Poeta de la naturaleza
Adolfo Schlosser se inspir¨® en las formas naturales para construir unas obras de sutil belleza
Algunos fen¨®menos de la naturaleza nos fascinan por su belleza intr¨ªnseca, pero en qu¨¦ consiste esa belleza es algo a lo que nos suelen aproximar mejor los cient¨ªficos que los te¨®ricos de la est¨¦tica. La f¨®rmula matem¨¢tica que sintetiza un fen¨®meno, la secuencia de un proceso, las formas del mundo f¨ªsico, las cualidades de la materia, sorprenden siempre por la precisi¨®n y regularidad de sus ordenaciones. Por eso, las relaciones entre las especulaciones de la ciencia y la creatividad art¨ªstica han sido siempre fruct¨ªferas. En este campo podr¨ªamos inscribir la obra de Adolfo Schlosser (Leitersdorf, 1939-Bustarviejo, 2004), quien supo ver en las formas de la naturaleza cualidades estructurales que aprovech¨® para componer y construir unas obras de sutil belleza.
Ciertamente Schlosser no fue un cient¨ªfico, sino m¨¢s bien un poeta, pero hab¨ªa en su mirada un inter¨¦s por la abstracci¨®n geom¨¦trica que le indujo a buscar en la naturaleza la simetr¨ªa, la progresi¨®n, el equilibrio, la secuencia, es decir, a contemplar con mirada anal¨ªtica los fen¨®menos m¨¢s inmediatos de una experiencia vital con el medio f¨ªsico que comenz¨® trabajando en un barco ballenero en los mares de Islandia y concluy¨® explorando la sierra pobre de Madrid, en Bustarviejo. En sus paseos por el campo recog¨ªa ramas, piedras, cera, paja, cortezas, pi?as, pieles o barro, ¡°objetos encontrados¡± con los que constru¨ªa formas cuadradas, c¨ªrculos, espirales, l¨ªneas sinuosas, superficies alabeadas y redes tridimensionales, formas primarias que responden a secuencias con las que hace evidente la armon¨ªa geom¨¦trica.
Schlosser tuvo ocasi¨®n de transmitir, en la desabrida Espa?a de los a?os setenta, la mirada sobre la naturaleza en unos momentos de tanta euforia como desorientaci¨®n. Al decantarse por el empleo de materiales naturales, su obra se ha enjuiciado desde la est¨¦tica del land art, mientras que el haber buscado en ellos la relaci¨®n con formas geom¨¦tricas puras ha supuesto que se le interprete como minimalista o conceptual, sin que esos calificativos cuadren con lo que Schlosser hac¨ªa realmente, que es enfrentar dial¨¦ctica y parad¨®jicamente la construcci¨®n racionalista de la geometr¨ªa a la irregularidad casual de los productos de la naturaleza.
Adolfo Schlosser. Galer¨ªa Elvira Gonz¨¢lez. General Casta?os, 3. Madrid. Hasta el 25 de junio
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