El para¨ªso del arquitecto y los artistas
La Fundaci¨®n Maeght cumple 50 a?os con una exposici¨®n sobre Sert
La Fundaci¨®n Maeght es una especie de para¨ªso. Cuando la inaugur¨® en 1964, Andr¨¦ Malraux dijo de ella: ¡°No es de ninguna forma un palacio, no es un lugar de decoraci¨®n, tampoco es un museo. Es una cosa para la historia del esp¨ªritu¡±. Escondida entre las colinas y los pinos de la Costa Azul, las casas con jard¨ªn de la fundaci¨®n impulsada por los galeristas Aim¨¦ y Marguerite Maeght destilan armon¨ªa, duende y afecto en cada rinc¨®n. Los edificios y parques concebidos en 1964 por el arquitecto Josep Llu¨ªs Sert (Barcelona, 1902-1983) comenzaron siendo un lugar de di¨¢logo y diversi¨®n para gigantes como Calder, Mir¨®, Braque, Chagall, Le Corbusier, L¨¦ger, Giacometti y Chillida, pero el lugar mantiene hoy toda su belleza, una talla humana y un profundo aire de aldea mediterr¨¢nea.
Con los a?os, la fundaci¨®n de Saint¨CPaul de Vence fue abri¨¦ndose a otras artes y deriv¨® en un templo del jazz, la poes¨ªa y la danza, a la vez que enriquec¨ªa, restauraba y guardaba una de las colecciones privadas m¨¢s valiosas del mundo. El patio de Giacometti, el laberinto de Mir¨®, los mosaicos murales de Chagall y Tal Coat, la fuente de Bury, la vidriera de Braque, las terrazas, los patios, la biblioteca, las desnudas salas de exposici¨®n, todo mantiene su sabor entre las curvas depuradas, las paredes de ladrillo rojo, los pasillos luminosos, los muros blancos y los suelos de cer¨¢mica creados por Sert.
Su disc¨ªpulo Jaume Freixa, presidente de la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, que aprendi¨® y trabaj¨® con el maestro de arquitectos en Harvard entre 1968 y 1979, explica que ¡°Sert fue un trueno del movimiento moderno, un racionalista c¨¢lido y humanista, el embajador de Le Corbusier en Am¨¦rica, un arquitecto n¨®mada y vers¨¢til que nunca perdi¨® de vista el entorno donde trabajaba y supo evolucionar hacia una arquitectura social y regional de bajo coste. Sus proyectos han envejecido de maravilla, y es emocionante ver c¨®mo en cada visita que uno hace a la Fundaci¨®n Maeght se renueva el milagro de la magia, la luz, la austeridad y la pureza de l¨ªneas¡±.
El complejo fue lugar de diversi¨®n de Calder, Mir¨®, Chagall o L¨¦ger
¡°Le Corbusier era demasiado fr¨ªo si le comparamos con Sert¡±, dice Olivier Kaeppelin, director de la Fundaci¨®n Maeght. ¡°Sert fue un arquitecto muy humano y pegado a la tierra; siempre estuvo m¨¢s cerca de los creadores y de la gente que de la gran racionalizaci¨®n y de la industria; nunca se olvid¨® del factor humano¡±.
Kaeppelin subraya el esp¨ªritu ¡°sure?o y mediterr¨¢neo¡± de Sert, y explica que la fundaci¨®n ha decidido festejar sus primeros 50 a?os de vida con la exposici¨®n El arte y la arquitectura de Josep Llu¨ªs Sert, ¡°porque era obligado rendir tributo al hombre que cre¨® e invent¨® este espacio dedicado a la innovaci¨®n, el di¨¢logo y la armon¨ªa¡±.
La muestra, que estar¨¢ abierta hasta el 11 de junio, es una sucesi¨®n de asombros. Comienza con la maqueta del Pabell¨®n de Espa?a construido por Sert y Luis Lacasa para la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs en 1937. Sert hab¨ªa viajado de Barcelona a Par¨ªs en 1926 para trabajar con Le Corbusier, y aquel pabell¨®n rectangular y desmontable donde la Rep¨²blica ense?¨® al mundo por primera vez el Guernica de Picasso, un mural de Mir¨®, la Fuente de Mercurio de Calder, la dolorosa Monserrat de Julio Gonz¨¢lez y el t¨®tem de 12 metros de altura de Alberto S¨¢nchez (t¨ªtulo: ¡°El pueblo espa?ol tiene un camino que conduce a una estrella¡±) se iba a convertir en su primer proyecto c¨¦lebre.
Planos, fotograf¨ªas, dibujos, cartas y un documental cuentan sus proyectos
Planos, dibujos, cartas, fotograf¨ªas y el documental realizado por Pablo Bujosa en 2013 cuentan c¨®mo nacieron los proyectos ¡®art¨ªsticos¡¯ de Sert. Ese paseo culmina en la gran sala rectangular donde se exponen la maqueta y los planos de la casa Maeght. Por el camino se ven sus proyectos para el estudio de Mir¨® en Palma; la casa-estudio de Braque y la casa de Chagall en Vence; la de Zao Wou-Ki en Punta Martinet (Ibiza), la escuela de Bellas Artes de Besan?on y la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona.
En paralelo, el visitante va encontrando las pinturas, esculturas y documentos que ilustran los lazos entre Sert y sus amigos: Bazaine, Bonnard, Braque, Chagall, Chillida, Giacometti, Julio Gonz¨¢lez, Kandinsky, L¨¦ger, Matisse, Mir¨®, Palazuelo, Tal Coat, Raoul Ubac, Van Velde... y Le Corbusier.
Freixa, comisario de la exposici¨®n, recuerda que Sert dej¨® Espa?a en 1939 con destino Cuba antes de instalarse en Harvard, donde ser¨ªa muchos a?os decano de Arquitectura. Su amigo cree que Sert fue un hombre ¡°parad¨®jico, cat¨®lico practicante y de izquierdas. Muy amigo de Calder y de Mir¨®, gran coleccionista, no par¨® de viajar, y trabaj¨® mucho en Latinoam¨¦rica, a veces para dictadores, como Batista, pero siempre desde la certeza de que los tiranos pasar¨ªan y la obra quedar¨ªa. Curiosamente, en Espa?a su arquitectura nunca fue valorada, porque los gustos de la elegancia giraron hacia la trascendencia y se le consideraba demasiado fr¨ªvolo, pict¨®rico, poco refinado¡±.
El sarcasmo es que la evoluci¨®n del capitalismo hacia la ceguera ha ido minando poco a poco proyectos tan ut¨®picos y necesarios como el de Saint-Paul de Vence. La fundaci¨®n Maeght, la primera que fue declarada de inter¨¦s p¨²blico en Francia, sobrevive hoy sin apoyo pol¨ªtico y sin mecenazgo privado directo, seg¨²n cuenta su director, Olivier Kaeppelin. Con tres millones de presupuesto anual, el para¨ªso donde Sert, Calder y Mir¨® pasaron sus d¨ªas m¨¢s felices sobrevive gracias a las entradas que pagan sus 200.000 visitantes anuales, pero no puede llevar adelante su proyecto de ampliaci¨®n para convertirse en residencia de artistas.
Los festejos del lugar donde crearon Francis Ponge, Barcel¨®, Arroyo, Albert Ayler, Terry Riley, Pierre Boulez, Stockhausen, Merce Cunningham o Rostrop¨®vich, se cerrar¨¢n con una exposici¨®n dedicada la artes que han recorrido su historia. La exposici¨®n se titula Ceci n¡¯est pas un mus¨¦e.
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