¡°Un lector me es suficiente¡±
El representante vivo m¨¢s importante de la generaci¨®n del 50 inaugur¨® en Lima un ciclo de lecturas y una muestra bibliogr¨¢fica en su honor
A los 86 a?os, el peruano Carlos Germ¨¢n Belli, representante de la poes¨ªa de la generaci¨®n del 50 y escritor de continua producci¨®n se reencuentra con sus seguidores. Este mi¨¦rcoles inaugur¨® en Lima el ciclo de lecturas La Rep¨²blica de los poetas?y una muestra bibliogr¨¢fica en su homenaje.
El catedr¨¢tico Carlos L¨®pez Degregori cree que el lenguaje personal de Belli no puede tener herederos: ¡°ser¨ªan imitadores, ha creado una obra intransferible¡±, explica. Es uno de los poetas m¨¢s estudiados acad¨¦micamente debido a que ha creado una voz propia. Le gusta leer a los cl¨¢sicos: Cervantes, Francisco de Medrano, un poeta sevillano del siglo XVI y a Fernando de Herrera. Sus poetas favoritos son los chilenos Pedro Lastra y Enrique Lihn.
Belli trabaj¨® 20 a?os como amanuense en el Congreso peruano y a la vez como traductor y periodista. Tambi¨¦n fue profesor universitario. Es un hombre creyente, marcado por haber tenido un hermano con discapacidad. Su libro m¨¢s reciente, publicado en 2012, es Los dioses dom¨¦sticos y otras p¨¢ginas. Agradece a Dios que sabe usar Google. Concedi¨® luego una entrevista en su casa, cerca de la mascota y los portarretratos de sus familiares.
Pregunta. Ha comentado recientemente que le gustar¨ªa escribir m¨¢s ?qu¨¦ se lo impide, c¨®mo es su rutina?
Respuesta. Por prescripci¨®n m¨¦dica tengo media hora de caminata diaria y luego estoy siempre cerca de la computadora para responder mensajes. Despu¨¦s tengo otro momento en que debo escribir algunas l¨ªneas, en prosa, pero lamentablemente la poes¨ªa no est¨¢ muy presente. La inspiraci¨®n po¨¦tica no me acompa?a en estos ¨²ltimos tiempos. Espero retomar la pluma po¨¦tica m¨¢s adelante.
P. ?Qu¨¦ escribe en prosa?
R. Palabras de agradecimiento o presentaci¨®n de alg¨²n libro m¨ªo y algunos textos de reflexi¨®n en torno a temas diversos.
P. ?Y eso por qu¨¦ no lo publica?
R. He publicado algunos en la revista Libros y Artes que edita la Biblioteca Nacional, pero debo confesarle que en estos d¨ªas he sufrido un desenga?o, en una menci¨®n a Mart¨ªn Ad¨¢n me equivoco en el t¨ªtulo de uno de sus poemarios, y tambi¨¦n en cuanto a Westphalen, al referirme a un poema. Son errores que se me han escapado, pero si llego a publicarlos en alg¨²n libro los voy a corregir.
P. ?Por qu¨¦ si es tan productivo en t¨¦rminos creativos es un poco replegado en dar sus opiniones?
R. Seguramente responde a mi modo de ser, de actuar con perfil bajo. O no se presenta la oportunidad de que exprese mis opiniones cr¨ªticas, pero en el fondo es por mi propio talante de ser un poco recatado. Eso se refleja en el plano cultural p¨²blico.
P. ?Ni buscando lectores?
R. De ninguna manera. Con uno es suficiente.
P. ?Le nac¨ªa escribir y leer?
R. Como un dictado del alma, una cosa espont¨¢nea. He tenido la suerte de formar parte de una familia de clase media con predilecciones art¨ªsticas. Mi padre era pintor de los domingos; mi madre, lectora de poes¨ªa, y todo eso ha contribuido a mi condici¨®n literaria, mi condici¨®n existencial.
P. ?En alg¨²n momento nota que logr¨® un lenguaje po¨¦tico personal o es gracias a la cr¨ªtica?
R. Creo que es por la cr¨ªtica. Le mentir¨ªa si le digo que en tal momento estoy reconociendo un lenguaje singular. Los amigos, los lectores te lo dicen: enhorabuena que as¨ª sea.
P. ?C¨®mo se siente en la comparaci¨®n con los otros grandes poetas de su generaci¨®n como Jorge E. Eielson, Washington Delgado o Blanca Varela?
