La ¨®pera como s¨ªntesis de la vida
Manaos acoge el estreno de ¡®Onheama¡¯, de Ripper, en la 18? edici¨®n de su Festival Amazonas

La ciudad de Manaos, en el coraz¨®n de la floresta amaz¨®nica, impone respeto. Los mitos y leyendas de siempre conviven con el progreso econ¨®mico actual. La designaci¨®n de Manaos como una de las sedes del Mundial de f¨²tbol constituye un acto de reconocimiento al empuje de la ciudad. Sin embargo, los portavoces de un par de selecciones han manifestado sus reticencias. Que si el calor h¨²medo es insufrible para los jugadores, que si hay muchos mosquitos, que si la malaria est¨¢ a la vuelta de la esquina. No es para tanto. Adem¨¢s, Manaos ha evolucionado en muchos aspectos ¨²ltimamente, se ha dado un lavado de imagen e incluso ha conseguido rebajar los ¨ªndices de paro a cotas insignificantes.
Las reglas del juego en Manaos son las que son, y ya en el mismo aeropuerto se da la bienvenida a los visitantes con dos inmensas fotograf¨ªas que hacen alusi¨®n a las se?as culturales de la ciudad. Una es del teatro Amazonas y otra de la manifestaci¨®n folcl¨®rica Boi-bumb¨¢, una explosi¨®n de ritmo y creatividad popular que llega a su punto ¨¢lgido a finales de junio con el famoso Festival de Parintins. El Festival Amazonas de ¨®pera celebra estos d¨ªas su edici¨®n n¨²mero 18. Su trayectoria est¨¢ cuajada de grandes retos como la primera escenificaci¨®n en Brasil de El anillo del Nibelungo, o los aplaudidos montajes de t¨ªtulos como Lulu o Parsifal. Todo ello simultaneado con una atenci¨®n permanente a obras brasile?as de compositores como Carlos Gomes o Villalobos. Este a?o han dado una vuelta de tuerca espectacular lanz¨¢ndose al estreno mundial de la ¨®pera Onheama (Eclipse), del compositor brasile?o Jo?o Guilherme Ripper, a partir del poema A inf?ncia de um guerreiro, de Max Carphentier. Le han echado mucho valor, pero la iniciativa no ha podido tener mejor acogida. En pleno ambiente futbol¨ªstico, una ¨®pera popular que indaga en las leyendas amaz¨®nicas se ha erigido en el acontecimiento musical de Brasil.
El tema de la obra recuerda a las leyendas que inspiraron ¡®El anillo¡¯
Se pod¨ªa haber ca¨ªdo en la tentaci¨®n de hacer un documental sobre los ind¨ªgenas de la selva. No ha sido as¨ª. Con un trasfondo moral (¡°Esta tierra es una s¨ªntesis de vida¡±, se canta), la historia que se cuenta es tan sencilla como po¨¦tica. Un jaguar (on?a celeste) se come al Sol, y amenaza con seguir su periplo devorador con la Luna y las estrellas. La oscuridad se impone. Para salvar los valores existentes y recuperar la luz que los hace posibles se elige a un ni?o, Iporangaba, en la tradici¨®n de las tribus ind¨ªgenas. El primer acto es coral, el segundo l¨ªrico, el tercero dram¨¢tico y posteriormente festivo. Se unen al proceso de b¨²squeda del jaguar, acompa?ando a Iporangaba, un delf¨ªn y una especie de sirena de r¨ªo que se incorpora despu¨¦s de un conmovedor ballet de nen¨²fares. La cultura de la selva esta siempre presente. Con una flecha aderezada con sustancias t¨®xicas naturales el ni?o alcanza al jaguar que, herido, devuelve el Sol. El asunto guarda cierto paralelismo con las leyendas n¨®rdicas que inspiraron a Wagner en El anillo del Nibelungo. El oro del Rin que esconde en una cueva uno de los gigantes y recupera Sigfried gracias a su inocencia, se corresponde con el Sol y con la ingenuidad del ni?o. La m¨²sica de Wagner no tiene, evidentemente, nada que ver con la de Ripper. El compositor brasile?o utiliza ritmos amaz¨®nicos y en alg¨²n momento evoca a Villalobos, pero lo que cautiva de su m¨²sica es el sentido de la construcci¨®n, el instinto mel¨®dico, la sensibilidad coral y sobre todo el equilibrio a la hora de contar una historia con fantas¨ªa y precisi¨®n.

Los cantantes son estupendos. La soprano francesa Isabelle Sabri¨¦ desde el lado dram¨¢tico, Dhijana Nobre desde el l¨ªrico, Enrique Bravo desde el poder¨ªo vocal con ribetes de comicidad o Edilson Cardoso desde su condici¨®n de pureza infantil, dan un empaque contrastado y comunicativo a la ¨®pera. El director teatral William Pereira mueve con naturalidad y color la escena, para que todo sea cercano. El trabajo de Luiz Fernando Malheiro al frente de la orquesta experimental ¡ª j¨®venes de hasta 21 a?os¡ª de la Filarm¨®nica del Amazonas fue soberbio, manteniendo en todo momento el magnetismo del cuento desde el punto de vista musical. El coro infantil del Liceo de Artes y Oficios Claudio Santoro se llev¨®, con toda justicia, una de las grandes ovaciones de la noche, y tambi¨¦n estuvieron a buen nivel la Coral y el Ballet folcl¨®rico del Amazonas.
Los precios populares atraen a un p¨²blico m¨¢s joven que el europeo
El p¨²blico reaccion¨® con gran entusiasmo. Es muy joven, con una media de edad mucho m¨¢s baja que la de los teatros de ¨®pera europeos, sea en una ¨®pera popular como Onheama, o en las anteriores de esta edici¨®n: Lucia de Lamermoor, Manon Lescaut, Carmen (con el tenor vasco Andeka Gorrotxategi y la soprano chilenoespa?ola Cristina Gallardo-Dom?s). A este saludable rejuvenecimiento contribuye, sin duda, la accesibilidad de los precios. Por su ambiente y por sus planteamientos, la ¨®pera en Manaos es diferente, tiene magia. El estreno de Onheama es una muestra de ello.
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