Escalpelo
La imagen televisiva del asalto a la valla es tan potente que fabrica un debate, lo propulsa y lo instala en nuestras vidas, pese a que carece de raz¨®n l¨®gica para ocupar tanta preeminencia
El informativo de fin de semana en Cuatro, que presentan Marta Reyero y Miguel ?ngel Oliver, tiene la buena costumbre de rastrear un poco m¨¢s all¨¢ del titular urgente. Quiz¨¢ la relajaci¨®n del fin de semana o su horario algo descabalgado de la exigencia m¨¢xima les permiten ese lujo, que cualquier telespectador har¨ªa bien en apreciar. Porque no suele ser habitual que a la noticia se le aplique el escalpelo, que es el feo nombre para la cuchilla de incisi¨®n. Llevamos semanas padeciendo la fiebre de la crisis migratoria. Apegados a la imagen tan contundente de los inmigrantes saltando la valla fronteriza, crece la sensaci¨®n de impotencia ante un conflicto que nos supera, tanto en lo policial como en lo humanitario. Y as¨ª se afianza un debate desmesurado que infecta la discusi¨®n pol¨ªtica en los meses previos a las votaciones europeas.
Por eso es interesante que el informativo rastree en datos tan contundentes como la comparativa con la presi¨®n migratoria desde 2006. Y que nos haga saber que el n¨²mero de llegadas de inmigrantes se ha reducido de una manera categ¨®rica. En este clima enrarecido toleramos que se incumpla el trato humanitario, cuando deber¨ªamos estar instalados en la vertiente contraria, porque el flujo migratorio es menor que nunca. La imagen televisiva del asalto a la valla es tan potente que fabrica un debate, lo propulsa y lo instala en nuestras vidas, pese a que carece de raz¨®n l¨®gica para ocupar tanta preeminencia.
La televisi¨®n es remedio contra la televisi¨®n cuando analiza con profundidad. Cuando elabora los datos y nos hace conscientes de detalles que se nos escapan bajo las im¨¢genes. Por ejemplo, que el flujo migratorio es much¨ªsimo m¨¢s alto en otras fronteras de acceso a Europa. Que la mayor¨ªa de los inmigrantes ilegales no llegan por la costa, sino en vuelos comerciales y en accesos nunca televisados. Que el descenso de poblaci¨®n ser¨¢ un grave escollo para nuestra recuperaci¨®n econ¨®mica. Y as¨ª una lista de elementos que deber¨ªan contextualizar las im¨¢genes dram¨¢ticas, las que nos han arrinconado en un debate del que no nos dejan salir, con los espectadores convertidos en boxeadores contra las cuerdas que recibimos en la cara imagen brutal tras imagen brutal convid¨¢ndonos a pensar de modo err¨®neo.
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