Al rescate de la joya
Un equipo trabaja en las costas de Irlanda para recuperar el gale¨®n de la Armada Invencible ¡®San Marcos¡¯, hundido hace 426 a?os El buque era el culmen de la tecnolog¨ªa naval de la ¨¦poca
Ya sea en ingl¨¦s o en ga¨¦lico, no hay top¨®nimo en Irlanda en el que perviva con m¨¢s intensidad la leyenda de la Armada Invencible que Spanish Point. O Rinn na Sp¨¢inneach. Situada a un paso de los acantilados de Moher, esta peque?a poblaci¨®n de apenas 80 vecinos ha vuelto a reforzar en las ¨²ltimas semanas sus lazos con la Felic¨ªsima Armada de Felipe II ¡ªlo de Invencible fue un exitoso remoquete ingl¨¦s¡ª gracias a una campa?a arqueol¨®gica de primer orden: el Proyecto San Marcos. ?Su objetivo? Nada menos que, en las pr¨®ximas semanas, recuperar el gale¨®n del mismo nombre que, hace 426 a?os, se hundi¨® en sus costas.
Construido en 1585 en Cantabria, el San Marcos era el pin¨¢culo de la tecnolog¨ªa naval de la ¨¦poca y una de las joyas de la escuadra de Portugal. Comandado por el Marqu¨¦s de Pe?afiel, desplazaba 790 toneladas y contaba con 33 ca?ones de bronce, adem¨¢s de 350 soldados y 140 marineros. La comunidad cient¨ªfica cruza los dedos ante la posibilidad de, por primera vez, encontrar en Irlanda un gale¨®n, un descubrimiento may¨²sculo que se sumar¨ªa al de otros pecios de la Armada Invencible, como el de la galeaza Girona, cuyos tesoros brillan en el Ulster Museum de Belfast. Porque el gran escenario de la tragedia ¡ªmar¨ªtima y humana¡ª de la flota de Felipe II, una formaci¨®n de 130 barcos y 30.000 hombres pensada para invadir Inglaterra, no fue el Canal de la Mancha, sino el litoral occidental de Irlanda. ¡°Entre septiembre y octubre de 1588, cuando la flota encaraba su desesperado regreso a Espa?a bordeando Irlanda, en sus costas se hundieron 24 barcos y murieron 6.000 hombres¡±, explica Hiram Morgan, historiador de la Universidad de Cork y autoridad en las relaciones hispanoirlandesas en los siglos XVI y XVII.
A sus 32 a?os, John Treacy, historiador del Mary Immaculate College de Limerick, es el cerebro y coraz¨®n del Proyecto San Marcos. En los ¨²ltimos tres a?os, ¨¦l y su equipo han tocado a la puerta de todas las instancias p¨²blicas y privadas de Irlanda para conseguir los fondos y permisos necesarios para una campa?a de este calibre. Fruto de esas gestiones, el Gobierno irland¨¦s ha facilitado tecnolog¨ªa de ¨²ltima generaci¨®n para, por ejemplo, mapear hasta la fecha el 75% del lugar en el que se cree reposa el pecio, as¨ª como la inversi¨®n necesaria para realizar mapas en 3D del ¨¢rea marina v¨ªa sat¨¦lite.
¡°Lo mejor de esta aventura es que est¨¢ siendo disfrutada por Spanish Point y otros pueblos cercanos, un esfuerzo colectivo que empieza, por ejemplo, por los buzos, pertenecientes a clubs de submarinistas de los condados de Clare, Galway y Limerick, y que se sumergen de forma altruista¡±, explica el historiador. Hasta los ni?os ponen su grano de arena. La entrada de la ¨²nica gran superficie comercial de Miltown Malbay, la poblaci¨®n m¨¢s grande de la zona con 700 habitantes, est¨¢ tapizada por decenas de dibujos con el San Marcos como protagonista. Los autores, ni?os de entre 5 y 11 a?os de las escuelas de la zona, tributan con su imaginaci¨®n a su memoria. ¡°No deja de ser impactante observar la tragedia del gale¨®n a trav¨¦s de los ojos de los peque?os¡±, apostilla Treacy.
