¡°EE UU tiene que aprender a celebrar las historias de la comunidad hispana¡±
El mexicano presenta su segunda pel¨ªcula como director, 'C¨¦sar Ch¨¢vez', en la Casa Blanca con la esperanza de que sirva para impulsar la reforma migratoria
En el rostro de Diego Luna, los rastros de la sonrisa que lo acompa?¨® durante la presentaci¨®n de su segunda pel¨ªcula como director, C¨¦sar Ch¨¢vez, junto al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, siguen indelebles horas despu¨¦s de abandonar la Casa Blanca. La historia del l¨ªder sindical de origen hispano que ha narrado el mexicano se estrena el pr¨®ximo 28 de marzo en este pa¨ªs, justo cuando se encuentra inmerso en una reforma migratoria que no acaba de desatascarse. Luna no oculta, en un encuentro con este diario, su orgullo por que su cinta pueda ¡°ser utilizada para presionar en ese debate¡±.
Las aristas de Ch¨¢vez ¨Cinterpretado por el actor de origen mexicano Michael Pe?a-, que dedic¨® su vida al reconocimiento de los derechos de los campesinos en Estados Unidos y a luchar contra la contrataci¨®n de inmigrantes indocumentados para sustituir a los trabajadores en huelga para mejorar sus condiciones laborales, sirven a Luna de catalizador para defender la importancia de la unidad para reivindicar la dignidad de la comunidad hispana y para denunciar ¡°la hipocres¨ªa¡± que todav¨ªa impera en EE UU. ¡°Esta naci¨®n se llama a s¨ª misma the land of freedom [la tierra de la libertad], pero permite que 11 millones de trabajadores est¨¦n alimentando a un pa¨ªs, construy¨¦ndolo, haciendo que funcione y no les deja gozar de los derechos de los que s¨ª disfrutan aquellos que consumen el fruto de su trabajo¡±, explica.
El d¨ªa que Latinoam¨¦rica est¨¦ interesada por la experiencia latina en EE UU y los latinos en EE UU est¨¦n interesados por la experiencia en Latinoam¨¦rica, vamos a tener un poder enorme, una libertad gigante"
La pasi¨®n de su discurso se apodera de la sonrisa de Luna cuando pasa a defender la importancia de rescatar y poner en pr¨¢ctica, de nuevo, la fuerza de la unidad que Ch¨¢vez promovi¨® en su lucha sindical. ¡°?l le dio confianza a una comunidad, le mostr¨® que su voz ten¨ªa un valor y un poder si se sumaba a otras, si encontraba las coincidencias con otros¡±. Una organizaci¨®n, ahora mismo inexistente, y que el mexicano reivindica para el continente. ¡°El d¨ªa que Latinoam¨¦rica est¨¦ interesada por la experiencia latina en EE UU y los latinos en EE UU est¨¦n interesados por la experiencia en Latinoam¨¦rica, el d¨ªa que nos entendamos como una familia que puede compartir sus historias, vamos a tener un poder enorme, una libertad gigante¡±, sostiene.
Las razones que explican ese desafecto son, para Luna, menores que las que deber¨ªan impulsar a todos los hispanos a ¡°construir esa libertad, ese espacio, ese reconocimiento y esa dignidad que esta comunidad siempre ha tenido¡±. ¡°EE UU tiene que aprender a celebrar las historias de la comunidad latina¡±, insiste el actor y director mexicano que recuerda que la pel¨ªcula sobre la vida del activista, considerado un h¨¦roe en este pa¨ªs, haya sido financiada casi en su totalidad en M¨¦xico.
