Un Nueva York de cine
Gracias a la pantalla sabemos que todo es posible en esta ciudad Directores como Scorsese o Allen han hecho de ella su decorado
Los turistas que esta semana viajen a Nueva York pueden pasarse por la calle 52 este, esquina con la Tercera Avenida, para ver c¨®mo se filman algunas secuencias de The following, la serie protagonizada por Kevin Bacon. En los muelles de Chelsea se graban exteriores para los nuevos cap¨ªtulos de Ley y Orden y en Prospect Park West planos nocturnos de The americans. No es nada excepcional. Nueva York se convierte a diario en un gran plat¨® cinematogr¨¢fico. Cada a?o centenares de pel¨ªculas y series de televisi¨®n, entre peque?as y grandes producciones, se ruedan en la Gran Manzana y alrededores, lo que quiere decir que millones de personas de todo el mundo acabar¨¢n paseando por sus aceras, subir¨¢n a sus rascacielos y se mezclar¨¢n con sus habitantes sin necesidad de coger un avi¨®n o cruzar el oc¨¦ano.
Gracias al cine hemos comprobado que en Nueva York todo es posible. Podemos, por ejemplo, ver a un gorila gigante subirse a lo m¨¢s alto del Empire State Building; acompa?ar a tres marineros en su d¨ªa de permiso; subirnos a un taxi conducido por un veterano de la guerra de Vietnam o desayunar al lado de una chica vestida con un elegante traje de Givenchy frente a los escaparates de la joyer¨ªa Tiffany. Podemos, asimismo, pasear por Central Park como hac¨ªan Meg Ryan y Billy Crystal en Cuando Harry encontr¨® a Sally, o sentarnos al anochecer en un banco de Sutton Square, frente al puente Queensboro, como Woody Allen y Diane Keaton en Manhattan.
Cineastas como Martin Scorsese o el mencionado Woody Allen han hecho de esta ciudad el decorado perfecto de sus pel¨ªculas. T¨ªtulos como Annie Hall, Taxi Driver, Gangs of New York o La edad de la inocencia, y series de televisi¨®n tan famosas como Sexo en Nueva York se han convertido en una gu¨ªa tur¨ªstica que nos explica la historia de la ciudad, los lugares m¨¢s bellos para visitar e incluso los locales de ocio en los que poder descansar y comer, como el famoso Sal¨®n de T¨¦ Ruso de Manhattan o el Tao Restaurant que se populariz¨® gracias a las aventuras y correr¨ªas de Carrie Bradshaw y sus amigas.
Nueva York es tambi¨¦n la ciudad que en m¨¢s ocasiones hemos visto atacada y destruida en el cine. Unas veces por monstruos que surgen del mar, como en Godzilla; otras por un radical efecto del cambio clim¨¢tico, como sucede en El d¨ªa de ma?ana, y en algunas, por las consecuencias de una guerra nuclear, como en El planeta de los simios.
Pero al final Nueva York siempre acaba resurgiendo, poni¨¦ndose nuevamente en pie, dispuesta para acoger el siguiente rodaje. Y as¨ª seguiremos viendo por sus calles y avenidas todo tipo de conspiraciones pol¨ªticas, conflictos raciales, amores y paseos rom¨¢nticos; mafiosos en busca de su v¨ªctima o simplemente personas que acuden all¨ª en busca de su sue?o, dispuestos a que cambie su suerte. Porque como dec¨ªan en La sombre de la corrupci¨®n, ¡°si quieres tener suerte, Nueva York te dar¨¢ una oportunidad¡±.
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