Compromiso intelectual
Mar¨ªas pas¨® por la c¨¢rcel y sufri¨® la persecuci¨®n de una universidad tradicionalista
Juli¨¢n Mar¨ªas, espa?ol eminente, estudi¨® Filosof¨ªa durante los a?os de la Segunda Rep¨²blica. Entre sus profesores, Jos¨¦ Ortega y Gasset y Xavier Zubiri fueron los que mayor influencia ejercieron en su vocaci¨®n. Termin¨® la carrera pocos d¨ªas antes de que Franco diese un cruel golpe de Estado. La Guerra Civil marc¨® para siempre su vida.
Fiel a la Rep¨²blica, fue un colaborador aplicado del l¨ªder socialista y ugetista Juli¨¢n Besteiro, con el que estuvo hasta el final, incluso cuando este busc¨® articular ingenuamente una incruenta paz pactada con las autoridades franquistas a trav¨¦s del Consejo Nacional de Defensa del coronel Casado. Mar¨ªas pas¨® por la c¨¢rcel y sufri¨® la persecuci¨®n acad¨¦mica de una universidad que hab¨ªa deca¨ªdo en la neoescol¨¢stica m¨¢s tradicionalista. Su tesis sobre el padre Gratry fue suspendida y no se le permiti¨® dar clases en la universidad espa?ola. En su ¡°exilio interior¡±, tuvo que ganarse la vida con traducciones y con algunas lecciones en entidades que, como Aula Nueva, funcionaban al margen del r¨¦gimen. Con Ortega, fund¨® en 1948 el Instituto de Humanidades, pero su maestro clausur¨® la iniciativa s¨®lo dos cursos despu¨¦s porque se dio cuenta de las dificultades que su labor encontraba.
El ¨¦xito de algunos de los primeros libros de Mar¨ªas, Historia de la Filosof¨ªa (1941) e Introducci¨®n a la filosof¨ªa (1947), junto a su vinculaci¨®n discipular a la figura de Ortega, lo convirtieron en una referencia internacional. A partir de finales de los cincuenta, su labor como intelectual fue intensa y eficaz en la prensa, tanto por la cr¨ªtica ¡ªno siempre velada¡ª al r¨¦gimen como por la construcci¨®n del ambiente intelectual y pol¨ªtico, de consenso, que hizo posible la transici¨®n a la democracia, en la que tambi¨¦n desempe?¨® un papel destacado como senador real y orientador de algunos de los principales debates, por ejemplo, el de la configuraci¨®n territorial del Estado a partir de las ideas autonomistas de Ortega.
Algunas de sus obras, El m¨¦todo hist¨®rico de las generaciones (1949), La estructura social (1955) y Antropolog¨ªa metaf¨ªsica. La estructura emp¨ªrica de la vida humana (1970), marcaron el tono y el nivel de su filosof¨ªa, siempre sobre la base orteguiana. Su catolicismo acendrado y una visi¨®n pol¨ªtica conservadora, junto a su enfoque cl¨¢sico de la filosof¨ªa, hicieron que buena parte de los miembros de las generaciones nacidas a la vida p¨²blica durante el franquismo y la Transici¨®n se alejasen de su magisterio al tiempo que llegaban los merecidos reconocimientos institucionales.
Javier Zamora Bonilla es profesor de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Pol¨ªticos de la Universidad Complutense de Madrid, y director del Centro de Estudios Orteguianos de la Fundaci¨®n Jos¨¦ Ortega y Gasset-Gregorio Mara?¨®n.
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