Del alquitr¨¢n de Murcia a la filarm¨®nica de Berl¨ªn

Joaqu¨ªn Riquelme es un privilegiado y lo sabe. Tras cuatro a?os como solista de viola en la Orquesta Filarm¨®nica de Berl¨ªn, este murciano de 31 a?os no es de los que quitan importancia a las cosas. ¡°Cuando llegas aqu¨ª se te apacigua la ambici¨®n. Estoy donde siempre hab¨ªa querido. Ahora, mi m¨¢ximo objetivo es disfrutar del d¨ªa a d¨ªa¡±, asegura risue?o desde una de las salas de ensayo que ha reservado para la entrevista. Ha elegido este lugar por ser una de las partes nobles del edificio ideado por el arquitecto Hans Scharoun a principios de los a?os sesenta ¡ª¡°las del s¨®tano son Mordor¡±¡ª. Pero tambi¨¦n porque el entorno le sirve para resumir los motivos de su alegr¨ªa en la tantas veces denominada ¡°mejor orquesta del mundo¡±. ¡°No es solo que el edificio sea impresionante desde el punto de vista arquitect¨®nico. Todo est¨¢ pensado para el bienestar de los m¨²sicos. Tenemos salas insonorizadas, con luz natural¡­ Se nota que cuando se construy¨® estaba Karajan supervisando el m¨¢s m¨ªnimo detalle¡±, asegura.

El respeto hacia los m¨²sicos del que habla Riquelme no se detecta solo en los trabajadores de la Filarm¨®nica. Las diferencias se palpan en la calle. ¡°Cuando en Barcelona dec¨ªa que trabajaba en la orquesta, mucha gente me miraba con cara rara. En esto los alemanes nos llevan 200 a?os de ventaja. Y ahora, con el IVA al 21%, en Espa?a han terminado de reventar el sector¡±, concluye.

Durante la sesi¨®n de fotos, el segundo espa?ol en lograr una plaza fija en esta orquesta centenaria deja ver la fotograf¨ªa que siempre lleva en el estuche de su viola: una imagen en blanco y negro de un hombre recio, sin camisa y con unos pantalones sujetados con un cordel que hace las veces de cintur¨®n. ¡°Es mi abuelo, mientras alquitrana bajo el sol murciano, a 40 grados. No quiero olvidarme de d¨®nde vengo¡±. Los pr¨®ximos meses se presentan movidos para Riquelme y sus 127 compa?eros. A principios de 2015 tendr¨¢n que elegir al director que sustituir¨¢ a Simon Rattle. Faltan a¨²n cuatro a?os para que el brit¨¢nico abandone Berl¨ªn, pero en un mundo en el que las temporadas se programan con un m¨ªnimo de tres a?os de antelaci¨®n hay que ir preparando ya el recambio. En la hiperdemocr¨¢tica Filarm¨®nica, el voto de cada uno de los miembros de la orquesta vale lo mismo. ¡°Me siento como un cardenal en el c¨®nclave del Papa¡±, bromea. Entre los nombres que se barajan, los sospechosos habituales: el venezolano Gustavo Dudamel, el argentino-israel¨ª Daniel Barenboim, el alem¨¢n Christian Thielemann¡­ Todo depender¨¢ de la voluntad del murciano y sus colegas.

Para Riquelme ser¨¢ dif¨ªcil separarse de Rattle, que tantos elogios le ha dedicado. ¡°Pero en una orquesta siempre es bueno cambiar para traer ideas nuevas¡±. ?C¨®mo encaj¨® que el director dijera que si en Espa?a hubiera otros 127 como usted, se los llevar¨ªa a todos a Berl¨ªn? ¡°Me qued¨¦ de piedra. Fue una gran alegr¨ªa, claro. Dijo que yo era grande en todos los sentidos. No s¨¦ c¨®mo tom¨¢rmelo¡±. Y r¨ªe.