Poemas urbanos e ir¨®nicos

Pese a que lleva tres d¨¦cadas en la m¨²sica, uno tiene la certeza de que todav¨ªa es imprescindible presentar a ?ngel Petisme, situarlo, porque desde el principio ha permanecido alejado de los circuitos convencionales y, por tanto, del gran p¨²blico. As¨ª que no est¨¢ de m¨¢s recordar que desde los a?os ochenta este zaragozano del 61 compagina poes¨ªa y m¨²sica, que atesora m¨¢s poemarios (algunos ganadores de prestigiosos premios) que discos y que su obra musical pertenece a la escuela de los cantautores el¨¦ctricos que tienen un pie en el rock, otro en el pop y el coraz¨®n permanentemente abierto a abrazar influencias.

Para su nuevo trabajo, El ministerio de la felicidad, ha dejado la producci¨®n en manos de Josu Garc¨ªa (curtido en decenas de grabaciones, componente de La Tercera Rep¨²blica y guitarrista de Loquillo) y ha contado con el apoyo de los m¨²sicos de Audiomatic, un equipo madrile?o de ilustres m¨²sicos de sesi¨®n y directo. As¨ª, le ha quedado a Petisme un ¨¢lbum de rock contempor¨¢neo y urbano pero de reminiscencias cl¨¢sicas con el que levantar canciones que hablan de la paternidad (Mi gigante preferido), de los amigos que ya no est¨¢n (Una vela en la oscuridad, para F¨¦lix Romeo), del sexo (La cajita del amor) y de estos d¨ªas tenebrosos que estamos viviendo (Virgen de los Peligros).

Textos que, como suele ser habitual en su obra, vienen cargados de iron¨ªa, de referencias cin¨¦filas y literarias o, incluso, hallan inspiraci¨®n en unas de esas afiladas vi?etas de El Roto con las que nos desayunamos cada d¨ªa (Adem¨¢s nos votar¨¦is). Como el vino al que con tanta devoci¨®n canta Petisme (presente en tres canciones), este ¨¢lbum tiene cuerpo y entidad, y seguro que el tiempo le sienta estupendamente.

?ngel Petisme. El ministerio de la felicidad. Tranv¨ªa Verde