Richard Hamilton, profeta de la posmodernidad, toma el Reina Sof¨ªa
El museo madrile?o presenta una antol¨®gica de 270 obras ideada por el propio artista
A Richard Hamilton (Londres, 1922- 2011) se le suele atribuir la paternidad del pop art, el movimiento art¨ªstico inspirado en la cultura popular. Pero tambi¨¦n fue precursor del apropiacionismo, de la instalaci¨®n y de muchas otras tendencias que fueron sorprendiendo seg¨²n avanzaba el siglo XX y arrancaba el XXI. Hijo art¨ªstico de Duchamp, la iron¨ªa y el juego forman parte de sus reflexiones cr¨ªticas y de sus permanentes investigaciones. El Reina Sof¨ªa abre el viernes al p¨²blico Richard Hamilton, la exposici¨®n m¨¢s completa que se le ha dedicado nunca al artista.
Con m¨¢s de 270 obras, la exposici¨®n fue proyectada por el propio artista en 2010, un a?o antes de su muerte, para las salas del Reina Sof¨ªa. En la Tate Modern de Londres se pudo ver este invierno una versi¨®n reducida, alrededor de una tercera parte de lo que se muestra en Madrid.
Junto a todas las obras m¨¢s conocidas y representativas de Hamilton (la car¨¢tula del doble disco de los Beatles, White album; la serie de celebridades de Swinging London 67; las reproducciones de Duchamp, My Marilyn, Interior o The Solomon R. Guggenheim), se exponen sus ¨²ltimos trabajos en los que volvi¨® a jugar con la fotograf¨ªa y la pintura. Un retrato de Tony Blair, Conmoci¨®n y pavor (2010) vestido de indomable vaquero, da idea del esp¨ªritu corrosivo que mantuvo hasta el final.
El proyecto surgi¨® hace cinco a?os, cuando el artista visit¨® el centro
Pero la gran diferencia de la exposici¨®n de Madrid, patrocinada por la Fundaci¨®n Abertis, respecto a la ya vista en Londres, est¨¢ en su propia estructura. Cuenta Manuel Borja-Villel, director del Reina Sof¨ªa, que el proyecto surgi¨® hace cinco a?os, cuando Hamilton visit¨® el museo para reproducir una obra de Duchamp, El gran vidrio. ¡°En este gran continuador de Duchamp¡±, explica Borja-Villel, ¡°m¨¢s que el estilo, importa el proceso creativo. Lo que m¨¢s le interesa es el evento, el acontecimiento. De una exposici¨®n, le importaba su concepto y su organizaci¨®n. Y quiso que esta fuese a una exposici¨®n de exposiciones. Junto a los conjuntos y series, est¨¢n los proyectos¡±.
Siguiendo las directrices del artista, para el Reina Sof¨ªa se han reconstruido cinco instalaciones de gran tama?o y se ha hecho utilizando los archivos del artista: Growth and Form (reconstruida por primera vez desde 1951), Lobby an Exhibit, This is tomorrow y Man, Machine and Motion, propiedad del centro madrile?o.
Los comisarios, Vicente Todol¨ª y Paul Schimmel han utilizado pel¨ªculas de 16 mil¨ªmetros proyectadas en la exposici¨®n original y la filmaci¨®n de un paseo por la muestra. El inter¨¦s de esta instalaci¨®n estriba en que representaba el modelo de exposici¨®n paradigm¨¢tico del artista a la vez que muestra c¨®mo Hamilton se inspir¨® en la sensibilidad y en las t¨¢cticas del surrealismo y del dada¨ªsmo con las t¨¦cnicas literarias de Joyce y el lenguaje de Duchamp.
Sin orden cronol¨®gico y gran inter¨¦s en los temas, los comisarios han dividido la exposici¨®n, que desborda la tercera planta del edificio, en 14 apartados que abarcan todos los campos y soportes con los que trabaj¨® Hamilton entre 1949 y 2011. Arranca con sus primeras pinturas de comienzos de los a?os cincuenta, donde aborda la alteraci¨®n de la materia org¨¢nica y prosigue con sus conocid¨ªsimas piezas de arte pop inspiradas en el consumo de masas; un pop que tiene poco m¨¢s que un aire de familia con el que luego desarrollan los artista norteamericanos como Warhol o Lichtenstein. Una versi¨®n del collage titulado Just what is it that makes today¡¯s homes so different, so appealing? es la pieza central de This is tomorrow (1956), la exposici¨®n en la que se invit¨® a artistas, arquitectos y dise?adores para armar un solo proyecto. Con im¨¢genes procedentes del cine de Hollywood, la ciencia-ficci¨®n y la publicidad, se organiz¨® un proyecto de una potencia visual excepcional. El cartel anunciador de la muestra era precisamente el mencionado collage en el que un culturista, una grabadora, una modelo con el pecho descubierto y unas luces de ne¨®n sirvieron para marcar formalmente el nacimiento del pop.
Espectacularidad aparte, una de las m¨¢s sorprendentes recreaciones es la realizada a partir de la exposici¨®n An Exhibit (1957), una propuesta en la que Hamilton manifest¨® sus preocupaciones est¨¦ticas y conceptuales de entonces. Aqu¨ª lo importante era la estructura y, a base de paneles de metacrilato, propon¨ªa la interacci¨®n del espectador. Planteaba sus dudas sobre la indeterminaci¨®n espacial que ofrecen el cine y la televisi¨®n.
Curioso resulta contemplar ahora los retratos que hizo a una gran parte de las celebridades de los sesenta en Londres o los retratos que pidi¨® que le hicieran a ¨¦l con la Polaroid. Hay 128 im¨¢genes que fueron disparadas por amigos suyos tan c¨¦lebres como Francis Bacon, Andy Warhol, Man Ray, Yoko Ono o Ferran Adri¨¤, entre muchos otros artistas archiconocidos.
Entre sus ¨²ltimos trabajos se encuentra una obra sin titular inspirada en un relato de Balzac, La obra maestra desconocida en la que cuenta la historia de un pintor empe?ado en realizar un desnudo femenino perfecto. Junto a la mujer tumbada, Hamilton incorpora autorretratos de Poussin, Courbet y Tiziano; tres artistas que mantuvieron una permanente lucha por resolver el desnudo femenino.
Alta, flaca y toda vestida de negro, la artista Rita Donagh, compa?era durante casi toda su vida del artista, recorr¨ªa ayer la exposici¨®n con sonrisa de satisfacci¨®n. Antes, durante la presentaci¨®n a la prensa, agradeci¨® a cada uno de los organizadores la recreaci¨®n de lo que se puede considerar el testamento art¨ªstico de Richard Hamilton.
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