C¨®mo ense?ar fotograf¨ªa... y vivir de ello
Las escuelas que imparten el arte de fijar la imagen diversifican cada vez m¨¢s su oferta Los m¨®viles y las redes sociales facilitan que se tomen m¨¢s instant¨¢neas que nunca
Hay un lugar detr¨¢s de la Gran V¨ªa de Madrid que representa la frontera entre el pasado y el presente de la fotograf¨ªa. Es el taller Auth¡¯ Spirit, del fot¨®grafo Juan Manuel Castro Prieto (Madrid, 1958). A la derecha del recibidor llega el viejo olor a revelador y fijador del laboratorio, a la izquierda, una sala de color rosa con mesas y sillas de dise?o "en la que celebramos encuentros abiertos y gratis con grandes figuras como Chema Madoz, Joan Fontcuberta, Ram¨®n Masats, Ouka Leele¡ y exposiciones de los mejores", explica Castro Prieto, un maestro del positivado al que han recurrido los mejores de la profesi¨®n en Espa?a.
Tras m¨¢s de 20 a?os con el taller, Castro Prieto decidi¨® ampliar el objetivo a fines de 2012 con Auth¡¯ Spirit. Adem¨¢s, organiza a las afueras de Madrid "seminarios con fot¨®grafos para ver y analizar su porfolios". En su opini¨®n, "hay una explosi¨®n de cursos, talleres, m¨¢steres, escuelas¡". Aunque a¨²n llegan rom¨¢nticos interesados en aprender a revelar, Castro Prieto aclara: "Lo m¨ªo no es escuela, es un taller".
"Los alumnos vienen con una caja repleta de im¨¢genes pero desordenadas"
Lo que s¨ª es el ejemplo palmario de escuela es EFTI, que cumpli¨® 28 a?os en enero. Su director, Jos¨¦ Luis Amores, destaca que "la base del centro es la ense?anza". Sus aulas cerca de la madrile?a estaci¨®n de Atocha acogen a unos 1.000 alumnos, de los que 400 son extranjeros, con una edad entre 25-35 a?os. "La mayor¨ªa viene con formaci¨®n autodidacta y trabajando en autom¨¢tico y sale de aqu¨ª sabiendo en manual. Muchos no quieren ser profesionales, tienen otro oficio, pero saben que se puede ganar un dinero aprendiendo este".
Un papel similar al de EFTI en Barcelona es el de GrisArt, a punto de cumplir tres decenios. Rafael Bad¨ªa, fot¨®grafo y uno de los coordinadores del centro, describe c¨®mo ha evolucionado el aspirante a fot¨®grafo: "Antes llegaban con una caja vac¨ªa que quer¨ªan llenar; ahora el nivel es mayor, vienen con esa caja repleta de im¨¢genes y nosotros procuramos darle un orden".
Esa "sobreabundancia visual" se explica por la tecnolog¨ªa que, gracias a m¨®viles y superc¨¢maras, ha puesto al alcance de cualquiera la opci¨®n de tomar im¨¢genes y subirlas al instante a las redes sociales. "Facebook, Twitter... se han convertido tambi¨¦n en un escaparate para conseguir trabajo; lo que no hay que hacer es colgar im¨¢genes porque s¨ª", subraya Albert Gusi, otro de los responsables de la escuela barcelonesa. "Hay empresas que han contratado a fot¨®grafos a trav¨¦s de Flickr para anunciar sus productos", apunta Ismael Marco, del Espai d¡¯art fotogr¨¤fic, en Valencia, centro nacido en 2002. "En las redes puede haber mucha basura pero tambi¨¦n trabajos muy buenos". Amores, de EFTI, va m¨¢s all¨¢: "Ha nacido una nueva fotograf¨ªa con Facebook, m¨¢s que con Instagram, porque en este ¨²ltimo las posibilidades de que tu trabajo se vea son cada vez menores por la saturaci¨®n...". "Es una revoluci¨®n, un tsunami que a¨²n no sabemos ad¨®nde llegar¨¢", afirma Miguel Mart¨ªn Rueda, fundador de El Fot¨®mata, en Sevilla, referente andaluz de una escuela que propugna "la fotograf¨ªa de autor".
Los entrevistados para este reportaje coinciden en la eclosi¨®n que vive la fotograf¨ªa: se toman m¨¢s im¨¢genes que nunca, exposiciones multitudinarias, m¨¢s aficionados... "Quiz¨¢s por ello hay cada vez m¨¢s gente que cree que no es necesario ning¨²n curso para hacer buenas fotos", dice Miren Pastor, de BlankPaper, centro nacido en 2003 en un estudio de Lavapi¨¦s (Madrid) gracias a un colectivo de siete fot¨®grafos que se unieron para compartir experiencias. De la misma opini¨®n es Emily Adams,?directora del M¨¢ster PHotoEspa?a de La F¨¢brica, un gigante para los seguidores de la fotograf¨ªa: organizador del festival PhotoEspa?a, escuela, editorial, espacio expositivo, tienda en la que se puede comprar desde una foto a un vino o comer en su restaurante. "La fotograf¨ªa es aparentemente m¨¢s f¨¢cil que nunca, accesible para todos y resulta un medio grato pero hacer una carrera como fot¨®grafo es otra cosa, son tiempos muy complejos".
