Canci¨®n cl¨¢sica, imagen rompedora

La austriaca Conchita Wurst gan¨® Eurovisi¨®n 2014 con Rise like a phoenix, una intensa balada cl¨¢sica, orquestal, al estilo de las que trufan las bandas sonoras de las pel¨ªculas de James Bond. La drag queen, cuyo nombre real es Tom Neuwirth, no figuraba entre los cr¨¦ditos de la composici¨®n, pero su segura interpretaci¨®n, con un buen chorro no forzado de voz, destac¨® casi tanto como su poderosa imagen.

En segundo lugar quedaron los holandeses The Common Linnets con un cuidado medio tiempo country-pop al estilo Nashville contempor¨¢neo. No en vano, uno de sus compositores es Rob Crosby, profesional de la industria country con canciones firmadas en discos de grupos como Lady Antebellum, con cierto parecido al d¨²o holand¨¦s.

Pese a la inevitable irregularidad y la tendencia al efectismo ¡ªen sus t¨®picos extremos de balada o tema dance¡ª que se le presupone al concurso eurovisivo, hubo cierta variedad en el elenco de la final, con una curiosa escasez de los habituales elementos folcl¨®ricos (si exceptuamos el tipismo semipornogr¨¢fico de los atuendos de las representantes polacas, que musicalmente, por otro lado, hicieron dance-rap).

Tendencias triunfadoras en el pop actual como Bruno Mars (en el caso de pa¨ªs anfitri¨®n, Dinamarca) o Mumford & Sons (Malta) estuvieron presentes en el concurso. Los franceses Twin Twin quedaron los ¨²ltimos en las votaciones, pero su divertido tema eurodance Moustache, similar en sonido a la propuesta del belga Stromae o a su compatriota Yelle pudo merecer m¨¢s. La balada cl¨¢sica de Suecia Undo, de Sanna Nielsen, fue tercera, mientras que un tema bailable reminiscente del UK garage comercial del brit¨¢nico Craig David, Running del h¨²ngaro Andras Kallay-Saunders, fue la sorprendente cuarta clasificada.

El rotundo clasicismo de Conchita Wurst, unido a su rompedora propuesta est¨¦tica, se impuso a todos y se alz¨® con la victoria en Copenhague. Un triunfo diferente, siempre es de agradecer.