La barra libre como alternativa
Librer¨ªas y portales de Internet reaccionan al avance del modelo impuesto por Amazon
El genio del humor David Sedaris, la madre del fen¨®meno Harry Potter, J.?K. Rowling, o el periodista que ha entretenido e instruido a millones de personas sobre el ¨¦xito y la ciencia de las tendencias, Malcolm Gladwell, son tres de los autores afectados por la batalla entre Amazon, la macroplataforma de venta por Internet, y el conglomerado editorial Hachette. As¨ª que no se trata de David contra Goliath, y sin embargo los davides libreros independientes (cerca de 11.000 en EE UU) han tomado partido con entusiasmo y varias hondas en el bolsillo.
Ah¨ª est¨¢n los marcalibros que la librer¨ªa de San Francisco Book Passage regala con las compras realizadas en la tienda y que proclaman: ¡°Este libro no ha sido comprado en Amazon¡±, o las campa?as que han emprendido otros libreros independientes por todo EE UU anunciando que ellos s¨ª venden a los autores castigados por el tibur¨®n Bezos, como el anuncio v¨ªa tuit de la tienda de libros de New Haven, River Run ¡ª¡°?sabes qui¨¦n no tiene el libro nuevo de David Sedaris? ?Amazon! ?Sabes qui¨¦n s¨ª? ?Nosotros! ?Adivinas qui¨¦n contar¨¢ con la presencia del autor ma?ana¡¡±¡ª, y el juego de palabras de la librer¨ªa Brazos de Houston ¡ª¡°Brazos, no Bezos¡±¡ª.
Pero m¨¢s all¨¢ del probado genio comercial e ingenio dial¨¦ctico de los estadounidenses, y de la toma de partido y oportunidad de notoriedad que esta lucha presenta, lo cierto es que, como en toda crisis, esta batalla es adem¨¢s un buen momento para tomar los prism¨¢ticos y mirar hacia los m¨¢rgenes: ah¨ª puede estar la clave para vislumbrar la soluci¨®n tangencial o prever cu¨¢l ser¨¢ el siguiente foco de conflicto.
Radicada en Nueva York, la nueva empresa Oyster adapt¨® al libro un popular modelo de suscripci¨®n cibern¨¦tica que ha cuajado en otras ¨¢reas culturales, y salt¨® al ruedo el pasado oto?o. Como si se tratase de un buf¨¦ de precio fijo, su propuesta ofrece un todo-lo-que-puedas-leer por poco m¨¢s de siete euros al mes. Por el momento dos de los cinco grandes conglomerados editoriales estadounidenses, Simon?&?Schuster y HaperCollins, han acordado entrar en este nuevo proyecto, que replica con algunos ajustes lo que Netflix hizo con el cine y la televisi¨®n ¡ªuna baja cuota mensual permite al usuario acceder online de forma ilimitada a un amplio cat¨¢logo de pel¨ªculas, series y documentales¡ª. Amazon ofrece algo similar a sus clientes Premium, que por cerca de 58 euros al a?o pueden acceder a una biblioteca de 350.000 t¨ªtulos, aunque queda excluido el plato combinado, ya que no permite leer varios libros de este servicio a la vez.
Este es un buen momento
En el caso de Oyster (cuyo nombre surgi¨® de la cita ¡°el mundo ser¨¢ para m¨ª una ostra y lo abrir¨¦ con mi espada¡±, procedente de Las alegres comadres de Windsor, de Shakespeare), al editor, y por tanto al autor, se les pagar¨¢ en funci¨®n de cu¨¢ntas p¨¢ginas se lean realmente. Seg¨²n las indagaciones de la revista Businessweek, si el suscriptor lee m¨¢s de un 30% del total, Oyster paga el equivalente al precio completo del libro electr¨®nico, y un 25% de los royalties van al autor. "Hemos trabajado mucho para crear un modelo sostenible que presente una buena oferta para los lectores, y buenas cifras de negocio para los editores y autores", declaraba el fundador y director de Oyster, Eric Stromberg, en febrero tras recaudar m¨¢s de 12 millones de euros de distintos inversores. "Pagamos a los editores cada vez que se lee un libro". La propuesta de Oyster parece confiar en la vieja f¨®rmula de que ¡°antes se llena el papo que el ojo¡±. Adem¨¢s cuenta con que muchos cl¨¢sicos, exentos del pago de derechos, jugar¨¢n a favor de sus arcas. Las novedades editoriales, por el contrario, est¨¢n a¨²n fuera del men¨² disponible para los suscriptores del joven molusco electr¨®nico.
