Reynicio
El relevo mon¨¢rquico quedar¨ªa malgastado si se limita a un tratamiento rejuvenecedor sobre la piel cuarteada de Espa?a
Considerar la abdicaci¨®n del Rey como un mero impulso al cambio generacional, sin ser falso, no es del todo cierto. Aqu¨ª y ahora tenemos retos por delante mucho m¨¢s profundos. Basta remitirse a los noticiarios de ayer. Mientras las concejal¨ªas casi en pleno del Partido Popular en Santiago de Compostela eran condenadas por prevaricaci¨®n y el juez Ruz recib¨ªa los informes que confirman que las obras de la sede en Madrid del partido en el gobierno se pagaron con cientos de miles de euros en dinero negro de una supuesta caja B recaudatoria, el presidente Rajoy ped¨ªa en Portugal que la socialista Magdalena ?lvarez cesara en su cargo en el Banco Europeo por estar imputada en el esc¨¢ndalo de los ERE fraudulentos de Andaluc¨ªa.
La corrupci¨®n es un elemento clave del descontento nacional. Porque cuando se piden esfuerzos para combatir la deuda contra¨ªda, cuando se practican recortes en los sistemas de protecci¨®n social y cuando se abandona a una partida de poblaci¨®n enorme en el desempleo y el desamparo laboral, es normal que los m¨¢s vapuleados exijan rigor contable, honestidad y ejemplaridad. Los ciudadanos, que ven c¨®mo se venden y abandonan sus edificios p¨²blicos, admiten la desamortizaci¨®n, y hasta la devaluaci¨®n de sus salarios, pero parece normal que su apego por sostener coronas y tronos se resienta y solo compren banderas nuevas. Sin ir m¨¢s lejos, el papa Francisco, agotado un modelo vaticano de doble moral, trata de airear la instituci¨®n m¨¢s inamovible del mundo, porque en los malos tiempos la gente puede llegar a pedir hasta la abdicaci¨®n de Dios.
El laberinto institucional espa?ol tiene que ver con un concepto de democracia traicionado. Donde algo funciona mal si el partido que gana las elecciones se apodera de los m¨¢ximos ¨®rganos judiciales, los canales p¨²blicos de informaci¨®n, la vigilancia de la competencia y hasta dicta las asignaturas que entran y salen de la ESO. El relevo mon¨¢rquico quedar¨ªa malgastado si se limita a un tratamiento rejuvenecedor sobre la piel cuarteada de Espa?a. Es la regeneraci¨®n profunda la que viene a dictar ese proceso renovador, que se puede hacer bien y se puede hacer mal. Todo el mundo sabe que un reinicio del ordenador atascado no basta sin la esmerada limpieza del antivirus.
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