Fonchito se hace peque?o
Vargas Llosa recupera uno de sus personajes para un cuento infantil en la colecci¨®n 'Mi primer...' 'Fonchito y la Luna' se distribuye este domingo con EL PA?S por 6,95 euros
A Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936) no le sali¨® el cuento a la primera. Cuando el Premio Nobel de Literatura decidi¨® por primera vez, hace a?os, adentrarse en el mundo de la literatura infantil, tuvo que claudicar. ¡°Trabaj¨¦ mucho y desist¨ª. Me derrot¨® el g¨¦nero¡±, cuenta desde su casa de Madrid. A la segunda le sali¨® algo mejor. Fue Arturo P¨¦rez-Reverte quien le convoc¨® para que formara parte de la colecci¨®n Mi primer¡, un conjunto de libros para ni?os escritos para mayores editado por Alfaguara. El escritor peruano vio la oportunidad perfecta para quitarse la espinita, y sali¨® Fonchito y la Luna, segundo t¨ªtulo del conjunto publicado en 2010 y que se distribuye este domingo con EL PA?S por 6,95 euros. Cada domingo, hasta el 22 de junio, los lectores del diario podr¨¢n adquirir uno de los libros de la colecci¨®n. ¡°A Fonchitolo hice pasar una prueba definitiva. Le¨ª el cuento a mi nieta Aitana y le ped¨ª que me lo repitiera. Me lo cont¨® casi con las mismas palabras¡±. Un ¨¦xito.
Fonchito, el ni?o enamorado de una compa?era de clase que se las ingenia para regalarle la Luna, no es un desconocido para el autor. Un personaje del mismo nombre aparec¨ªa ya en la novela Elogio de la madrastra (1988) y volver¨ªa a hacerlo m¨¢s tarde en El h¨¦roe discreto (2013). Incluso hacen un cameo su padre, Rigoberto, y su madre, que los jueves ¡°juega al bridge con sus amigas¡±. Aunque el antiguo Fonchito era algo m¨¢s mayor, el escritor le quita en el cuento algunos a?os ¡ªy los tintes incestuosos de su relaci¨®n con la madre, por supuesto¡ª para hacerle vivir su primera historia de amor.
O su ¡°embri¨®n¡±, ¡°porque los ni?os son demasiado ni?os y la historia est¨¢ a nivel de juego y casi sin malicia¡±. Una tem¨¢tica, la amorosa, poco frecuente en los libros para ni?os aunque muy presente, recuerda Vargas Llosa, en la vida de los peque?os. Fonchito no es el ¨²nico chaval que piensa en ¡°besar las mejillas de Nereida, la ni?a m¨¢s bonita de su clase¡±.
La dificultad estribaba, cuenta, en tirar de la memoria (o adoptar la experiencia de otros, como la de la nieta Aitana) para recuperar el para¨ªso perdido de la infancia. Algo que refieren todos los autores de los ocho t¨ªtulos de la colecci¨®n, Javier Mar¨ªas, Eduardo Mendoza, Juan Mars¨¦, Almudena Grandes, Luis Mateo D¨ªez, Enrique Vila-Matas y los propios P¨¦rez Reverte y Vargas Llosa. Pero tampoco bastaba con encontrar la historia, hab¨ªa que desbrozar el idioma de los a?adidos usados por los adultos. Aunque no necesariamente en ese orden: ¡°No puede escribirse en un lenguaje obtuso, complejo. Y la trama tiene que estar concebida a ese efecto¡±. La dulce y sencilla historia del amor de Fonchito se escribe con palabras dulces y sencillas: ¡°Uno de esos raros d¨ªas en que luc¨ªa en el cielo lime?o una Luna redonda como un queso¡¡±. Y esa luna queda retratada por los trazos de Marta Chicote Juiz, que ilustra el mundo de Fonchito y su amada Nereida, en opini¨®n del escritor, ¡°de una manera muy delicada, como es la historia. Los dibujos calzaban perfectamente con el esp¨ªrititu del libro¡±.
Fonchito vive un ¡°embri¨®n¡± de historia de amor con su compa?era Nereida,?¡°casi sin malicia¡±
La esperanza del escritor no est¨¢ ¨²nicamente en que los peque?os disfruten de la lectura, o de la narraci¨®n oral, del cuento. Vargas Llosa recuerda sus primeras lecturas ¡ªprecoces, ya que aprendi¨® a leer a los cinco a?os¡ª y aspira a entrar en ese peque?o Olimpo de los libros de infancia. ¡°De ni?o fui un lector voraz. Inmediatamente descubr¨ª que la literatura le hac¨ªa vivir a uno aventuras extraordinarias. Esas lecturas me abrieron el apetito y no ces¨® nunca, todav¨ªa veo la lectura como el placer de los placeres¡±. El mismo que brinda hoy, cerrando el ciclo, a sus j¨®venes lectores.
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