Cr¨®nica de la intemperie
Jaime Rosales centra 'Hermosa juventud' en el desolador aqu¨ª y ahora
En la Espa?a de 2002, presunta tierra de la abundancia y de los inagotables r¨ªos de leche y miel, el director Fernando Le¨®n habl¨® con lenguaje poderoso y resultado estremecedor de aquellos que habiendo perdido su trabajo pasan los lunes al sol, se buscan como pueden no ya la vida sino la supervivencia, bebiendo sin pausas para espantar al miedo, tir¨¢ndose por la ventana, ti?¨¦ndose el pelo e intentando pat¨¦ticamente disfrazar su edad para encontrar un curro, aprovechando la indemnizaci¨®n para montar un peque?o negocio que les permita seguir tirando, temiendo en su angustiosa condici¨®n de parados que el amor desfallezca, llegue el abandono y el naufragio sea absoluto, pidiendo en vano un cr¨¦dito, rompiendo farolas a pedradas, haciendo pi?a en su desdicha, ri¨¦ndose a veces de su desconsuelo.
La edad de los protagonistas de Los lunes al sol estaba entre los treinta y los cincuenta y tantos a?os, sab¨ªan lo que era una n¨®mina y cobrar todos los meses, durante una larga ¨¦poca de su existencia hab¨ªan dispuesto de trabajo, eran victimas de la reconversi¨®n industrial; el monstruo engendrado por los canallas legalizados y que se iba a cebar a perpetuidad con los d¨¦biles todav¨ªa no hab¨ªa estallado, faltaban seis a?os, el esplendor parec¨ªa eterno.
HERMOSA JUVENTUD
Direcci¨®n: Jaime Rosales.
Int¨¦rpretes: Ingrid Garc¨ªa-Jonsson, Carlos Rodr¨ªguez, Inma Nieto, Fernando Barona, Juanma Calder¨®n.
G¨¦nero: drama. Espa?a, 2014.
Duraci¨®n: 102 minutos.
Jaime Rosales sit¨²a Hermosa juventud en el desolador aqu¨ª y ahora, en barrios deprimidos, pero no se centra en la gente que perdi¨® su trabajo, sino en los j¨®venes que nunca han tenido uno continuado y est¨¢n llegando a la mosqueante sospecha o a la desesperada certidumbre de que jam¨¢s dispondr¨¢n de un contrato digno, ni siquiera indigno. Es una pareja de poco m¨¢s de veinte a?os, enamorada, de clase baja, sin aspiraciones excesivas, viviendo en las casas maternas y comiendo de ellas, depositando en las tiendas curr¨ªculos que nadie va a mirar, trabajando por 10 euros el d¨ªa que hay suerte y por 300 cuando se prestan a protagonizar un video de porno casero, a mirar el cielo tumbados en los parques, haciendo botell¨®n, compartiendo con los amigos una desesperanza similar, fallando sus precauciones y engendrando una ni?a, malviviendo sin dinero, sin nada que hacer, sin sue?os, con una tristeza asfixiante y contagiable.
Tanto ellos como su entorno van justitos de inteligencia, son gente muy normal, no le piden a la vida nada especial, solo conseguir un trabajo que les permita llevar una existencia que no est¨¦ marcada por la angustia y la carencia de lo elemental. Lo tienen crudo. Como todos los nacidos para perder. Emigrar tal vez sea la ¨²nica salida. Pero tambi¨¦n fuera la supervivencia puede estar asociada a la sordidez.
El cine de Jaime Rosales, del cual desconect¨¦ radicalmente ante la incomprensi¨®n y el aburrimiento que me provocaron sus dos anteriores pel¨ªculas Tiro en la cabeza y Sue?o y silencio, recupera con Hermosa juventud su capacidad para perturbar, para hacer cr¨®nicas originales y veraces de gente acorralada. Rosales utiliza con originalidad en un par de ocasiones el uso exhaustivo que hacen las personas j¨®venes de las nuevas tecnolog¨ªas para narrarnos lo que ha ocurrido con sus vidas en el paso del tiempo. Los actores j¨®venes rebosan naturalidad, los di¨¢logos y las situaciones son cre¨ªbles, nada resulta gratuito o suena a impostura. Es una buena y necesaria pel¨ªcula.
Babelia
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