Escenarios de ceros y unos

Ni siquiera las tablas se resisten al empuje del digital. Los ceros y los unos est¨¢n transformando la creaci¨®n de artes esc¨¦nicas, desde la producci¨®n, con escenograf¨ªas creadas por ordenador o int¨¦rpretes artificiales, a la recepci¨®n, con un p¨²blico que comienza a mirar a trav¨¦s del m¨®vil. As¨ª lo refleja el primer anuario de cultura digital elaborado por Acci¨®n Cultural Espa?ola, organismo p¨²blico de promoci¨®n y difusi¨®n, y presentado esta ma?ana en Madrid. El informe estudia los principales fen¨®menos de la cultura digital poniendo especial atenci¨®n en esta edici¨®n a la danza, el teatro y la ¨®pera.

Escenograf¨ªas digitales

En la producci¨®n esc¨¦nica, el cambio m¨¢s visible parece haberse dado en la escenograf¨ªa. "Las nuevas tecnolog¨ªas han permitido una transformaci¨®n radical de las puestas en escena en el ¨²ltimo siglo", reconocen Javier Celaya y Felipe Santos, art¨ªfices del estudio. El informe, realizado a trav¨¦s de la experiencia de distintas compa?¨ªas y teatros nacionales e internacionales, se?ala distintas experiencias con v¨ªdeos en alta definici¨®n, mapping o circuitos cerrados de televisi¨®n. Es el caso de El oro del Rin, de Richard Wagner, estrenado el pasado septiembre en la ¨®pera de Oviedo. La empresa Visual Scenic, dirigida por el artista Jaime Cobo, elabor¨® un video-mapping (una proyecci¨®n de im¨¢genes tridimensionales) como principal elemento escenogr¨¢fico y el equipo ya ha recibido propuestas para trabajar en otros teatros. El uso del v¨ªdeoarte es un habitual en los escenarios, especialmente en la ¨®pera, desde El anillo del nibelungo de La Fura dels Baus entre 2006 y 2009 o el Trist¨¢n e Isolda con piezas de Bill Viola representado en enero en el madrile?o Teatro Real.

Pero la ¨®pera no es la ¨²nica disciplina en tirarse de cabeza a las nuevas tecnolog¨ªas. Teatro y danza recorren tambi¨¦n el mismo camino, pero con producciones menos apabullantes, en parte debido al coste de estas propuestas. Por ejemplo, la compa?¨ªa catalana Insectotr¨°pics combina v¨ªdeo, pintura, m¨²sica y teatro en sus espect¨¢culos La Caputxeta Gal¨¤ctica (Caperucita Gal¨¢ctica) y Bouazizi,?recurriendo al v¨ªdeo en circuito cerrado y la creaci¨®n por ordenador. La bailarina Blanca Li va un paso m¨¢s all¨¢ en la fusi¨®n de lo digital y lo anal¨®gico compartiendo escenario con NAO, un robot humanoidedise?ado por el colectivo de artistas japoneses Maywa Denki. Pero, advierte el informe: "las tecnolog¨ªas no deber¨ªan sustituir todo aquello que parte de la principal fuente de expresi¨®n, que es el cuerpo".

Extractos de 'Robot!', de Blanca Li.?

Por favor, enciendan sus tel¨¦fonos m¨®viles

Acci¨®n Cultural analiza tambi¨¦n la influencia de las nuevas tecnolog¨ªas en la recepci¨®n de la obra, notablemente en lo que se refiere a las redes sociales. Pese al consabido anuncio previo a la pieza que advierte al espectador de la necesidad de apagar su tel¨¦fono m¨®vil, el estudio se?ala que "no ser¨ªa descabellado pensar en que, en un futuro, los tel¨¦fonos tuvieran una opci¨®n parecida al modo avi¨®n que fuera el modo teatro, que silenciara por completo el dispositivo, incluso la entrada de llamadas, y tan solo dejara la posibilidad de la conexi¨®n a internet para redes sociales y consultas de informaci¨®n". En 2009, la ?pera de Kansas reserv¨® un centenar de asientos situados al fondo del patio de butacas, para espectadores que quisieran tuitear en directo la obra. Esta costumbre es cada vez m¨¢s frecuente en las obras de peque?o formato espa?olas.

Las innovaciones tecnol¨®gicas, sobre todo las referidas a la toma de imagen y sonido, han transformado tambi¨¦n a las artes esc¨¦nicas en un espect¨¢culo audiovisual, un producto que puede ser disfrutado en una pantalla de cine. La Orquesta Filarm¨®nica de Berl¨ªn y el Teatro Real de Madrid tienen sistemas de distribuci¨®n de las piezas por Internet, y la Metropolitan Opera de Nueva York ha congregado desde 2006 a m¨¢s de 2,5 millones de espectadores en 54 pa¨ªses para ver sus producciones en cines, proyectadas en alta definici¨®n. El informe se?ala esta opci¨®n como una especia de democratizaci¨®n de la ¨®pera: "En circunstancias ideales, el espectador preferir¨ªa estar en el teatro", pero muchas veces no puede hacerlo por "el hecho de vivir en otro pa¨ªs, o que el viaje y la entrada para ver ese espect¨¢culo no est¨¦n al alcance de muchos bolsillos". Como indica el documento, "el Met factura 20 millones de d¨®lares, que comparte con artistas y trabajadores del teatro. Seg¨²n el New York Times, es la ¨²nica instituci¨®n que ha hecho de esta actividad algo rentable".

?Marketing o comunicaci¨®n?

"La vieja aspiraci¨®n del teatro de vanguardia, que ambicionaba permanecer en la mente del espectador aun cuando hubiese concluido cada funci¨®n, puede verse ampliada con las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n", asegura el estudio. Las redes sociales hacen posible que el autor haga llegar sus fundamentos creativos al p¨²blico sin intermediarios, y crear con los espectadores unos lazos de afinidad que vayan m¨¢s all¨¢ de la representaci¨®n, al fin y al cabo un acto puntual y ef¨ªmero. Seg¨²n Acci¨®n Cultural Espa?ola, "en el estudio The Tangled Web: Social Media in the Arts, realizado en junio de 2011 por Theatre Bay Area ¨Dlos teatros de la bah¨ªa de San Francisco¨D para analizar los h¨¢bitos en medios sociales de 207 instituciones culturales y art¨ªsticas, se constat¨® que todos ellos utilizaban al menos una red social. (...) Como media, estas instituciones suben un total de 66 contenidos cada mes y reciben una media de 162 respuestas (menciones, me gusta, comentarios, etc.) para todas sus redes sociales". Sin embargo, el estudio refleja que hay una membrana permeable entre la comunicaci¨®n y el marketing. Las redes sociales pueden suponer un nuevo canal de expresi¨®n para los autores y un acercamiento al p¨²blico, pero tambi¨¦n pueden terminar siendo un nuevo medio para la misma publicidad de siempre.