Asombro ante el yo

"Casi sin aliento, el se?or Goliadkin corri¨® en volandas tras su enemigo, que le iba tomando la delantera. Sent¨ªa una extraordinaria energ¨ªa interior, pero, no obstante, sab¨ªa que un simple mosquito lo hubiera podido derribar sin esfuerzo con una de sus alas". Enemigo. Energ¨ªa aparente. Insecto. Derribo. No hablamos a¨²n de El hombre duplicado, la novela de Jos¨¦ Saramago que ha inspirado Enemy, dirigida por Denis Villeneuve, sino de El doble, novela de F. M. Dostoyevski escrita en 1846 y que, sin embargo, podr¨ªa resumir con estas cinco l¨ªneas la enigm¨¢tica obra del director canadiense, adaptada por el guionista espa?ol Javier Gull¨®n. Identidad, autenticidad, conflicto de personalidad, reconciliaci¨®n, desdoblamiento, idealizaci¨®n de uno mismo, metamorfosis, espejismo, dicotom¨ªa orden-caos. Son algunas de las claves de un tema, el del doble, reiteradamente tratado por la literatura (Stevenson, Wilde, Gogol, E. T. A. Hoffmann, Kafka, Borges, Nabokov...) y por el cine (De Mulholland drive a El club de la lucha pasando por V¨¦rtigo, Fascinaci¨®n, El otro se?or Klein, Inseparables y Reconstruction), y que ahora nos llega a trav¨¦s de una pesadilla exterior, el encuentro con el igual, con el exacto, que se traslada hacia el interior, hacia la mente, hacia la debilidad, hacia la inquietante duda de saber qui¨¦n es el duplicado de qui¨¦n, y de entrar en una din¨¢mica que, cual m¨¢quina trituradora, avanza hacia la destrucci¨®n.

Si se lee la novela de Saramago se intuye que hay muchas posibles formas de llevarla a la pantalla, tanto en tono como en visualizaci¨®n, pero despu¨¦s de vista Enemy se llega a la conclusi¨®n de que ¨¦sta era la ¨²nica. Gull¨®n ha adelgazado el texto hasta dejarlo en su esencia, borrando p¨¢ginas y p¨¢ginas hasta el encuentro de los dos hombres iguales, desechando mon¨®logos, di¨¢logos (incluso esos con el Sentido Com¨²n, apasionante personaje de la novela) y hasta barbas postizas, y llev¨¢ndolo todo, como debe ser, a la pura imagen. Unas representaciones que Villeneuve convierte en tensi¨®n f¨ªlmica.

Gull¨®n y el director de la tambi¨¦n magn¨ªfica Prisoners han hecho una traslaci¨®n tan libre que huye incluso del tono de la novela del portugu¨¦s, contada a trav¨¦s de un naturalismo con toques de sentido del humor, para dejarlo en una intriga de horror a la que, adem¨¢s, se le han a?adido detalles que, al tiempo, la convierten en una pel¨ªcula tan fascinantemente incomprensible en una primera visi¨®n (como otras de su especie: Mulholland..., Tres mujeres, de Robert Altman) como perturbadora en cada uno de sus planos (?la ara?a como madre f¨¢lica?). M¨²sica, dise?o sonoro y fotograf¨ªa (g¨¦lida, de un beis que asusta) convergen as¨ª en una sistem¨¢tica que, junto a sus subtextos a?adidos (la maternidad, el adulterio, la idealizaci¨®n), acaba conformando una experiencia asombrosa.