Qu¨¦ sucede cuando se echa el tel¨®n del espect¨¢culo Bunbury
Josu Lapresa, redactor jefe de 'Rolling Stone', reconstruye en un libro los pasos hacia 'Peque?o', el disco que salv¨® al m¨²sico
Se apagan los focos y para la m¨²sica.
Cuando se desmantela el escenario del ¨²ltimo concierto de la gira que da un cantante o un grupo, se abre un par¨¦ntesis que no se indaga con frecuencia, el despojo del personaje de su disfraz y la aparici¨®n de la persona, con una imagen p¨²blica, pero tambi¨¦n con un trabajo, con luchas y dudas, los golpes con la realidad, aspiraciones, puertas que se intentan abrir y se resisten¡ Y con Bunbury, que act¨²a siempre, poner el ojo en esa mirilla era a¨²n m¨¢s complicado. ¡°Son historias maravillosas¡± estas del entrebastidores de una grabaci¨®n, dice Josu Lapresa (Pamplona, 1979), periodista musical y redactor jefe de Rolling Stone. Con el empe?o de revelar qu¨¦ sucede m¨¢s all¨¢ de las entrevistas de promoci¨®n que se quedan ¡ªo no¡ª en nuestras retinas, Lapresa ha escrito Peque?o: El disco que salv¨® a Bunbury (Lengua de Trapo, colecci¨®n Cara B), un libro que reconstruye como un rompecabezas de una ¨¦poca pre-Internet. Y el recorrido que hizo la exvoz de H¨¦roes hasta la creaci¨®n del disco que marc¨® un antes y un despu¨¦s en su carrera, en un intento de separar al m¨²sico de esa imagen teatral, un ¨¢lter ego esc¨¦nico que es su propuesta a la vez que su c¨¢rcel. ?C¨®mo es Enrique Ortiz de Land¨¢zuri cuando deja de actuar? ?C¨®mo se articulan los engranajes del mundillo que rodea la m¨²sica?
1996. H¨¦roes del Silencio se separa despu¨¦s de pocos ¨¢lbumes, much¨ªsimo ¨¦xito y una horda de seguidores a los que dejan en ese fango particular que consiste en que desaparezca un referente para la ilusi¨®n. "?H¨¦roes, h¨¦roes, h¨¦roes!". El p¨²blico reclamaba a su banda en los conciertos que presentaban a Radical Sonora (1997), el primer trabajo en solitario de Bunbury, ¡°en el que se subi¨® al carro de una moda, y se traicion¨® a s¨ª mismo¡±. El ¨¢lbum no les dio motivos de alegr¨ªa. Y el patinazo fue descomunal, y crucial el momento para este zaragozano que Lapresa, describe ¡°como una estrella de rock enorme en este pa¨ªs¡±, un hombre que afrontaba por vez primera ¡°su primer paso atr¨¢s¡±, y el periodista lo cuenta con detalle. ¡°El libro est¨¢ muy ligado tanto a Peque?o como a Radical sonora, si no le hubiera salido mal, quiz¨¢ su carrera ser¨ªa totalmente distinta o no ser¨ªa¡¡±, explica. Y en ¨¦l se encuentran paso a paso, relatadas como un gran reportaje period¨ªstico, las influencias, los viajes, las reacciones o las conversaciones, a partir de entrevistas con Bunbury y su entorno, y el rastreo por biograf¨ªas, cr¨ªticas y cr¨®nicas, y vida de los fans.
Lapresa, un fan de Bunbury ¡°con altibajos; a veces, durmiente, a veces, activo¡± piensa que a este casi nunca se le ha hecho justicia. ¡°Su concepci¨®n del artista y del espect¨¢culo, de lo que cree que tiene que ofrecer al p¨²blico, no es habitual en este pa¨ªs y se tiende a frivolizar o a desde?ar y ver su fachada, y no el proceso¡¡±. Estilismos pensados al mil¨ªmetro, extravagantes u?as pintadas, maquillaje, boas que rodean el cuello, poses l¨¢nguidas¡ Bunbury no ha escatimado en gestos, colores y ropajes para construir un mundo, ese personaje de excesos, que se extiende a la coreograf¨ªa, las fotos, los s¨ªmbolos, el grafismo. ¡°Un grupo normal no tiene tantas aristas y no tiene tantos peligros, que es lo que le sucede a Bunbury; no puede permitirse retroceder. La culpa tambi¨¦n la tiene ¨¦l, despu¨¦s hay que aceptar que te juzguen por el continente y no el contenido¡±, reflexiona Lapresa, que defiende sin embargo la originalidad del artista: ¡°Su propuesta creo que es sincera pero entra?a riesgos, que te critiquen por fantasma. Su discurso hace que tenga que reaccionar a todo de manera extraordinaria, que se equivoque despu¨¦s de forma extraordinaria¡±. Y Lapresa considera que si bien es cierto que ha tomado prestadas cosas, lo ha hecho de una manera personal, con la aportaci¨®n de s¨ª mismo. ¡°Desde que existe el rock alguien ha copiado siempre a alguien¡±, zanja el autor del libro.
Y as¨ª, cuando lleg¨® Peque?o, ¡°no se esperaba nada aut¨¦ntico de este disco sin artificio; no se ha podido separar el prejuicio de su m¨²sica de verdad¡±. En el trabajo se ve¨ªan las influencias que a Bunbury despu¨¦s le abrieron un continente que lo recibi¨® y en el ahora que vive, de la mano de Aterciopelados como anfitriones. Pero hab¨ªa encontrado su camino, al menos por unos momentos. Y nuevos fans, el comienzo de las giras por Latinoam¨¦rica, el fin de las que daba en Europa, un sonido¡ ¡°Siempre est¨¢ cambiado, es una persona muy inquieta musicalmente. Es como si tienes cuatro ¨¢ngeles y demonios alrededor; pesa m¨¢s el que le da m¨¢s color al disco en el que trabaja", relata Lapresa que va desgranando los sentimientos del artista, peque?as experiencias, sus or¨ªgenes, en un trabajo en el que se ten¨ªa que confrontar con el celo y la reserva por su intimidad de Bunbury.
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