?Ya llega la Feria!

Me refiero, claro est¨¢, a la Feria del Libro, que en Madrid comienza a partir del pr¨®ximo viernes en el Retiro. Para m¨ª, desde la adolescencia, las casetas de la Feria, los vol¨²menes expuestos a los rigores del calor o a la casi inevitable presencia malvenida de la lluvia, el deambular curioso entre tantas p¨¢ginas guardianas de sue?os o ense?anzas, los ni?os que coleccionan marcadores o lo que les den, los firmantes que se mantienen firmes en sus garitas¡­ todo eso constituye el banderazo de salida del verano. Es como el primer sabor a sal en la boca, antes de llegar propiamente al mar ¡°de todos los veranos¡±, que cont¨® Esther Tusquets. Primero ba?arse, con timidez o audacia, en el oc¨¦ano de las letras, para prepararse para el otro.

Quiz¨¢ hoy, cuando ya no s¨®lo se leen libros sino tantos otros soportes que les remedan, la Feria deber¨ªa cambiar su nombre por Feria de la Lectura, como en su equivalente mexicana de M¨¦rida. Porque a pesar de que a algunos nos gusten los libros como objetos y que no pensemos renunciar a ellos, lo apasionante de verdad es leer, aunque sean los trozos de papel que se encuentran en la calle, como aseguraba Cervantes. Pero volvamos a la Feria y lo que ofrece este a?o. ?Quieren que les aconseje algunas joyitas para su orientaci¨®n? ?No, gracias? ?C¨®mo que ¡°no, gracias¡±? Pues da igual, ah¨ª van mis recomendaciones.

En novela, hace tiempo que nada me hac¨ªa disfrutar tanto como Deshielo y ascensi¨®n de ?lvaro Cortina Urdampilleta (Jekyll&Jill). Narraci¨®n a cuatro voces que nace entre los hielos y acaba en otro planeta, pertenece al g¨¦nero fant¨¢stico pero no reh¨²ye el terror, la s¨¢tira, el debate teol¨®gico y el relato de aventuras. En algunos momentos, en su etapa final, me record¨® C¨¢ntico por San Leibowitz, de Walter M. Miller, uno de mis cl¨¢sicos preferidos de la ciencia-ficci¨®n. Maneja una bien dosificada erudici¨®n tanto literaria como filos¨®fica o musical y juega con un estilo rico y variado que no se atiene a los patrones de prosa meramente funcional habituales en las obras primordialmente narrativas. Vamos, que est¨¢ ¡°bien escrita¡± y no s¨®lo ¡°bien contada¡±, aunque yo no tenga nada contra quienes se limitan a este ¨²ltimo y nada f¨¢cil objetivo.

Pero quiz¨¢ ustedes reh¨²yan un poco las novelas, porque les pase como a veces a m¨ª: que a casi todas parezcan sobrarles p¨¢ginas, salvo Guerra y paz o El se?or de los anillos. Entonces pueden leer Hetero/doxos de Mario Paoletti (Biblioteca Nueva), galer¨ªa de 58 concentrados y jugosos retratos po¨¦ticos que van de Spinoza a Marilyn Monroe y de Joseph Goebbels a Carlos Gardel, sin omitir a Branding, de profesi¨®n caballo de carreras. Para disfrutarlo a tragos cortos, como las Vidas breves de John Aubrey y aprender a sonreir ante lo poco en que cabe todo. Pero si prefieren los c¨®mics o ¡ªcomo ahora dicen¡ª las ¡°novelas gr¨¢ficas¡±, no deben perderse Las oscuras manos del olvido (Norma), de Cava y Segu¨ª, un intenso thriller guiado a buen paso que no omite sana pedagog¨ªa acerca del paisaje despu¨¦s de ETA y lo que algunos se empe?an en llamar ¡°el proceso de paz¡±. Que lo pasen bien explorando la Feria del Libro, con ¨¦stos u otros motivos, y no se molesten en darme las gracias¡­