Las letras espa?olas seg¨²n Mainer
El historiador subraya en su nueva obra los puentes con la literatura latinoamericana y universal
Mientras el concepto de historia literaria era cuestionado, sin proponer una alternativa posible veros¨ªmil, Jos¨¦-Carlos Mainer se embarc¨® en la empresa casi tit¨¢nica que supone concebir y dirigir una Historia de la literatura espa?ola para la editorial Cr¨ªtica, cuyos nueve vol¨²menes se completaron recientemente con ¨¦xito. Este nuevo libro podr¨ªa considerarse descendiente directo de aquel magno empe?o, aunque a la vez tenga su origen remoto en la contribuci¨®n de nuestro autor a la Breve historia de la literatura espa?ola de Alianza.
En esta ocasi¨®n, Mainer no solo nos proporciona una visi¨®n panor¨¢mica de la literatura, teor¨ªa, historia y cr¨ªtica estrechamente unidas, como debe ser, sino que adem¨¢s lleva a cabo una reflexi¨®n sobre c¨®mo construirla hoy, sin los vicios que ven¨ªan repitiendo otros manuales al uso. As¨ª, baraja con tino conceptos capitales, ¨¦pocas, corrientes, temas y procedimientos, autores, colecciones, obras significativas, antolog¨ªas, editoriales, tertulias, revistas culturales y literarias, poniendo de manifiesto la estrecha relaci¨®n que mantiene con la ficci¨®n hispanoamericana y con hitos fundamentales de la literatura universal. De igual modo, se ocupa de los g¨¦neros cl¨¢sicos (¨¦pica, luego novela, l¨ªrica y dram¨¢tica), sin olvidarse del papel que desempe?an los epistolarios, junto a los diarios, los libros de memorias, el poema en prosa, la novela corta o el aforismo, e incluso los sue?os como revelaci¨®n de la verdad, a la manera cl¨¢sica. De casi todo ello se nos proporcionan muestras abundantes, sin que se eche de menos nada realmente significativo (quiz¨¢s El p¨²blico, de Lorca; e Im¨¢n, para mi gusto la mejor novela de Sender), pues describe la funci¨®n y el desarrollo que ha experimentado la lengua literaria, al tiempo que cita siempre que es oportuno a los historiadores y fil¨®logos m¨¢s relevantes.
Claro que conforme vamos acerc¨¢ndonos al presente, podemos sentirnos tentados a disentir, bien apostando por diferentes autores u obras, bien echando de menos alguna menci¨®n al auge del microrrelato, deseando la incorporaci¨®n de nombres concretos: Manuel Chaves Nogales, ?ngel Crespo, Jos¨¦ Jim¨¦nez Lozano o Alberto M¨¦ndez; o un comentario, por breve que sea, sobre el reconocimiento que algunos narradores actuales, sobre todo Javier Mar¨ªas, Rafael Chirbes y Enrique Vila-Matas, est¨¢n cosechando en otros pa¨ªses, sin ser los ¨²nicos.
Cuando se ocupa de las ¨²ltimas d¨¦cadas, el periodo m¨¢s dif¨ªcil de solventar, cada nombre y t¨ªtulo aducido pueden valer su peso en oro, por ello creo que no deber¨ªan faltar Los santos inocentes, de Delibes; Mortal y rosa, de Umbral; los ¨²ltimos libros de Valente, en especial Fragmentos de un libro futuro; Las bicicletas son para el verano, de Fernando Fern¨¢n G¨®mez; Olvidado rey Gud¨², de Ana Mar¨ªa Matute; la trilog¨ªa completa de Celama o las F¨¢bulas del sentimiento, de Luis Mateo D¨ªez; los cuentos de Merino; Arde el mar, de Gimferrer; La ciudad de los prodigios, de Mendoza; Coraz¨®n tan blanco y los relatos de Mar¨ªas. Y cerrarse, probablemente, con El viajero del siglo (2009), novela de Andr¨¦s Neuman. Pero se trata de minucias si valoramos el libro en su conjunto, en el cual ¡ªpor cierto¡ª no se elude del todo la pol¨¦mica sobre el posible autor del Lazarillo, la existencia de un romanticismo espa?ol temprano defendido por Sebold, o la a?eja antinomia romanticismo/realismo (les recomiendo, al respecto, la sugestiva lectura que hace de Larra, p¨¢gina 144), e integra a los escritores del exilio republicano en el conjunto de la literatura de posguerra, como es preciso realizar, aunque apenas se haga; adem¨¢s de tener el acierto de olvidarse de tantos ruidosos vendedores de humo como han pululado por la novela en los ¨²ltimos tiempos.
Las 15 p¨¢ginas finales, oro molido, aparecen bajo el enga?oso t¨ªtulo de ¡®Bibliograf¨ªa¡¯, pues ofrecen mucho m¨¢s de lo que su gen¨¦rico t¨ªtulo anuncia, al repasar aquellas historias de la literatura que presentan ¡°un relato coherente y atractivo¡±; aportando diversas observaciones sobre los ¡°l¨ªmites y caminos de la historia literaria¡± y sobre ¡°los hitos (y conflictos) del legado literario espa?ol¡±, en donde se plantea de manera somera cuestiones capitales.
Los que hayan le¨ªdo otros trabajos de Mainer, escuchado sus conferencias o asistido a sus clases, conocen su capacidad de s¨ªntesis, su agudeza lectora y su concepci¨®n del sistema literario entendido siempre en relaci¨®n con el complejo entorno hist¨®rico y cultural, nacional y global. Por si lo dicho fuera poco, la aparici¨®n de este apetitoso libro dirigido a un p¨²blico amplio, no necesariamente espa?ol, ni estrictamente experto, nos resuelve m¨¢s de un problema, pues a partir de ahora sabremos qu¨¦ recomendar a quien le interese hacerse con una historia manejable de nuestra literatura. El libro de Mainer aparece bien armado, escrito en ese estilo ameno y elegante que le es tan propio.
Historia m¨ªnima de la literatura espa?ola. Jos¨¦-Carlos Mainer. Turner / El Colegio de M¨¦xico. Madrid / M¨¦xico DF, 2014. 273 p¨¢ginas. 14,90 euros
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