegando hasta Gonzalo Garc¨ªa, actualmente primera figura del New York City Ballet. En varias partes del mundo se preguntaban d¨®nde estaba el m¨¦todo, la f¨®rmula de esta maestra solitaria y tenaz capaz de forjar estrellas.

Mar¨ªa de ?vila fund¨® en 1982 el Ballet Cl¨¢sico de Zaragoza, de dependencia municipal (esta compa?¨ªa fue despu¨¦s borrada del mapa) y posteriormente el Joven Ballet Mar¨ªa de ?vila en 1989, iniciativa privada donde a¨²n una nueva generaci¨®n de artistas pudo emerger. En 1983 fue nombrada directora art¨ªstica de los ballets estatales: Ballet Nacional de Espa?a (sustituyendo a Antonio Ruiz Soler) y Ballet Nacional Cl¨¢sico (sustituyendo a su antiguo disc¨ªpulo Ullate), refundidos en una gran agrupaci¨®n, y cuya etapa se reconoce como la m¨¢s fruct¨ªfera y positiva en ambas ramas del arte de la danza espa?ola, y donde permanece hasta 1986-1987; de este per¨ªodo datan creaciones que a¨²n son la base del repertorio espa?ol, como Medea, Danza y Tron¨ªo y Ritmos. La secci¨®n cl¨¢sica hizo entonces Serenade de Balanchine, Jard¨ªn de Lilas de Tudor y el segundo acto de El lago de los cisnes. Pero al poco tiempo Mar¨ªa de ?vila encontr¨® un f¨¦rreo rechazo de un grupo de bailarines y de los sindicatos, que lucharon contra ella y sus proyectos, contra la disciplina y la organicidad de los conjuntos, de modo que, tras dejar la direcci¨®n del ballet, a principios de 1987 regresa a Zaragoza a la muy encomiable rutina diaria de sus legendarias clases de ballet. Hab¨ªa procurado a ambas agrupaciones sus primeras importantes giras internacionales, el codeo con invitados prestigiosos y la idea de buscar una identidad y est¨¦tica propias.

Poseedora de m¨²ltiples distinciones acad¨¦micas, Mar¨ªa de ?vila estaba reconocida mundialmente como una de las grandes maestras de ballet de la vieja escuela europea que reun¨ªa los m¨¦todos de las antiguas escol¨¢sticas italiana, rusa y francesa; ten¨ªa fama de ser dura en la clase y fuera de ella, entend¨ªa el ballet de una manera casi religiosa, de entrega total y sin reservas. Puede hablarse de sus ¡°nietos est¨¦ticos¡± en los bailarines de hoy formados por Ullate o Roche, entre otros maestros salidos de su tabloncillo: el virtuosismo sigue siendo el sello gen¨¦tico.

?vila ten¨ªa la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Medalla de Oro de las Bellas Artes y la del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid y el Conservatorio Superior de Danza de la capital lleva su nombre. En 2013 toda su trayectoria fue reconocida en con el Premio Internacional a la Carrera Art¨ªstica del festival Internacional de Ballet de Miami.

Aunque hizo suya la frase de Serge Lifar: ¡°Si puedes vivir sin bailar, no bailes¡±, Mar¨ªa de ?vila vivi¨® siempre por y para la danza a trav¨¦s de una realizaci¨®n magn¨ªfica, sus disc¨ªpulos.