'Hannibal' no se corta
Hay pocos personajes de ficci¨®n tan perturbadores como el doctor Lecter. Y hay pocas series tan inquietantes y a la vez tan atrayentes como Hannibal. Su primera temporada fue de menos a m¨¢s, envolviendo al espectador en una atm¨®sfera enfermiza de cuyas redes es complicado escapar una vez que te atrapa. La historia se fue volviendo m¨¢s oscura y perturbadora seg¨²n avanzaba, seg¨²n los personajes desarrollaban su personalidad y la complicidad con el espectador permit¨ªa que lo expl¨ªcito y lo impl¨ªcito fuera cada vez un paso m¨¢s all¨¢. La segunda temporada (de la que en Quinta Temporada ya hemos podido ver los dos primeros cap¨ªtulos gracias a un pase organizado por AXN, la cadena que estrenar¨¢ en Espa?a la segunda entrega el 3 de abril) no se corta en mostrar y en sugerir.
Hannibal regresa por la puerta grande. Cocinando sus famosos platos. Y con pelea a vida o muerte en breve un flashforward para regresar despu¨¦s al punto en la que hab¨ªamos dejado a los protagonistas. Will Graham en la c¨¢rcel, culpado por unos cr¨ªmenes que no recuerda, pero que poco a poco va siendo consciente de qui¨¦n le ha hecho esto. Por otra parte, Hannibal comienza a ocupar el puesto que antes ten¨ªa Will como ayudante del FBI en un cambio de roles que nos prepara para una temporada que, por lo visto en este arranque, no parece dispuesta a hacer concesiones. Si el primer cap¨ªtulo empieza con la tensi¨®n por las nubes, el segundo comienza con una de las escenas m¨¢s desagradables (rozando el gore) de la serie. Eso por no hablar de las nuevas delicias culinarias que prepara Hannibal en su equipad¨ªsima cocina y cuya preparaci¨®n se muestra con todo lujo de detalles.
Y detr¨¢s de los personajes, los actores. Mads Mikkelsen luce como nadie las corbatas horteras que caracterizan al Lecter de la televisi¨®n y el impermeable transparente que utiliza para los trabajos m¨¢s sucios y con el que no necesita perder estilo mientras asesina, corta o hace lo que corresponda. Hugh Dancy tampoco se queda atr¨¢s como sufridor paciente de las consecuencias de la extra?a relaci¨®n que establece su personaje con el de Mikkelsen. Para m¨¢s inri, y derrochando fuegos artificiales, el regreso tambi¨¦n recurre a Gillian Anderson, la psic¨®loga de Hannibal. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede pedir?
Hannibal vuelve en lo m¨¢s alto para celebrar que el a?o pasado el canal NBC renovara su confianza en ella in extremis (fue la ¨²ltima serie de la cadena en conseguir la renovaci¨®n) por culpa de unos datos de audiencia que no acompa?aron. ?Una serie demasiado oscura para un canal en abierto estadounidense? Quiz¨¢, pero tambi¨¦n es verdad que sin Hannibal, nos perder¨ªamos una de las mejores producciones de la actualidad, una de las que tiene las cosas m¨¢s claras. Una ficci¨®n que sabe qu¨¦ es y lo que quiere dar. Bryan Fuller, responsable de la serie, parece dispuesto a echar el resto en los nuevos cap¨ªtulos por si fueran los ¨²ltimos. Esperemos, recemos, roguemos que no lo sean.
Mientras, disfrutemos. Bon appetit.
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