¡®Mr Turner¡¯: El pintor de la luz entre sombras

No hay nada peque?o en Cannes. Bueno, salvo los perros. Por alguna extra?a raz¨®n los canes m¨¢s en boga entre la ¨¦lite que visita la Croisette son de los que caben en un bolsillo. Pero todo lo dem¨¢s en este festival, que ayer inaugur¨® su 67? edici¨®n, es enorme. Hoteles gigantescos, guardaespaldas como armarios, yates que podr¨ªan desafiar el oc¨¦ano sin notar siquiera las olas. Y, claro, las salas de cine. La m¨¢s grande, el Gran ¡ªc¨®mo no¡ª Teatro Lumi¨¨re, presenta una pantalla fuera del com¨²n y un aforo para 3.000 personas. All¨ª se proyecta buena parte de la competici¨®n oficial. Y all¨ª, hace unas horas, se present¨® el ¨²ltimo trabajo del director brit¨¢nico Mike Leigh: Mr Turner.

El cineasta, ya ganador de la Palma de Oro en 1996 con Secretos y mentiras, regresa por quinta vez a la Croisette, en esta ocasi¨®n con la vida del c¨¦lebre artista rom¨¢ntico J. M. Turner (1775-1851), apodado ¡°el pintor de la luz¡± e identificado sobre todo con los extraordinarios paisajes que era capaz de retratar. ¡°Era un gran artista, uno de los mayores pintores de siempre, radicalmente revolucionario. Cre¨ªa que la tensi¨®n entre c¨®mo era este individuo y su trabajo pod¨ªa producir un buen filme¡±, asegur¨® Leigh en la rueda de prensa tras la proyecci¨®n.

Trailer oficial de 'Mr Turner', en ingl¨¦s.?

En efecto, Mr Turner cosech¨® unos cuantos aplausos al final de sus dos horas y media. Y tambi¨¦n resulta m¨¢s que evidente la diferencia entre el hombre y el artista que se?al¨® el director. Leigh retrata a una suerte de cerdo, al menos a juzgar por la cantidad de veces que gru?e, hura?o e indiferente a lo que ocurre a su alrededor, que se interesa por las mujeres solo cuando el deseo sexual le recuerda que existen y se pierde el funeral de su hija. Sin embargo, ante la tela o el cuaderno, se ve a un genio, creando obras tan deslumbrantes como Tormenta de nieve: An¨ªbal y su ej¨¦rcito cruzando los Alpes o El valiente Temeraire.

Timothy Spall pint¨®? durante los dos a?os previos al rodaje para encarnar a Turner

Como siempre, Leigh tira de realismo, de sus actores de toda la vida (Timothy Spall se mete en la piel de Turner) y de la ausencia total de guion. S¨ª hubo, por lo menos, preparaci¨®n previa. Entre otras cosas, porque Leigh llevaba tiempo deseando por fin realizar esta pel¨ªcula. ¡°Dos a?os antes de que empez¨¢ramos a rodar aprend¨ª a pintar y segu¨ª recibiendo clases. Tambi¨¦n me document¨¦ mucho. Aunque el filme no es del todo una biograf¨ªa. Cuenta que a veces los genios no est¨¢n dentro del contenedor m¨¢s rom¨¢ntico. Algunos son incluso soci¨®patas¡±, aclar¨® Spall.

El actor destac¨® que los pintores rom¨¢nticos ¡°fueron los primeros en pintar lo que sent¨ªan sobre lo que ve¨ªan y no solo lo que ve¨ªan¡±. Por ello, como en el caso de Turner, se acercaron a lo sublime, que ¨¦l entiende como la tensi¨®n entre ¡°el horror y la belleza de la naturaleza¡±. Bastante menos elevada fue otra explicaci¨®n que Spall tuvo que dar, sobre el secreto de sus perfectos gru?idos: ¡°Es la implosi¨®n de un hombre que quiere decir un mill¨®n de cosas y no dice ninguna¡±.

Precisamente ese sonido aprovech¨® Leigh para responder a si tiene algo en com¨²n con Turner. Eso s¨ª, el director record¨® que no basta con mucha documentaci¨®n o con ¡°leer todos los libros del mundo¡±, porque eso no hace que ¡°Turner aparezca ah¨ª, ante la c¨¢mara¡±. ¡°Hay que crear una narrativa alrededor¡±, explic¨® Leigh, quien se dijo convencido tambi¨¦n de que siempre intenta hacer pel¨ªculas distintas, aunque sea dentro de un marco parecido.

Distinto es tambi¨¦n, al menos por argumento, el filme africano que anoche dio el aplaudido pistoletazo de salida a la secci¨®n oficial: Timbuktu, del director mauritano Abderrahmane Sissako, en su tercera aparici¨®n en Cannes. Con un estilo pl¨¢cido, el largo describe un drama que de tranquilo no tiene nada: el fundamentalismo isl¨¢mico y sus tr¨¢gicas consecuencias. As¨ª, los guerrilleros extremistas que se apoderan de Tumbkut¨² ¡ªrealmente ocurri¨®, en 2012¡ª, empiezan a prohibir todo lo que la Sharia establezca o a ellos se les ocurra. Detenerse en la puerta de casa, reunirse con unas cuantas personas, hasta tocar la guitarra puede ser motivo suficiente para llevarse 40 latigazos o ser enterrado y asesinado a pedradas. Cuando los islamistas llegan a prohibir el f¨²tbol, los j¨®venes de la ciudad protestan a su manera, jugando un partido con bal¨®n imaginario.

El filme iba a ser un documental, pero acab¨® virando hacia la ficci¨®n?

Sissako tuvo la idea de la pel¨ªcula por la lapidaci¨®n real de una pareja en Mal¨ª, culpable de no estar casada. ¡°Los medios cerraron los ojos. Aguelhok [la ciudad donde ocurri¨® el suceso] no es ni Damasco ni Teher¨¢n¡±, asegura el cineasta en el folleto promocional del filme. Y en su rueda de prensa a?adi¨® que lo que le movi¨® ¡°no fue tanto el hecho en s¨ª, sino que nadie hablara de ello¡±.

El filme iba a ser un documental, tanto que mantiene un estilo real y contemplativo muy t¨ªpico del g¨¦nero, pero finalmente acab¨® siendo una obra de ficci¨®n, aunque dram¨¢ticamente aut¨¦ntica. Y para algunos actores fue su primera experiencia profesional. En la rueda de prensa, el reparto aprovech¨® para relatar el m¨¦todo extremadamente ponderado con el que trabaja Sissako, a base de explicaciones de todos los detalles y decenas de reuniones.

El director cont¨® que para ¨¦l era importante retratar a los yihadistas no como estereotipos malos sino como personas, ¡°porque son humanos¡±. Tanto debe de importarle su mensaje que, en un momento de su discurso, Sissako tuvo que suspender las palabras, secarse las l¨¢grimas a punto de salir y recobrar la fuerza para seguir hablando. ?l tambi¨¦n, por lo visto, es humano.