Tachuelas y rock en los premios Max

Festivo y ca?ero, con un cors¨¦ de cuero y una chaqueta ribeteada de tachuelas, Jimmy Barnat¨¢n camina por el escenario con pasitos cortos, moviendo la cabeza al comp¨¢s de la m¨²sica. El actor y cantante a¨²lla en su papel de maestro de ceremonias de la gala de entrega de los premios Max de las artes esc¨¦nicas, los galardones anuales de la danza y el teatro espa?ol ¡°?Con qu¨¦ nos sorprender¨¢n esta noche?¡±, pregunta con voz ronca. La banda responde con bater¨ªa y guitarras mientras los bailarines calientan, los acr¨®batas tantean los primeros n¨²meros de equilibrios y el p¨²blico vitorea y aplaude. Y eso que esto es solo un ensayo. El cabaret macarra dirigido por Mariano de Paco abre sus puertas esta noche a las nueve en el Circo Price de Madrid.

Va a ser ¡°una gala sin pie de micro ni papeles¡±, advierte el director. El espect¨¢culo manda en esta ceremonia con vocaci¨®n de concierto y alma rockera. Los pinchos de metal ponen al espectador sobre aviso: ¡°Ser¨¢ una ceremonia agresiva, que no hiriente¡±. No faltan motivos, asegura Barnat¨¢n, para ense?ar los dientes a esos ¡°se?ores de gris que no se emocionan con nada¡±. Despu¨¦s de un a?o de reivindicaci¨®n, el teatro y la danza no piensan poner buena cara ante las c¨¢maras. ¡°?Un a?o m¨¢s de artes esc¨¦nicas, un a?o m¨¢s de resistencia!¡±, frasea Barnat¨¢n con energ¨ªa sobre una base de funk. Mariano de Paco explica el esp¨ªritu guerrero de ese ¡°ej¨¦rcito¡± de artistas: ¡°Eso va para los creadores que no se mueven, para el p¨²blico, para los dirigentes. Es un mensaje para todos¡±.

El formato cabaretero de la ceremonia y ¡°la defensa del arte desde el arte¡± (con las colaboraciones de la estrella del g¨¦nero Pia Tedesco, la cantante Lola Dorado o las coreograf¨ªas de Janet Nov¨¢s) se inscriben en el esfuerzo realizado por la Fundaci¨®n Autor de la SGAE, organizadora de los premios, por adecuar los galardones a los tiempos que corren. Los ¨²ltimos cambios en el reglamento han diversificado el panorama de los candidatos y han repartido las nominaciones entre un mayor n¨²mero de espect¨¢culos: de las 41 obras finalistas, solo ocho lo son para varias categor¨ªas.

La principal medida, como analiza el presidente de la fundaci¨®n, Antonio Onetti, ha sido la de cambiar el censo electoral. ¡°Antes pod¨ªa votar todo el que se inscrib¨ªa. Solo emit¨ªa voto el 10% del censo, y la mayor¨ªa de ellos se hab¨ªa censado ese mismo a?o. Nadie aseguraba que hubieran visto las obras ni que no lo hicieran por conveniencia¡±. Este a?o las piezas han sido preseleccionadas por tres comisiones geogr¨¢ficas (Catalu?a, Madrid y resto de Comunidades) y juzgadas por dos jurados independientes. ¡°Ahora se vota la calidad de la obra, no el nombre que m¨¢s suena. Eso ha hecho que el teatro andaluz y catal¨¢n vuelvan a escena¡±, explica Onetti. La mitad de las obras nominadas tienen producci¨®n catalana, 13 han sido creadas en Madrid (entre ellas la favorita, Un trozo invisible de este mundo, con seis candidaturas) y siete en Andaluc¨ªa, destacando en danza, teatro infantil y espect¨¢culo revelaci¨®n.

Otra de las variaciones que ha abierto la puerta de los premios es la de las funciones representadas exigidas para optar a un Max. El ¨²ltimo cambio en el reglamento las redujo de 30 a siete, con otras ocho previstas hasta final de temporada. Como explica Onetti, ¡°gran parte del sector ya no pod¨ªa cumplir esas exigencias¡±. Una bajada significativa para una industria que ha visto caer las funciones en un 26% entre 2008 y 2013, seg¨²n datos de la SGAE, debido a los rigores de la crisis y la subida del IVA cultural al 21%. La decisi¨®n de la organizaci¨®n ha permitido que espect¨¢culos independientes como La gente haya entrado en los premios en la categor¨ªa de la reci¨¦n creada categor¨ªa de Autor¨ªa revelaci¨®n. Sus dramaturgos, Juli Disla y Jaume P¨¦rez, se?alan, sin embargo, la dificultad que tienen compa?¨ªas como la suya, afincada en Valencia, para tener presencia en unos premios de car¨¢cter nacional.

¡°Para nosotros es un poco extra?o todo esto. Hicimos nuestro trabajo pensando en el p¨²blico, y va a ser raro estar esperando qu¨¦ dice la profesi¨®n de nosotros¡±, asegura P¨¦rez. Su pieza, una reflexi¨®n sobre la organizaci¨®n pol¨ªtica y la participaci¨®n en los movimientos sociales, con un par de docenas de sillas como ¨²nica escenograf¨ªa, es un perro verde en los Max: ¡°El hecho de que nosotros podamos estar ah¨ª da esperanzas a un sector de la profesi¨®n que se considera invisible¡±. Ir¨®nicamente, compiten contra Un trozo invisible de este mundo, y el texto de Juan Diego Botto es el gran favorito. Pero eso, aseguran, es lo de menos. Lo importante ahora es volver a Madrid (¡°demasiados gastos para una compa?¨ªa de fuera¡±, aseguran) y continuar con la gira en la que est¨¢n inmersos. Una preocupaci¨®n que comparte Onetti, que ya baraja nuevos cambios para 2015. ¡°Si esto no hace que se vea m¨¢s teatro, no sirve de nada. El a?o que viene queremos entregar los premios en invierno, para que las obras ganadoras tengan toda la temporada por delante. Hay que ajustar los premios a la realidad del teatro espa?ol, y no al contrario¡±.