La obsesi¨®n por ¡®descubrir¡¯ un Dal¨ª... y colocarlo en el mercado
El bi¨®logo y pintor Bartomeu Payeras reclama en un acto en Madrid la autenticidad de un cuadro del artista, comprado en 1988
En 1988, el bi¨®logo y pintor mallorqu¨ªn Bartomeu Payeras (Tomeu L'Amo es su nombre art¨ªstico) se encontr¨® en un almac¨¦n de antig¨¹edades de Girona un cuadro que desde entonces no ha dejado de obsesionarle. Pag¨® por ¨¦l 150 euros y se lo llev¨® convencido de que se trata de una de las primeras obras de Salvador Dal¨ª, un cuadro de 100 por 70 cent¨ªmetros fechado en 1921 y firmado y dedicado en la parte inferior derecha. A lo largo de estos 26 a?os Bartomeu Payeras, de 59, no ha dejado de hacer todo lo posible para conseguir que su Dal¨ª logre los certificados necesarios para andar por el mundo y, sobre todo por el mercado, como una obra maestra del genio de Cadaqu¨¦s. En todo este tiempo no ha conseguido m¨¢s que silencio por parte de la Fundaci¨®n Dal¨ª, la entidad que desde su creaci¨®n ha velado por la limpieza de la obra de un artista que durante un tiempo estuvo bastante contaminada. La fundaci¨®n se ha limitado a decir a este peri¨®dico: "Esta obra no est¨¢ incluida en el Cat¨¢logo Razonado de Pinturas de Salvador Dal¨ª".
La obra, titulada El nacimiento intrauterino de Salvador Dal¨ª, estar¨ªa inspirada en el hermano peque?o y del mismo nombre del artista, muerto con solo siete a?os. A la derecha de la composici¨®n se ve un huevo envuelto en luces doradas de las que sale un ¨¢ngel que a su vez est¨¢ rodeado por seis figuritas que le adoran. La obra ya fue objeto de un libro presentado hace un a?o y editado por el propio Payeras.
En la tercera planta del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, Payeras ha escenificado hoy su pen¨²ltimo intento de convencer al mundo de que su Dal¨ª es aut¨¦ntico. Bajo el paraguas de la empresa Art & Signature (una compa?¨ªa especializada en ayudar a poner en el mercado obras cuestionadas haciendo que los expertos se pronuncien sobre la pieza) la llamada "presentaci¨®n mundial" ha reunido a Carmen Sandalinas, licenciada en Bellas Artes y encargada de certificar la autenticidad de los pigmentos y la tela utilizada por Dal¨ª y Pedro Venzal, historiador y experto en criminal¨ªstica documental, quien ha asegurado que la firma de Dal¨ª no admite dudas para ¨¦l ("aunque nunca hay dos firmas exactas de nadie", ha afirmado) y que ha trabajado sobre 200 documentos manuscritos del pintor.
Esta obra no est¨¢ incluida en el Cat¨¢logo Razonado de Pinturas de Salvador Dal¨ª.
Bartomeu Payeras ha relatado el cuarto de siglo largo que ha dedicado a buscar informaci¨®n t¨¦cnica, bibliogr¨¢fica y art¨ªstica sobre la obra del artista en general y sobre la tela por ¨¦l encontrada en particular. El uso de la numerolog¨ªa relacionada con las claves de varias sociedades secretas le ha servido a Payeras para descifrar el ¨®leo. "En definitiva", ha asegurado, "se trata de la partida de nacimiento del divino Dal¨ª a partir de un huevo. Por su estilo y narrativa coincide con las obras del Renacimiento".
El ¨²ltimo en intervenir ha sido Nicol¨¢s Descharnes, hijo de Robert Descharnes, uno de los colaboradores de Dal¨ª que termin¨® apartado de la Fundaci¨®n. Para ¨¦l, no hay duda de que se trata de una obra surrealista realizada en 1921 aunque el movimiento no arrancar¨ªa como tal hasta 1924. Tampoco dio importancia el experto a que se trate de una obra que no figuraba en ning¨²n registro. La juventud de Dal¨ª en aquel momento (menos de veinte a?os) no parec¨ªa considerar necesario inventariar todas sus ocurrencias.
Testigo mudo de todo el rosario de intervenciones, montada en su caballete y cubierta con un velo negro, parec¨ªa estar la obra adquirida en Girona y primorosamente restaurada en Mallorca. Pero no, lo que se ocultaba bajo el trapo oscuro era una copia ya que su descubridor ya no ostenta la propiedad sobre el lienzo. "Los derechos los tiene la empresa que ha organizado este evento", confes¨® con esfuerzo. "Ya no es m¨ªa. Est¨¢ a la venta, pero no pienso hablar de cifras porque estamos muy cerca de Hacienda y hasta las chimeneas oyen", ha bromeado.
Babelia
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