Mientras La F¨¢brica se ha convertido en un espacio m¨¢s de la oferta cultural de Madrid, BlankPaper, con unos 120 alumnos, tiene la etiqueta en el mundillo de centro moderno y alternativo. "Intentamos abrir la mente a nuestros alumnos, hacer otro tipo de proyectos, incluso performances". Esa mentalidad les lleva a que entre sus cuatro exposiciones anuales se muestren trabajos "de gente de fuera, que no tiene donde mostrar su obra pero s¨ª potencial".
"Los nuevos est¨¢n comprometidos con la situaci¨®n de Espa?a", apuntan en BlankPaper
Ese af¨¢n por salirse de los caminos trillados es tambi¨¦n la apuesta de Ricky D¨¢vila (Bilbao, 1964), director del Centro de Fotograf¨ªa Contempor¨¢nea de Bilbao. "La fotograf¨ªa puede ser una propuesta de edificaci¨®n social, un acto de resistencia. Hay que democratizarla, es antinatural que solo sea para los profesionales". D¨¢vila lamenta "el analfabetismo audiovisual, que el sistema utiliza para vendernos sus productos. Yo creo que la fotograf¨ªa est¨¢ adocenada". Un discurso similar sostiene Mart¨ªn Rueda, de El Fot¨®mata: "Hay que apartar la fotograf¨ªa del concepto como obra de arte. Hay que inundar el mundo de fotos, pero eso no le interesa al mercado, en especial a los galeristas, que quieren restringirla, que una obra cueste miles de euros".
?El 'boom' del fotolibro. "Hoy, el fotolibro es la carta de presentaci¨®n para dar a conocer tu trabajo", destaca Adams. "Adem¨¢s, puedes experimentar, tomar decisiones y ser creativo. Una exposici¨®n te limita por el presupuesto". Pastor, de BlankPaper, asegura que "hay un boom del fotolibro porque es un formato que queda para siempre, no como las exposiciones". Castro Prieto matiza: "Los j¨®venes se lo hacen todo: la copia, autoeditan, escriben los textos¡ no dependes de otros pero el que mucho abarca poco aprieta. Puedes ser buen fot¨®grafo pero no buen dise?ador. Donde hay que ver la obra fotogr¨¢fica es en una exposici¨®n, pero es verdad que requiere mucho dinero". Mart¨ªn Rueda aviva este debate: "?ltimamente se da m¨¢s importancia al dise?o que al contenido. Los que empiezan tienen mucha prisa. En un a?o quieren aprender a ser fot¨®grafos, tener su libro¡ pero todo necesita su tiempo, su reposo". Bad¨ªa, de GrisArt, lo ve como una evoluci¨®n natural: "Nuestros alumnos realizan fotolibros cada vez m¨¢s impactantes e interesantes pero tambi¨¦n deben aprender otros formatos, como el v¨ªdeo, porque vivimos en un entorno multimedia".
"En los medios solo se habla de los consagrados. Hay que difundir a los j¨®venes", lamenta Rafael Bad¨ªa
?G¨¦neros dominantes. ?Qu¨¦ les gusta retratar a los aspirantes a foteros? "Con la situaci¨®n que vive Espa?a, vemos a los alumnos comprometidos, quieren contar lo que est¨¢ pasando", apunta Pastor. "Hay tendencias, como el subjetiv¨ªsimo, que son fotos movidas que hablan de uno mismo, o el nuevo documentalismo, centrado en paisajes lejanos", agrega Castro Prieto. "Se cruzan los caminos, se mezclan discursos, como los trabajos documentales pero con carga ¨ªntima", sostienen desde GrisArt. Mientras Amores, de EFTI, da una visi¨®n m¨¢s pragm¨¢tica: "Se hace mucha moda, fotos de viajes, la fotograf¨ªa social (bodas, bautizos y comuniones) que ha estado siempre machacada. Uno es fot¨®grafo conceptual cuando tiene las lentejas aseguradas".
??Mejores o peores que los de fuera? "Tenemos un nivel aceptable, pero vamos a rebufo de las tendencias de fuera. Est¨¢n los grandes, Madoz, Garc¨ªa Rodero, Garc¨ªa Alix... pero vienen j¨®venes interesantes", asegura Castro Prieto. "Es un arte reciente en comparaci¨®n con otros pa¨ªses, por eso el nivel es inferior¡±, a?ade Nicol¨¢s Llorens, del Espai. "?Hay mucha creatividad!", proclama Bad¨ªa. "El nivel es mayor que antes, lo que pasa es que en los medios solo se habla de los consagrados. Hay que dar difusi¨®n a los nuevos". Con un presente complicado para vivir de hacer fotos, Amores no pierde el optimismo: "Los nuevos talentos van a tener cada vez m¨¢s dif¨ªcil exponer pero no hay m¨¢s remedio que moverse. Como dec¨ªa mi padre, cuanto m¨¢s se arrastren los pies, m¨¢s polvo saldr¨¢".
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