Scribd, con oficinas en San Francisco, es otro de los actores que ha entrado con fuerza en el nuevo mundo de las bibliotecas-librer¨ªas digitales de pago. Sus servicios cuentan con un aliciente: hacen p¨²blicos los datos sobre los h¨¢bitos de lectura y consumo de libros, una informaci¨®n que algunos temen que pueda alterar la manera en que se escribe. Puedo que esto no sea algo tan descabellado, si se tiene en cuenta que el bot¨®n de Amazon para el encargo por adelantado de las novedades ha servido a los editores para calcular las tiradas. Los datos que sobre un comprador almacenan las tiendas online cobrar¨ªan as¨ª un nuevo valor que rebasa las listas de sugerencias, o la creaci¨®n de un escaparate a la medida de ese cliente. As¨ª que el an¨¢lisis de esta informaci¨®n sobre gustos y h¨¢bitos de lectura puede ser un fil¨®n a explotar con vistas a la industria editorial, o al menos en eso conf¨ªa Scribd. Entre las primeras conclusiones a las que han llegado ¡ªy de las que se hizo eco The New York Times¡ª est¨¢n que cuanto m¨¢s larga es una novela de misterio, m¨¢s posibilidades hay de que los lectores salten directamente al final, o que un solo cap¨ªtulo de un libro sobre yoga resulta suficiente para la abrumadora mayor¨ªa.
Como en un buf¨¦ de precio fijo
Scribd tambi¨¦n propone un precio bajo de suscripci¨®n y barra libre de lectura, con todo el material descargable en tel¨¦fonos, tabletas o lectores, salvo en el Kindle de Amazon. La oferta incluye 400.000 libros, adem¨¢s de ensayos acad¨¦micos de revistas especializadas. Han cerrado acuerdos con 900 editoriales, siendo el gigante Simon?&?Schuster uno de los ¨²ltimos en incorporarse, el pasado mayo ¡ªel mismo mes en que cerr¨® el acuerdo con Oyster y en el que, curiosamente, se desat¨® la batalla Hachette-Amazon¡ª. ?Y qu¨¦ hay de las liquidaciones para el sector? Si los lectores consumen menos de un 50% del libro, Scribd paga una d¨¦cima parte del precio total; si lee m¨¢s, el precio total.
El mercado europeo no se queda a la zaga, y tambi¨¦n traslada al libro modelos de probado ¨¦xito en la Red. Al igual que Spotify permite escuchar m¨²sica de forma gratuita, la empresa 24symbols, creada por el espa?ol Aitor Grandes y con sede en Madrid, permite acceder a libros de forma gratuita o pagando una tarifa plana. El servicio de pago (un mes por nueve euros, tres por 21 y un a?o de suscripci¨®n por 60) permite leer sin conexi¨®n a Internet y un acceso al cat¨¢logo sin restricciones, ni anuncios. La plataforma 24symbols ha cerrado acuerdos con cerca de medio centenar de editoriales, entre las que se incluyen Anagrama (11 libros), Alba (206 libros) o Castalia (61 libros).
Las librer¨ªas tambi¨¦n avanzan en la carrera por encontrar su hueco frente al fagocitador Bezos y su inabarcable r¨ªo, y para ello proyectos, como Zolabooks en EE?UU, combinan de forma independiente la venta de libros electr¨®nicos (para todo lector, salvo el Kindle) con rese?as, informaci¨®n y recomendaciones entre usuarios. Y mientras, en el Reino Unido, Penguin Random House, con la web myindependentbookstore.com, destina un porcentaje de la venta de un libro recomendado a la librer¨ªa real escogida por quien lo recomend¨®. Boca a boca o respiraci¨®n asistida para el libro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Malcolm Gladwell
- Hachette
- David Sedaris
- Spotify
- J. K. Rowling
- Librer¨ªas
- Netflix
- M¨²sica online
- Libro electr¨®nico
- Industria cultural
- Amazon
- Plataformas digitales
- Tiendas online
- Comercio electr¨®nico
- Televisi¨®n IP
- Libros
- M¨²sica
- Internet
- Empresas
- Comercio
- Televisi¨®n
- Telecomunicaciones
- Econom¨ªa
- Medios comunicaci¨®n
- Comunicaciones
- Babelia