C¨¢maras para promover el cambio
El festival Hot Docs muestra documentales realizados con cineastas ciudadanos que graban su d¨ªa a d¨ªa
El t¨¦rmino periodismo ciudadano es controvertido y nadie parece ponerse de acuerdo en su definici¨®n. ?Se puede llamar periodista a aquella persona que se dedica al periodismo o captura im¨¢genes -ya sea en v¨ªdeo o fotograf¨ªa-- sin ning¨²n tipo de formaci¨®n? En el libro We the Media Dan Gillmor, director de Center for Citizen Media, un proyecto conjunto de la escuela de periodismo de UC Berkeley y el Berkman Center for Internet & Society de Harvard, data los comienzos del periodismo ciudadano al siglo XVIII cuando activistas como Thomas Paine comenzaron a publicar sus propios panfletos y material revolucionario. Nuevas technolog¨ªas como el tel¨¦fono o el tel¨¦grafo contribuyeron a que las noticas se pudieran propagar de forma m¨¢s amplia. En el siglo XX dos acontecimientos hist¨®ricos fueron capturados por videoaficinados, en los a?os 60 el asesinato del presidente John F. Kennedy y en los 90 la paliza propinada a Rodney King, un hombre de color, cuyo veh¨ªculo sobrepasaba los limites de velocidad permitidos. Internet y la web han contribuido a que cualquier persona pueda distribuir contenido m¨¢s facilmente y conectar con una mayor audiencia.
Matthew Van Dyke un americano que luch¨® contra las fuerzas de Gaddafi en Libia presenta estos d¨ªas en Hot Docs Point and Shoot, un trabajo que ha recibido recientemente el premio al mejor documental en Tribeca y que reflexiona sobre el periodismo ciudadano y la facilidad y la obesi¨®n por capturar todo lo que nos rodea aunque sea ¡°con un smartphone en una mano y un Kalashnikov en la otra¡±. Algunas organizaciones y ONGs se han hecho eco del poder que tienen las im¨¢genes para promover el cambio y entrenan y equipan a ciudadanos alrededor del mundo para que utilicen el v¨ªdeo en su lucha por los derechos humanos. Este es el caso de por ejemplo WITNESS, una ONG fundada por Peter Gabriel radicada en Brooklyn, Videre fundada por Oren Yakobovich quien puso en marcha la unidad de v¨ªdeo de la organizaci¨®n israel¨ª B¡¯tselem. Esta ¨²ltima se encuentra estos d¨ªas en el festival de documentales de Toronto para presentar un cortometraje que ya se pudo ver en enero en la Berlinale Smile and the world will smile back, rodado por la familia Al-Haddad de Hebr¨®n. En el 2007, se aprob¨® una ley en Israel que permite a los palestinos grabar los registros realizados por los israel¨ªes, algo que permitio a B¡¯tselem con fondos de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea comenzar el proyecto ¡°Shooting Back¡± con el que dot¨® de camaras a una red compuesta al d¨ªa de hoy por unos 200 voluntarios distribuidos entre el este de Jerusal¨¦n, Gaza y Cisjordania.
El objetivo del proyecto no s¨®lo es documentar los abusos de derechos humanos que ocurren en la zona sino tambien mostrar al mundo como es el d¨ªa a d¨ªa para mucha gente en las zonas ocupadas. ¡°Desde que comenzamos el proyecto hemos visto un descenso en la violencia utilizada por los soldados durante los registros, ya no pueden hacer lo que quieran porque todo queda registrado en camara¡±, afirma Anat Saragusti miembro de B¡¯Tselem. Quiz¨¢ en los registros haya mejorado la situaci¨®n pero como mostr¨® el documental ganador del Oscar el a?o pasado Cinco camaras rotas la tarea de documentar la ocupaci¨®n no es f¨¢cil y en muchos el equipo es confiscado o simplemente destrozado.
El material grabado no solo se utiliza para realizar campa?as de derechos humanos, en muchos casos ha sido vital a la hora de proveer de evidencia en juicios y ganar casos, como el de un granjero palestino que utiliz¨® el a?o pasado material grabado en c¨¢mara para probar que hab¨ªa estado trabajando un terreno mas de tres a?os, periodo requerido para evitar ser despose¨ªdo de su tierra.
En la pel¨ªcula mostrada en Toronto vemos lo que puede ser una noche cualquiera para una familia palestina. Suena la puerta, toca registro, soldados israel¨ªes entran en la casa y despiertan a los hermanos Diaa y Shatha al-Hadaad que r¨¢pidamente encienden las c¨¢maras. Diaa es acompa?ado fuera donde hace fr¨ªo y se le fuerza a estar de pie contra la pared hasta que deje de sonreir, ¡°Es un juego de control y de poder, en muchos casos esa es la din¨¢mica de los registros¡± dice Ehab Tarabieh, druso de origen sirio miembro tambien de B¡¯tselem y uno de los directores de la pel¨ªcula. Ehab no solo se encuentra en Hot Docs para presentar el corto sino tambi¨¦n para encontrar financiaci¨®n y asi poder convertirlo en un largometraje incluyendo m¨¢s material grabado por los voluntarios, eso si manteniendo el mismo sentido del humor que caracteriza este trabajo que ante la gravedad de la situaci¨®n que muestra nos hace sonreir.
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