Muere Gordon Willis, director de fotograf¨ªa de ¡®El Padrino¡¯ y ¡®Manhattan¡¯
El Pr¨ªncipe de las Tinieblas, como le llamaron algunos, ilumin¨® la saga de Francis Ford Coppola Tambi¨¦n colabor¨® en ocho largos de Woody Allen, entre ellos 'Annie Hall' y 'Stardust Memories'
Hijo de un maquillador de la Warner Brothers, a Gordon Willis le debemos una manera de ver. Fallecido a los 82 a?os, el meticuloso y obsesivo director de fotograf¨ªa se convirti¨® en leyenda cuando revolucion¨® con su c¨¢mara las luces y sombras de un cine que, de su mano, encontr¨® una nueva expresi¨®n, m¨¢s sombr¨ªa y naturalista. El Pr¨ªncipe de las Tinieblas, como le llamaron algunos, ilumin¨® para Francis Ford Coppola las tres pel¨ªculas de la saga de El Padrino; para Woody Allen ocho de sus largometrajes m¨¢s emblem¨¢ticos, entre ellos las obras maestras Annie Hall y Manhattan, y para Allan J. Pakula Klute y Todos los hombres del presidente, cuyos contrastes entre la luminosa redacci¨®n del Washington Post y las negras catacumbas del caso Watergate marcaron la memoria visual de los a?os 70 y una manera de entender una fat¨ªdica era.
Willis achacaba su estilo visual a su condici¨®n de hombre de la Costa Este. Nacido en Queens, Nueva York, en 1931, ¨¦l y su familia aprendieron a salir adelante por el t¨²nel de La Gran Depresi¨®n. Estar lejos de Hollywood le permiti¨® idear mundos que jam¨¢s se hubiesen permitido bajo los estrictos par¨¢metros est¨¦ticos de los grandes estudios. Cuando en 1972 se estrena el primer Padrino el impacto y la pol¨¦mica fue may¨²scula. A Marlon Brando, su principal estrella, no se le ve¨ªan los ojos, que aparec¨ªan como dos cuencas negras y oscuras.
El rostro del actor, envejecido con un pesado maquillaje, permanec¨ªa en gran parte del metraje a oscuras. Un trabajo con luz cenital que en realidad naci¨® como una necesidad para ocultar el trabajo de cabina y hacer cre¨ªble que el actor, entonces con 48 a?os, pasara por un hombre casi anciano. ¡°Me criticaron mucho porque no se ve¨ªan sus ojos¡±, cont¨® a?os despu¨¦s Willis. ¡°Lo cierto es que muchas veces ocult¨¦ sus ojos a prop¨®sito porque eso acentuaba el misterio de un personaje del que en realidad nunca sabemos en qu¨¦ est¨¢ pensando¡±.
Imitado hasta la saciedad, Willis convirti¨® en arte la baja exposici¨®n, la pantalla casi negra, los personajes en sombra, caminando como fantasmas por pantallas que llevaban la oscuridad de las pesadillas al territorio de los sue?os. ¡°Su muerte es una enorme p¨¦rdida¡±, ha se?alado el presidente de la Asociaci¨®n Americana de Directores de fotograf¨ªa , Richard Crudo, ante la noticia de su desaparici¨®n. ¡°?l era un gigante que cambi¨® radicalmente el aspecto de las pel¨ªculas¡±. Willis, que solo recibi¨®, en 2010, un Oscar tard¨ªo honor¨ªfico, sol¨ªa quitarle importancia a su contribuci¨®n a la historia del cine. ¡°Yo solo imaginaba las cosas de otra manera. Pero no lo hac¨ªa para provocar a nadie, lo hac¨ªa solo porque me gustaba as¨ª¡±.
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