El s¨ªmbolo de Ch¨¢vez a ambos lados de la frontera
Luna lamenta que una figura como Ch¨¢vez, reconocida en la esfera pol¨ªtica ¨CObama decret¨® hace dos a?os el 31 de marzo, la fecha de nacimiento del activista, como d¨ªa nacional de C¨¦sar Ch¨¢vez, que es festivo en varios Estados- haya pasado desapercibida de manera generalizada tanto en EE UU, como en M¨¦xico, una r¨¦mora que est¨¢ dispuesto a hacer desaparecer con su pel¨ªcula. ¡°Esta historia nos pertenece, tiene que ver con nosotros, porque un d¨ªa un buen porcentaje de la poblaci¨®n de nuestro pa¨ªs decidi¨® ir a buscar mejores opciones. Se han creado una cantidad de heridas, de cicatrices, de familias que se han fracturado en la b¨²squeda de poder ofrecerle algo mejor a sus hijos, hay que reconectar esas historias en la esperanza de que el da?o no sea irreparable¡±, afirma.
Esta naci¨®n permite que 11 millones de trabajadores est¨¦n alimentando a un pa¨ªs y no les deja gozar de los derechos de los que s¨ª disfrutan aquellos que consumen el fruto de su trabajo"
¡°Espero que esta pel¨ªcula sensibilice a todo el mundo sobre lo que significa vivir el miedo de la deportaci¨®n¡±, se?ala Luna, mientras oscurece el rictus. ¡°La reforma migratoria va a tomar tiempo, pero, mientras tanto, las deportaciones no pueden seguir sucediendo y no as¨ª, esto es algo que hay que parar de tajo porque nuestra frontera, tan larga y tan complicada entre un pa¨ªs tan pobre y otro tan rico, se puede convertir en un problema imparable¡±, sostiene Luna en un eco de la misma advertencia que el propio Ch¨¢vez hizo durante una comparecencia en el Capitolio.
El director no oculta su satisfacci¨®n por su segunda aventura como cineasta, tras Abel. ¡°Me ha ense?ado la certeza de que, cuando haces algo por las razones correctas, cuando tienes claro qu¨¦ te conecta con la historia, la experiencia vuela sola¡±. Luna ten¨ªa claro que con su pel¨ªcula quer¨ªa atraer la atenci¨®n sobre la necesidad de impulsar la reforma migratoria, ¡°un tema que, hoy en d¨ªa, le cuesta trabajo discutir a este pa¨ªs [por EE UU]¡±. Sin embargo, el mexicano reconoce que, mientras la rodaba, ¡°no ten¨ªa la conciencia de la repercusi¨®n¡± que iba a llegar a alcanzar. ¡°De repente, el presidente de EE UU dice que es momento de celebrar historias como estas para traerle el cambio a la gente. Esta pel¨ªcula tiene unos alcances que trascienden a la experiencia del cine¡±, explica.
El despertar de M¨¦xico
M¨¢s all¨¢ del revulsivo social, C¨¦sar Ch¨¢vez tambi¨¦n ha obtenido cr¨ªticas muy favorables. En el festival South by Southwest, la cinta obtuvo el premio del p¨²blico demostrando que M¨¦xico y Am¨¦rica Latina est¨¢n de moda en este pa¨ªs. Muchos quieren aprovechar el ¨¦xito de Alfonso Cuar¨®n en los Oscar y la presencia de Luna en la Casa Blanca como ejemplo de la realidad de un nuevo M¨¦xico alejado de la imagen asociada al inmigrante que se ha proyectado hasta ahora, pero Luna se resiste a caer en esa estrategia. "Yo no soy el encargado de representar un pa¨ªs o una pol¨ªtica exterior, yo estoy aqu¨ª representando mi voz, una voz que est¨¢ completamente influenciada por el contexto del que vengo y ese contexto es M¨¦xico. Las pel¨ªculas no tienen una nacionalidad ni un pasaporte, las historias s¨ª", afirma.
Luna, sin embargo, reconoce el auge de nuevas voces "poderosas, elocuentes, chingonas", que se est¨¢n proyectando desde su pa¨ªs y el resto de Am¨¦rica Latina. "Eso es tambi¨¦n el reflejo de una urgencia por contar, por vomitar nuestras experiencias que creo que tiene que ver no tanto con un desarrollo econ¨®mico, sino con un despertar social", explica. "En M¨¦xico es hoy cuando empezamos a vivir la experiencia de una democracia todav¨ªa sostenida por alfileres, pero una democracia al fin que, como generaci¨®n, nos ha hecho despertar".
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