Enga?ifas
Es como si el humor se hubiera ido diluyendo con el tiempo, lo que tampoco es extra?o vi¨¦ndose lo que se ve. Pero hay que celebrar que no todo est¨¦ perdido.
Ahora que hay tantos desgarros de vestiduras por el episodio de Jordi ?vole y su broma sobre el 23-F, es bueno recordar al cineasta Basilio Martin Patino cuando dijo: ¡°Mi trabajo no es el de historiador sino el de fabulador¡±, tras el asombro que hab¨ªan provocado los siete falsos documentales de la serie Andaluc¨ªa, un siglo de fascinaci¨®n, que ¨¦l hab¨ªa realizado para Canal Sur. La intenci¨®n primera era la de escudri?ar en algunos aspectos de la historia, o m¨¢s concretamente sobre ciertos t¨®picos andaluces, y para ello Patino y su colaborador Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez optaron por la farsa. Aunque todo en esos cap¨ªtulos era un embuste, el buen humor de su narrativa hac¨ªa tragable cuanto mostraban, incluso en el m¨¢s tr¨¢gico de todos los cap¨ªtulos, El grito del sur: Casas Viejas, donde se aseguraba con supuesto rigor el hallazgo de una pel¨ªcula sovi¨¦tica presuntamente filmada durante aquella matanza de 1933. La enga?ifa fue tan veraz que hasta las autoridades rusas reclamaron para sus archivos una copia de la supuesta pel¨ªcula.
O se puede recordar tambi¨¦n al cr¨ªtico Roger Ebert cuando grit¨® con entusiasmo: "Al infierno con los libros de historia; Tarantino libra su propia guerra¡±, tras ver en la pel¨ªcula Malditos bastardos la ucron¨ªa de que Hitler hab¨ªa muerto en un atentado mientras estaba en un cine. A esas alturas de la vida, en 2009, nadie se escandalizaba ya con juegos como estos; al rev¨¦s le hab¨ªa sucedido a Chaplin cuando caricaturizaba a Hitler en El gran dictador, algo que no fue bien visto en 1940 por la gente seria de siempre. Algo de eso le ocurri¨® tambi¨¦n a Berlanga cuando en cierto modo se tom¨® a broma nuestra guerra civil en La vaquilla, pero el p¨²blico ten¨ªa entonces ganas de risa y la pel¨ªcula se convirti¨® en un gran ¨¦xito.
Es como si el humor se hubiera ido diluyendo con el tiempo, lo que tampoco es extra?o vi¨¦ndose lo que se ve. Pero hay que celebrar que no todo est¨¦ perdido. Para demostrarlo ah¨ª tenemos al director Jos¨¦ Luis Garci prest¨¢ndose a la triqui?uela de que el Oscar que gan¨® con Volver a empezar fue el pago a sus servicios en la puesta en escena de la presuntamente falsa intentona golpista de Tejero. Buen humor, por favor, como los de Patino, Garc¨ªa S¨¢nchez, Berlanga, Chaplin o Tarantino. Y de Garci que hasta se r¨ªe de s¨ª mismo. Enhorabuena.
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