El vanguardismo musulm¨¢n
La princesa jordana Al-Hashemi presenta una muestra de arte contempor¨¢neo ¨¢rabe en 73 obras expuestas en Casa de Am¨¦rica
El vanguardismo comenz¨® a mediados del siglo XX. Al menos, para los artistas del mundo isl¨¢mico. Su profeta fue Madiha Omar (Alepo, 1908-2005), que entre 1944 y 1945, mientras estudiaba pintura y escultura en la?Corcoran School of Art en Washington, experiment¨® una revelaci¨®n en forma de libro. No era el Cor¨¢n, sino un estudio universal sobre caligraf¨ªa de la acad¨¦mica Nabia Abbott que inclu¨ªa un ep¨ªgrafe dedicado a los pa¨ªses ¨¢rabes. Lo que Omar descubri¨® fue que un puente improbable se tend¨ªa entre la abstracci¨®n y el alfabeto del Islam. Apenas un lustro despu¨¦s, la librer¨ªa p¨²blica de Georgetown en Washington acog¨ªa 22 cuadros de esta artista iraqu¨ª llevando esa revelaci¨®n a la pr¨¢ctica.
V¨ªdeo de la exposici¨®n Reflexiones del cielo, meditaciones en la tierra (CASA DE AM?RICA).
Ha pasado m¨¢s de medio siglo y otra profeta del arte en su tierra, la princesa jordana Wijdan F. Al-Hashemi (Am¨¢n, 1939), abandera a esta creadora y a otros 56 en la exposici¨®n Reflexiones del cielo, meditaciones en la tierra. Lo hace porque cree que, por encima de los innumerables acuerdos econ¨®micos, pol¨ªticos y militares que se firman entre los pa¨ªses, ¡°la cultura y el arte es el ¨²nico idioma en el que podemos entendernos. Los acuerdos no significan nada para m¨ª; la historia demuestra lo que valen. Pero a m¨ª lo que me interesa es que me entiendas como mujer jordana, como musulmana ?Y c¨®mo me vas a entender sino es a trav¨¦s del arte?¡±. La muestra la expone la Casa de Am¨¦rica de Madrid y puede visitarse gratuitamente desde la inauguraci¨®n presidida por la Reina el pasado 28 de marzo hasta el pr¨®ximo 14 de abril.
Las 73 obras que contiene, algunas dispuestas en amplias series, son un repaso a la evoluci¨®n del arte contempor¨¢neo del ¨²ltimo siglo reinterpretado por la caligraf¨ªa ¨¢rabe y muestran tan solo una peque?a fracci¨®n de las m¨¢s de 2.500 obras que posee la Jordan National Gallery of Fine Arts, que preside la princesa. En el nombre de Dios de Samir Salameh mezcla el collage y la acuarela; Jamil Hammoudi recrea un proverbio ¨¢rabe sobre la igualdad con ecos del cubismo en Las personas son iguales (1976); y en el ¨®leo Creadores de tendencias (2008) de?Jeffar Khalidi se aprecian unas siluetas en blanco y negro que recuerdan al arte urbano y contestatario de Banksy. Para Al-Hashemi no se trata de una mera imitaci¨®n: "S¨ª, es cierto que se reconoce. La abstracci¨®n, el action-painting¡ Pero que los artistas decidieran fusionar vanguardismo y caligraf¨ªa demuestra su deseo de reafirmar su identidad ¨¢rabe¡±.
La princesa no es solo la cara diplom¨¢tica de la exposici¨®n. Una vitrina alberga la palabra amor en ¨¢rabe esculpida sobre cristal morado de Murano. Al lado de ella, un cuadro abstracto, Yo soy t¨² (2009), repite la palabra entre salpicaduras de pintura morada y un fondo oscilante en tonos verdes y amarillos. Las dos obras las firma Wijdan, el nombre art¨ªstico de la princesa. Ser parte del movimiento art¨ªstico la ayuda a sentir de forma mucho m¨¢s cercana la ¡°efervescencia¡± que est¨¢ viviendo su pa¨ªs en lo cultural. Y a pensar en m¨¦todos para expandirla tambi¨¦n de puertas adentro: ¡°En Am¨¢n tenemos dos o tres exposiciones al d¨ªa. El problema es c¨®mo llevar el arte a las aldeas. As¨ª que creamos una iniciativa llamada Museo M¨®vil: un cami¨®n que viaja cada martes de pueblo en pueblo para mostrarles a las familias de campesinos, sobre todo a los ni?os, qu¨¦ es el arte¡±.
A pesar de su mensaje de hermanamiento cultural, Al-Hashemi tambi¨¦n tiene palabras duras para Occidente: ¡°Gran parte de los estereotipos sobre el Islam son culpa de los grandes medios de comunicaci¨®n, nos guste o no. Se nos pinta como fan¨¢ticos, terroristas y maltratadores de mujeres. Una an¨¦cdota que lo ilustra: Cuando present¨¦ otra exposici¨®n en Estados Unidos, en Little Rock, alguien del p¨²blico me hizo esta pregunta: ¡®?Le tuvo que pedir permiso a su marido para viajar?¡¯ Yo le contest¨¦: ¡®Querido, no le pido nada a mi marido para viajar a ninguna parte¡¯. Otro me pregunt¨®: ¡®?Tuviste que sacar a escondidas las obras de tu pa¨ªs?¡¯ Cuando le pregunt¨¦ de d¨®nde sacaba esa idea, me contest¨®: ¡®Es que tu religi¨®n proh¨ªbe el arte¡±.
V¨ªdeo de la inauguraci¨®n de la muestra en la Casa de Am¨¦rica, con la presencia de la Reina.
Aunque Al-Hashemi se disfraza de c¨¢ndido optimismo, especialmente siendo motor cultural de su pa¨ªs, reconoce que su visi¨®n del futuro y del presente, de la historia en general y del papel que el arte en particular juega en ella, no da para grandes alharacas: ¡°Dime una sola vez en la que el arte haya servido para introducir alg¨²n cambio pol¨ªtico o social. Tal vez la literatura algo m¨¢s, porque uno vuelve a ella y perdura y moldea la memoria. Lo m¨¢ximo que puede hacer el arte es acercar a los intelectuales y artistas con el p¨²blico en general. ?Pero los pol¨ªticos? Conozco a [con ¨¦nfasis] muchos pol¨ªticos de mi pa¨ªs y del mundo, y una gran parte no tienen ni idea de arte. Ni inter¨¦s en ¨¦l. As¨ª que soy pesimista por c¨®mo veo el mundo, con el avance de los fanatismos y extremismos en todas las culturas. Pero me fuerzo cada ma?ana a ser optimista por mis 30 nietos¡±.
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