El hispanismo heroico de Johan Brouwer
La primera novela traducida al espa?ol del hispanista holand¨¦s, testigo privilegiado de la Guerra Civil, es una met¨¢fora de su compleja personalidad y su agitada vida
El doble t¨ªtulo de la primera novela traducida al espa?ol del hispanista holand¨¦s Johan Brouwer (1898-1943) es una met¨¢fora de su compleja personalidad y agitada vida. Protestante ortodoxo en origen y cat¨®lico en la madurez; convicto por complicidad en un asesinato, redimido, en lo espiritual, por la lectura de los m¨ªsticos espa?oles; historiador de aliento po¨¦tico; espectador privilegiado de la pugna entre las dos Espa?as; renegado del bando insurgente durante la Guerra Civil y partidario luego de la Rep¨²blica, su tr¨¢gico final como h¨¦roe de la Resistencia en su pa¨ªs, componen solo algunos pasajes de una biograf¨ªa que supera cualquier ficci¨®n. Quiz¨¢ por ello, Maarten van de Moer, el seud¨®nimo elegido para firmar la primera edici¨®n en 1939, sea tambi¨¦n su alter ego. Un tipo que entra en la Guerra Civil como brigadista internacional y acaba inventariando las obras de arte escondidas en los s¨®tanos de la iglesia de San Francisco el Grande, en Madrid.
De haberse quedado ah¨ª, Brouwer habr¨ªa escrito una pieza de trasfondo b¨¦lico y tono casi cinematogr¨¢fico. Porque incluso el elemento sentimental es un imposible: el protagonista viaja a Espa?a en busca de un amor so?ado y acaba combatiendo en la capital asediada de 1936. Sin embargo, la erudici¨®n del autor y el profundo conocimiento de la cultura espa?ola, unido a sus demonios personales, dan un vuelco argumental. Seg¨²n el rumor popular, la Iglesia se libr¨® de las bombas porque la proteg¨ªan fuerzas superiores. De su lado, Alonso P¨¦rez de Guzm¨¢n, duque de Medina Sidonia, comand¨® la Armada Invencible en 1588 y necesitaba el tesoro en cuesti¨®n. La mezcla de ambos ingredientes otorga al relato un aire de novela g¨®tica, donde conviven la historia, el misterio y la parapsicolog¨ªa. Una ciencia alternativa muy en boga en su momento practicada por el autor, amante de lo inexplicable.
Brouwer, aun siendo en su d¨ªa m¨¢s conocido que su colega brit¨¢nico Gerald Brenan, nunca ha llegado a Espa?a y tal vez se deba a lo dif¨ªcil que resulta etiquetarle. No encaja, porque parte de una visi¨®n idealizada del catolicismo espa?ol ¡ªy de Espa?a misma como refugio espiritual frente a las sociedades materialistas del norte de Europa¡ª y desemboca en la defensa de la v¨ªa republicana. Mantuvo contactos, entre otros, con Bergam¨ªn, Unamuno, Machado y Jos¨¦ Mar¨ªa Sempr¨²n, embajador espa?ol en La Haya y padre del escritor Jorge Sempr¨²n. Su relaci¨®n con Ortega y Gasset fue m¨¢s estrecha, y el pensador le debe al holand¨¦s el ¨¦xito de La rebeli¨®n de las masas en los Pa¨ªses Bajos. Pero cuando Ortega declina tomar partido durante la guerra espa?ola, Brouwer critica ¡°a los que animan el ideal republicano y luego no hacen nada¡±.
Que su vida acabara en 1943 frente a un pelot¨®n nazi de fusilamiento, junto con otros resistentes, por destruir las fichas de 70.000 vecinos jud¨ªos de ?msterdam, cierra un c¨ªrculo apasionante. Hasta los a?os cincuenta, Brouwer era una leyenda por haber luchado por la libertad y la dignidad. Una d¨¦cada despu¨¦s, su nombre ya sonaba solo en los c¨ªrculos hispanistas. Al fin en espa?ol, el libro tiene tambi¨¦n un significado especial para la traductora, Isabel-Clara Lorda Vidal. Estaba en la biblioteca familiar y fue un regalo de la viuda del escritor a su padre, Felipe Lorda, quien fue cr¨ªtico y catedr¨¢tico de literatura espa?ola en la Universidad de ?msterdam. Sin duda una pirueta del destino que Brouwer habr¨ªa apreciado.
Los tesoros de Medina Sidonia (A la sombra de la muerte). Johan Brouwer. Pr¨®logo de Hendrik Henrichs. Traducci¨®n y ep¨ªlogo de Isabel-Clara Lorda Vidal. Berenice. C¨®rdoba, 2014. 280 p¨¢ginas. 18 euros
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