El nuevo chico dorado del jazz
El pianista estadounidense de origen indio Vijay Iyer, figura clave del g¨¦nero, explora los territorios de la m¨²sica cl¨¢sica en su nuevo disco, ¡®Mutations¡¯
La polifac¨¦tica estrella del piano de jazz Vijay Iyer, estadounidense de origen indio, atendi¨® recientemente a la prensa internacional en el centro de una gigantesca estancia vac¨ªa del Haus der Kunst en M¨²nich, cuyo silencio solo se ve¨ªa interrumpido por su voz monocorde y por el crujir de las vigas de un edificio con mucho que lamentar; el hoy pujante centro de arte contempor¨¢neo fue levantado en 1937 por Hitler para mostrar al mundo las excelencias creativas del Tercer Reich. Esa misma noche, Iyer (Albany, 1971) estren¨® en otra de las dependencias del mastodonte y ante una audiencia respetuosa una suite dividida en 10 partes para piano, electr¨®nica y cuarteto de cuerda titulada Mutations, durante la presentaci¨®n mundial de su ¨²ltimo y hom¨®nimo disco, el primero publicado tras su fichaje por el legendario sello muniqu¨¦s de jazz y m¨²sica contempor¨¢nea ECM.
El nuevo contrato y el radical cambio de registro en su fulgurante carrera, que lo llev¨® el a?o pasado a batir todos los r¨¦cords al quedar primero en cinco de las categor¨ªas de la lista que publica desde hace seis d¨¦cadas la revista de Downbeat, fueron lo m¨¢s parecido a una noticia bomba en el quieto mundo del jazz comercial actual. Y sin embargo el chico, graduado en Matem¨¢ticas y F¨ªsica por la Universidad de Yale, doctor por la de Berkeley en Cognici¨®n Musical, becado en 2013 por la Fundaci¨®n MacArthur y flamante profesor en Harvard, no ve¨ªa motivo para el revuelo. ¡°Es mi disco n¨²mero 18?, no es el primero de nada¡±, repet¨ªa con timidez.
El int¨¦rprete fue distinguido en 2013 con una beca McArthur
Los aficionados a su m¨²sica quiz¨¢ s¨ª noten los cambios. La parte m¨¢s exitosa de su carrera, discos en tr¨ªo y a piano solo con t¨ªtulos como Accelerando, Human Nature o Historicity, se ven¨ªa desarrollando en ACT, otro sello de¡ M¨²nich. No solo eso, Mutations parece un decidido esfuerzo por romper con lo anterior: frente a las sonoridades cristalinas de un repertorio alimentado por composiciones propias, piezas de jazz de vanguardia y adaptaciones de c¨¦lebres canciones pop de estrellas como Michael Jackson o M.I.A., lo nuevo de Iyer se ajusta m¨¢s a los modos de la cl¨¢sica.
¡°Puedo entender que todo eso sea significativo para los dem¨¢s, pero no puede serlo para m¨ª. Es una pieza que escrib¨ª por encargo en 2005 y nunca la hab¨ªa registrado, b¨¢sicamente porque nadie la quer¨ªa¡±. ?Y por qu¨¦ empezar su nueva etapa con algo tan inesperado? ¡°Es elecci¨®n de Manfred [Eicher, productor del ¨¢lbum y fundador de ECM], creo que quer¨ªa un contraste con lo que yo hab¨ªa hecho en el pasado¡±.
En efecto, el cat¨¢logo del sello podr¨ªa ser el ¨²nico lugar con cabida para todas sus inquietudes. ECM es conocido tanto por ser la casa desde hace cuatro d¨¦cadas del pianista Keith Jarrett o del compositor Arvo P?rt, como por cobijar todo lo que queda de camino entre ambos extremos. E Iyer es un artista decididamente ecl¨¦ctico: ha grabado desde m¨²sica electr¨®nica con el poeta Mike Ladd (su ¨²ltimo proyecto lo construyeron a partir del relato de los sue?os de veteranos negros de Irak y Afganist¨¢n) a improvisaci¨®n de inspiraci¨®n hind¨². ¡°Hasta ahora iba de un sello a otro. Con ECM se acab¨® competir conmigo mismo¡±. Para este a?o promete ¡°un proyecto con un director de cine¡± y para el pr¨®ximo, ¡°un ¨¢lbum con su tr¨ªo¡±.
Durante el recital de esa noche se vio a un Eicher concentrado en la m¨²sica al lado de la mesa de mezclas, como corresponde a un orfebre de la producci¨®n, art¨ªfice de un sonido, el sonido ECM, que un eslogan de la compa?¨ªa defini¨® con acierto comercial como ¡°el m¨¢s bello despu¨¦s del silencio¡±.
Este trabajo es el primero que edita tras fichar por el c¨¦lebre sello ECM
¡°Me he convertido en un creyente tras trabajar con ¨¦l; fue muy respetuoso¡±, respondi¨® Iyer a la pregunta de si el tipo es en el estudio tan desp¨®tico como dicta la fama que lo precede. La sinton¨ªa entre ambos se escenificar¨ªa terminado el recital, durante la cena anual de la compa?¨ªa, celebrada con distribuidores llegados de todo el mundo para conocer al nuevo ojito derecho del jefe.
Al d¨ªa siguiente, durante el desayuno, Iyer lamentaba la incomprensi¨®n con la que Mutations se ha topado en EE UU, ¡°sobre todo entre los cr¨ªticos de jazz¡±. Como estudiante durante 15 a?os de viol¨ªn cl¨¢sico, antes de pasarse a la improvisaci¨®n deslumbrado por Art Tatum o Cecil Taylor, las categor¨ªas ¡°no sirven¡±, dice, en su forma de ver el mundo. Tampoco en su labor docente en Harvard, donde imparte un curso sobre m¨²sica en el que cabe Stravinski o Sun Ra, Debussy o Amiri Baraka.
Con este ¨²ltimo, poeta afroamericano, te¨®rico del jazz y activista pol¨ªtico recientemente fallecido, colabor¨® Iyer en los noventa. ¡°Result¨® una p¨¦rdida inesperada¡±, recuerda. ¡°Y toda una revelaci¨®n: cuando muri¨® me di cuenta cu¨¢n empotrado sigue el racismo en las instituciones tradicionales estadounidenses. Los grandes diarios no pudieron celebrar en los obituarios su figura como la de un artista e intelectual innovador, no. Tuvieron que presentarlo como una figura polarizadora. Eso es lo que hace que la gente compre peri¨®dicos o den al clic en el ordenador. Dado que se trata de un negocio que pelea por su supervivencia, se da esa triste circunstancia: prefieren dar la raz¨®n a uno u otro lado que hacer pensar a la gente¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.