Una moda
En Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha se ha autoproclamado primer ministro. El golpe de Estado est¨¢ marcando tendencia
Siempre asociamos el concepto de moda al mercado de la ropa, porque nos da un poco de reparo analizar si existe ese proceso caprichoso, basado en la imposici¨®n y luego el abandono, en otros asuntos de m¨¢s trascendencia. El mecanismo de la moda puede que se contagie a otros aspectos de nuestra forma de vivir. En Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha se ha autoproclamado primer ministro tras un golpe de Estado r¨¢pido e higi¨¦nico. Y lo sorprendente ha sido la naturalidad con que se ha recibido en el mundo. Es ah¨ª donde quiz¨¢ deber¨ªamos reparar, porque puede que est¨¦ desvelando una tendencia de temporada.
El golpe de Estado en Egipto, y los levantamientos sofocados en Libia, son excusados ante el avance del islamismo radical en sus instituciones y significan la correcci¨®n definitiva al concepto de primavera ¨¢rabe, entendida como esa primavera de El Corte Ingl¨¦s, de quita y pon. Y puede que las votaciones europeas est¨¦n se?alando un camino hacia la exacerbaci¨®n nacionalista y la divisi¨®n continental, inaceptable hace algunas d¨¦cadas. La cabeza de tendencia la marcar¨ªa China, cuya econom¨ªa globalizada no ha tenido que pasar por un proceso pol¨ªtico de apertura, evidenciando las ventajas que para una sociedad de consumo significa tener un Gobierno autoritario. Ventajas que los dem¨¢s parecen envidiar en lugar de denunciar. La reforma de la ley de justicia universal, chapuza sumisa de nuestro Gobierno, ser¨ªa la forzada operaci¨®n bikini para que te entre la moda del momento en el cuerpo de siempre.
En el caso ruso, la nostalgia sovi¨¦tica a lo vintage corrige el paso internacional, incluida Siria, donde se concluye que m¨¢s vale dictador conocido que democracia por conocer. La libertad se acompleja frente a la autoridad. Ni Ir¨¢n, por un lado, ni ciertas dictaduras petrol¨ªferas ¨¢rabes por el otro, reciben ninguna contestaci¨®n internacional. Sometidos todos al imperio del dinero, donde unas entidades de calificaci¨®n se permiten tasar a los pa¨ªses libres incluso a dos d¨ªas de las elecciones europeas, con una intervenci¨®n directa y sin tregua electoral sobre su opini¨®n p¨²blica, no parece raro que implantar la dictadura del mercado termine por bendecir la dictadura directa ni que para combatirla muchos a lo m¨¢ximo que aspiren es a imponer la dictadura contraria. El golpe de Estado est¨¢ marcando tendencia.
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