R. Complacido de formar parte de esta generaci¨®n que es bastante importante en la literatura peruana. Debo agradecer al destino. Creo que el 50 peruano tambi¨¦n tiene, paralelamente, un 50 latinoamericano: en Argentina pienso en Juan Gelman, en Chile el mismo Lihn, en Venezuela S¨¢nchez Pel¨¢ez, Sabines en M¨¦xico. Veo el 50 muy prol¨ªfico y representativo tanto a nivel peruano como hispanoamericano.
P. En sus inicios los poetas suelen compartir lecturas y criticarse en grupo. ?En su caso su trabajo fue individual?
R. S¨ª, pero reconozco que compart¨ªa mis lecturas con otros poetas de mi generaci¨®n, aunque sin llegar a formar parte de ning¨²n grupo. Era un trabajo m¨¢s solitario, me reconozco como un lector de biblioteca p¨²blica, he le¨ªdo mucho en la Biblioteca Nacional (de Lima) y sol¨ªa leer en Nueva York en la biblioteca de la esquina de la calle 42. Me veo como un poeta-lector de biblioteca p¨²blica. He seguido estudios acad¨¦micos por cumplir los deseos de mis padres -de que yo tuviera un t¨ªtulo-, pero me sent¨ªa como un autodidacta. Yo mismo me trazaba mis lecturas: no de acuerdo a los preceptos de la universidad, sino a mis dictados personales, de modo muy libre. Empec¨¦ con la vanguardia -con el surrealismo-, en lugar de empezar con los cl¨¢sicos del Siglo de Oro, evidentemente hab¨ªa un desorden y creo que ese desorden es debido a esa gula que ten¨ªa por leer. La gula es desordenada tambi¨¦n, pero al final de cuentas he ordenado todo dentro de mi cerebro.
P. Cuando le incomodaba la falta de tiempo para ser escritor ?la familia era tambi¨¦n una carga o un insumo?
R. La vida familiar ha sido una fuente de inspiraci¨®n evidentemente. Lo que s¨ª hab¨ªa un desapego y un rechazo era a esta situaci¨®n laboral: como empleado en el Senado y como traductor en una agencia de noticias, en otro momento como periodista del diario Expreso. Pero esa situaci¨®n tensa, por tener dos trabajos, finalmente motiv¨® una fuente de inspiraci¨®n, algunos poemas relacionados con este tema existencial y, en el balance final, no me quejo.
P. En uno de sus poemas m¨¢s conocidos, de 1960, muestra su esperanza en que la tecnolog¨ªa facilite las cosas y nos deje tiempo para cultivarnos. ?En retrospectiva, ha sido as¨ª?
R. Es un balance favorable de lo que nos depara la tecnolog¨ªa y las computadoras. La computaci¨®n favorece que la poes¨ªa se divulgue, que los libros multipliquen las publicaciones.
P. ?Ha tenido p¨¢gina web propia?
R. No. Aunque hace casi 50 a?os me inclin¨¦ por la cibern¨¦tica, el uso de ella es bastante limitado de parte m¨ªa. Solo escribo mis textos en Word o respondo y escribo las cartas mediante el correo electr¨®nico. De ah¨ª no salgo. Si hay problemas tengo que consultarle a la gente joven, a mi hija, alg¨²n sobrino o amigo. Felizmente, a Dios gracias, s¨ª s¨¦ usar Google.
P. Varios poetas peruanos envejecen muy bien. ?Por qu¨¦?
R. Pero tambi¨¦n hay quienes mueren tempranamente, como Antonio Cisneros o C¨¦sar Calvo. En el caso m¨ªo es por haberme cuidado bastante cuando joven, he tratado de no tomar, no llevar una vida bohemia, y seguramente igual ocurre en otros poetas peruanos que han alcanzado una edad avanzada.
P. Pese a que no le entusiasm¨® su trabajo en el Congreso, tuvo un contacto cercano con quienes hac¨ªan pol¨ªtica por 20 a?os. ?C¨®mo ve la vida pol¨ªtica ahora?
R. Con un inter¨¦s limitado, como cualquier persona com¨²n y corriente. Evidentemente, uno se preocupa por lo que est¨¢ ocurriendo en el pa¨ªs donde uno vive pero lo miro con desenga?o a nivel peruano. Lo que deseo siempre, desde cuando era joven, es la uni¨®n hispanoamericana de nuestros pa¨ªses. Creo que al final de cuentas a eso vamos, pero a trav¨¦s de carriles democr¨¢ticos, no a trav¨¦s de dictaduras ni autoritarismos. Nos une el idioma, la lengua, que es la verdadera patria de uno.
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