Palabras que carga el diablo

En los ¨²ltimos minutos de este documental estremecedor, Errol Morris da un sentido simb¨®lico a las im¨¢genes a¨¦reas del oc¨¦ano que han ido puntuando la larga conversaci¨®n entre el cineasta y Donald Rumsfeld, responsable de Defensa bajo los mandatos de Gerald Ford y George W. Bush: un mar de palabras, capaces de recombinarse en oleadas para tergiversar sentidos y oscurecer las relaciones entre objeto y significado. The unknown known es el retrato de un hombre inquietante ¡ªRumsfeld, turbador aspecto de hombre entre la multitud; una arrogancia casi obscena congelada en su sonrisa autosatisfecha¡ª, pero, tambi¨¦n, un tratado sobre los usos perversos del lenguaje, como queda expresado en un t¨ªtulo que Morris extrae de uno de los memor¨¢ndums del pol¨ªtico que no hubiese desentonado en los libretos de Sopa de ganso (1933) o ?Tel¨¦fono rojo? Volamos hacia Mosc¨² (1964): ¡°Existen certezas conocidas. Existen incertidumbres conocidas. Existen incertidumbres desconocidas, pero tambi¨¦n hay certezas desconocidas. Es decir, cosas que creemos saber, pero que resulta que desconoc¨ªamos¡±.

Morris decide tomar el lenguaje como ring para su fascinante duelo con Rumsfeld y utiliza como arma los memor¨¢ndums que este escrib¨ªa y archivaba obsesivamente, en una singular percepci¨®n de la posteridad que le emparentar¨ªa con uno de sus primeros valedores, Richard Nixon. Rumsfeld redact¨® m¨¢s de veinte mil memor¨¢ndums durante sus ¨²ltimos seis a?os al frente del Pent¨¢gono, lo que cifrar¨ªa en millones el total de sus documentos de circulaci¨®n interna a lo largo de su carrera. Morris obliga a Rumsfeld a leer en voz alta algunos de esos textos, a la b¨²squeda de fracturas de sentido, espejismos verbales y agujeros negros, pero acaba asumiendo que est¨¢ frente a un enemigo duro, alguien que ha encontrado en el uso diab¨®lico de la palabra el suced¨¢neo de una moral.

¡°La ausencia de pruebas no prueba la ausencia de nada¡± fue la frase calcet¨ªn tras la que se parapet¨® Rumsfeld respecto al tema de las armas de destrucci¨®n masiva en Iraq. El pol¨ªtico recrimina al documentalista el ¨¦nfasis en el tono cuando utiliza la palabra obsesi¨®n o le exige el uso del plural cuando percibe una flaqueza (verbal) en el esp¨ªritu patri¨®tico del interlocutor. Es el Rumsfeld que presume de haber intentado deshacerse de palabras durante sus a?os de poder y que exig¨ªa a sus subordinados que buscasen el exacto significado de t¨¦rminos como terrorismo, victoria o (?ag¨¢rrense!) varios. Morris logra una victoria simb¨®lica (y versallesca) sobre Rumsfeld cuando logra que ¨¦ste tropiece en su propia argumentaci¨®n sobre las ¡°certezas desconocidas¡±, aunque su sonrisa arrogante no desaparezca del plano.