Los testamentos de Mahfuz
Obra p¨®stuma del premio Nobel egipcio, 'Los sue?os' (Alianza) es el ¨¢lbum de recuerdos en el que el gran narrador ¨¢rabe mezcla realidad y fantas¨ªa, costumbres e ideolog¨ªa
De no surgir ya a estas alturas un nuevo caso de testamentos traicionados, como los llam¨® Kundera, no habr¨¢ ya nunca m¨¢s un nuevo libro del Nobel de 1988. Los sue?os es por partida doble su libro definitivo: es el que cierra una trayectoria de m¨¢s de medio siglo de narrativa y se dir¨ªa un ep¨ªtome de su prol¨ªfica obra. Los sue?os es p¨®stumo porque Mahfuz muri¨® en 2006. Los sue?os es esencial porque en ¨¦l conviven en paz sus distintos estilos y sus temas m¨²ltiples, sus g¨¦neros heter¨®clitos y sus poli¨¦dricos intereses. Es un cent¨®n de plata repujada, o una caja de cart¨®n con cenefas en la que se ordenan ideas y recuerdos, o un ¨¢lbum de fotograf¨ªas en el que se confunde la vida real con el deseo y la fantas¨ªa, o el diario personal de un ide¨®logo costumbrista, o de un costumbrista ide¨®logo.
Los sue?os es delicioso y tentador como una baklava que paladeas deambulando por un viejo local con las paredes colmadas de fotograf¨ªas en blanco y negro de escenas y de estampas que no puedes dejar de observar y que acaban absorbi¨¦ndote. Todas ellas fueron public¨¢ndose, como retazos de la ficci¨®n y de la memoria, en revistas cairotas entre 1999 y 2005, compil¨¢ndose en sendos vol¨²menes en ingl¨¦s en 2004, The dreams, y en 2007, Dreams of departure. Los ¨²ltimos escritos del que tal vez fue el m¨¢s grande narrador ¨¢rabe desde Sherezade, dotado de una capacidad ins¨®lita para reproducir el ritmo, el bullicio y las vidas cruzadas de la ciudad de El Cairo, como hicieron Joyce con Dubl¨ªn, Dos Passos con Nueva York o Jorge Amado con Salvador de Bah¨ªa.
Los sue?os es delicioso y tentador como una baklava que paladeas deambulando por un viejo local con paredes colmadas de fotograf¨ªas?
Las frituras y los colores pastel, Arcadias de c¨ªtaras y jazm¨ªn y miserias de la mezquindad humana, los avejentados despachos funcionariales y las voces lejanas trenzadas en conversaciones enmara?adas como la vida misma y sus sentimientos enfrentados, y a la vez con madera de cronista social, viendo el mundo desde un lugar m¨¢gico que solo ¨¦l conoc¨ªa, entre los antepasados fastuosos y los ignotos descendientes, observando la mosca posada en el vidrio del vasito de t¨¦ y a un tiempo atento al cambio social de la civilizaci¨®n ¨¢rabe. Tambi¨¦n Mahfuz podr¨ªa estar encerrado en una c¨¢scara de nuez y sentirse rey de un espacio infinito, el que incluye el de la abstrusa condici¨®n humana, el de quienes han sido condenados a la periferia del mundo, el del conflicto entre la modernidad y la religi¨®n, el de las lindes entre una marginalidad tangible y un para¨ªso de ficci¨®n, y el que no distingue entre la decepcionante realidad y el imaginario ecu¨¢nime y feliz.
Pasando p¨¢ginas de Los sue?os recordamos a Greta Garbo, vemos a una mujer en un div¨¢n, o¨ªmos ladrar a los perros callejeros cuando el sol decae y nos dejamos llevar por la algazara de los caf¨¦s, escuchamos confidencias familiares agazapados detr¨¢s de una celos¨ªa imaginaria. Sentimos la intensidad de la palabra ¡ª¡°tuve la sensaci¨®n de que la tristeza lo hab¨ªa inundado todo, como una repentina niebla¡±¡ª e imaginamos carruajes tirados por caballos alados, acompa?amos al narrador en su recuerdo de amores adolescentes entre jardines perfumados, o¨ªmos voces nocturnas de antiguas novias, entramos en ba?os p¨²blicos y barber¨ªas, y transitamos por el m¨ªtico pero desmitificado El Cairo.
Los sue?os deja entrever ecos de las descripciones en El Cairo Nuevo (1945; traducci¨®n en Alianza, 2011) y Jan Aljalili (1946; traducci¨®n en Alianza Editorial, 2007) de un barrio cairota bajo la convulsi¨®n ideol¨®gica de los a?os treinta y cuarenta (¡°?cu¨¢ndo dar¨ªa una conferencia sobre Freud y Marx igual que pod¨ªa darla sobre Maim¨®nides?¡±); contiene el realismo costumbrista de su novela de referencia El callej¨®n de los milagros (1947; traducci¨®n en Booket, 2011), que retrata la vida cotidiana de una urbe en ebullici¨®n en la que la radio sustituye a los poetas que recitan el Cor¨¢n. Tambi¨¦n reconstruye en forma de teselas de un mosaico social incompleto el Egipto islamista liber¨¢ndose de la tutela colonial de Occidente, al que dedic¨® su imprescindible Trilog¨ªa de El Cairo (una saga familiar entre 1917 y la Segunda Guerra Mundial escrita a mediados de los cincuenta e integrada por las novelas Entre dos palacios, Palacio del deseo y La azucarera); contiene trazas de los frutos metaf¨ªsicos de su ciclo existencialista iniciado con su novela El ladr¨®n y los perros (1961; traducci¨®n en Plaza & Jan¨¦s, 1991); recuerda aquellas conversaciones ir¨®nicas e inacabadas sobre el Egipto contempor¨¢neo hasta el asesinato de Sadar que le insuflaban vida eterna a El caf¨¦ de Q¨²shtumar (1984; traducci¨®n en Booket, 2007); contin¨²a en buena medida la atm¨®sfera on¨ªrica de enso?aci¨®n, entre lo espiritual y lo fant¨¢stico, que asfixia los espl¨¦ndidos relatos de El s¨¦ptimo cielo. Relatos de lo sobrenatural (1973-1999; traducido por Alianza Editorial, 2009).
Lean Los sue?os de Mahfuz como si mirasen una serie de Klee o una colecci¨®n de Morandi, o como si escuchasen las piezas que integran Gnossiennes de Satie, variaciones exquisitas sobre conceptos y sentimientos. El maestro cairota contempla la naturaleza y escucha a sus indignos hijos, dialogando con una y otros en una conversaci¨®n que se querr¨ªa interminable y que ¨¦l quiso fragmentar en delicados retales que llam¨® sue?os, el mejor de los cuales fue siempre ¡ªlo sabe cualquier lector de su ineludible Palacio del deseo, ¡°?Oh, los que os afan¨¢is persiguiendo la felicidad! Yo la he encontrado en la palabra vac¨ªa, en la confusa lengua extranjera, en el silencio tambi¨¦n, y en nada¡±¡ª su f¨¦rrea voluntad de escribir para erradicar de este mundo el desencanto.
Los sue?os. Naguib Mahfuz. Traducci¨®n de Mariano Antol¨ªn Rato. Alianza. Barcelona, 2014. 381 p¨¢ginas. 22 euros
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