?Mariguana, carnales, mariguana!

Nuestro himno de todos, ya saben cu¨¢l es¡­?

???Mariguana, carnales, mariguana!!!

Eso se escucha en un v¨ªdeo con im¨¢genes del Woodstock mexicano, el Festival de Rock y Ruedas de Av¨¢ndaro. Fue a las afueras de M¨¦xico DF. Ten¨ªan pensado que hubiese m¨²sica y una carrera de coches, pero aquel fin de semana de 1971 lleg¨® tanta gente que tuvieron que suspender el rally. Durante la fiesta, un helic¨®ptero del gobierno sobrevol¨® el lugar en el que miles de j¨®venes se consagraban al hipismo. En alg¨²n momento lib¨¦rrimo, una chica sac¨® los pechos al aire. Los medios se indignaron por todo aquello. El Festival de Rock y Ruedas (sin ruedas) no se volvi¨® a repetir.

Sexo, drogas, rock & roll. Arte y cultura de masas en M¨¦xico 1963-1971 se puede visitar en el Museo Universitario del Chopo de M¨¦xico DF. Dirigida por Daniel Garza y por Esteban King, la exposici¨®n arranca en el 63 porque fue el a?o que se estren¨® Fun in Acapulco, una pel¨ªcula de Elvis Presley ambientada en M¨¦xico pero que se hizo sin que Elvis La Pelvis pisase M¨¦xico. El gobierno de L¨®pez Mateos lo hab¨ªa declarado persona non grata por sus juegos de cintura y porque en 1958 se form¨® un caos notable en un cine del DF por el estreno de una pel¨ªcula suya: el aluvi¨®n femenino fue tal que hubo muchas chicas que no pudieron entrar y encima, dentro, una asociaci¨®n juvenil de derechas se puso a lanzar papeles con fuego desde la segunda planta y se tuvo que suspender la premiere de la pel¨ªcula de La Pelvis.

En la pared de enfrente al v¨ªdeo de Fun in Acapulco hay unas fotos de hongos alucin¨®genos y de j¨®venes en sesiones de intoxicaci¨®n de la conciencia. Las im¨¢genes son de un archivo del gobierno, que las clasific¨® con esta descripci¨®n: ¡°Existencialistas. Abandonados por el aseo, pelo y barba con ropas sucias, especialmente americanos, pero hay todas las nacionalidades¡±. Daniel Garza dice que la cultura de las setas alucin¨®genas cre¨® ¡°un flujo internacional¡± alrededor de M¨¦xico. Ya en los cincuenta el etnomic¨®logo Gordon Wasson hab¨ªa visitado a la chamana Mar¨ªa Sabina para que lo introdujese al mundo de los hongos maravillosos y hab¨ªa publicado un reportaje de impacto en la revista Life. Entre finales de los sesenta y principios de los setenta, el psiquiatra mexicano Salvador Roquet llev¨® a cabo terapias grupales de exploraci¨®n del subconsciente con hongos.

En la exposici¨®n hay obras de artistas actuales que hacen referencia a los temas que se tratan. Sobre el asunto de los viajes con setas est¨¢ la obra Psicos¨ªntesis Technicolor (2014, Naom¨ª Rinc¨®n y Enrique Arriaga), un v¨ªdeo surrealista con una canci¨®n inventada cuya letra es un curioso desvar¨ªo: Ha nacido el cura bueno y limpio, dice, all¨ª donde est¨¢ el agua sagrada limpia, dice, Padre sant¨ªsimo, por poner un ejemplo de una estrofa.

Garza menciona otra particularidad de la cultura sesentera mexicana: la versi¨®n local del color field painting (pinturas de campos de color), surgido en los cincuenta en Estados Unidos. Considera que en M¨¦xico este estilo produjo obra ¡°m¨¢s ca¨®ticas y org¨¢nicas¡± que las de estadounidenses de esa corriente como Frank Stella o Kenneth Noland, de composiciones m¨¢s geom¨¦tricas. En el Chopo se pueden observar esas mutaciones mexicanas del color field en dos obras, una de Luis L¨®pez Loza y otra de Ar¨ªstides Cohen.

Sexo, drogas y rock & roll tambi¨¦n incide en la manera en que este movimiento cultural fue adquiriendo hacia los setenta m¨¢s sustancia ¨¦tico-pol¨ªtica, lo que cre¨® tensiones con el autoritario gobierno de entonces. Con la matanza estudiantil de Tlatelolco?(1968) como referencia, la exposici¨®n alude a otros momentos indicativos de esa cuesti¨®n: en un v¨ªdeo breve se ve c¨®mo el presidente Gustavo D¨ªaz Ordaz declara solemnemente inaugurado el Mundial de M¨¦xico 70 y en cuanto se calla se escucha un abucheo general en el estadio Azteca. D¨ªaz Ordaz mira a derecha e izquierda con una cara estupefacta, como si en vez de ciudadanos cabreados estuviese ante un anfiteatro de marcianos reci¨¦n llegados a disfrutar de la Copa del Mundo.

Al final de la exposici¨®n hay un cuaderno en el que los visitantes pueden dejar sus mensajes. Uno de ellos pint¨® un hongo alucin¨®geno que exclama ¡°?Chido!¡±, y otro dibuj¨® un mu?eco ahorcado pero en una postura muy c¨®moda, sonriente, con los ojos girando en c¨ªrculos conc¨¦ntricos y una leyenda que dice: ¡°?Un gran viaje!¡±.