Mick O¡¯Rourke, uno de los m¨¢ximos expertos en naufragios en Irlanda, es el que mejor conoce las dificultades de la campa?a. Para empezar, el mismo mar que engull¨® al San Marcos y una climatolog¨ªa muy variable. Como explica este experto, el ¨¦xito depender¨¢ en gran manera del trabajo de la l¨ªnea de buceo que dibujar¨¢n, a un palmo del fondo marino, los buzos. ¡°La l¨ªnea se compone de 16 buzos separados por un metro de distancia que, avanzando en paralelo, abarcan tramos de 100 metros a una profundidad de entre tres y 10 metros¡±. Aunque los elementos no ser¨¢n sus peores enemigos. ¡°En el mismo lugar donde se hundi¨® el gale¨®n hay registrados 21 naufragios de diferentes ¨¦pocas. Ser¨¢ como hacer un puzzle de 5.000 piezas bajo el mar, con las piezas de otros 21 rompecabezas mezcl¨¢ndose¡±, augura O¡¯Rourke. ¡°La clave para saber que hemos dado con el San Marcos y no con otro barco ser¨¢ localizar los ca?ones, todos marcados con el sello de su fundidor¡±.
El 'San Marcos'
El gale¨®n fue construido en 1585 en Cantabria.
Capacidad de 790 toneladas y 33 ca?ones de bronce.
Llevaba 350 soldados y 140 marineros. Sobrevivieron cuatro personas que luego fueron fusiladas por Inglaterra.
Se hundi¨® el 20 de septiembre de 1588 en una tormenta de rachas de viento de 100 kil¨®metros y olas de 15 metros de altura.
Todos conocen los escollos que tendr¨¢n que sortear para encontrar el barco, pero tambi¨¦n son conscientes de que est¨¢n a punto de tocar un tesoro de valor incalculable. ¡°Es como si tuvi¨¦ramos una m¨¢quina del tiempo que nos aproximar¨¢ a uno de los barcos m¨¢s formidables de la Gran Armada¡±, exclama Treacy, quien no tiene duda de la entidad del descubrimiento: ¡°Estamos a punto de toparnos con el Titanic de la Invencible¡±. No exagera con la comparaci¨®n. El San Marcos hab¨ªa demostrado ser un barco casi invencible tras batirse en lo peor del fragor b¨¦lico del Canal y llegar hasta all¨ª con su estructura muy maltrecha.
Hasta que se top¨® con lo que los marineros de Spanish Point a¨²n llaman, en ga¨¦lico, Mal Rock, un baj¨ªo traicionero que apenas asoma su afilada cresta en la superficie, junto a Mutton Island. Contra esa mala roca se estrell¨® el gale¨®n la tarde del 20 de septiembre de 1588. ¡°Le sorprendi¨® una tormenta con rachas de viento de 100 kil¨®metros y olas de 15 metros de altura¡±, rememora Treacy, ¡°por lo que el capit¨¢n busc¨® cobijo entre la isla y tierra firme¡±. Esa fue la perdici¨®n del barco, que se precipit¨® contra la roca para deshacerse en mil pedazos.
De los 490 hombres del gale¨®n s¨®lo cuatro lograron hacer tierra. Estos, junto a los 60 supervivientes del San Esteban, hundido ese d¨ªa a unos kil¨®metros al sur, en Doonbeg, fueron capturados por Boetius Clancy, el representante de la Corona inglesa. Este no se lo pens¨® dos veces a la hora de obedecer las ¨®rdenes expresas de Isabel I: ajusticiar a todo espa?ol, sin importar rango o estatus. De ah¨ª que, incluso don Felipe de C¨®rdoba, uno de los prohombres sobrevivientes de los naufragios cuyo rescate hubiera enriquecido a Clancy, fuera ahorcado junto al resto de hombres en la colina m¨¢s alta que mira a la playa de Spanish Point.
Son numerosas las historias del San Marcos que las comadres de Spanish Point han relatado durante generaciones. Como la que recuerda ¡°la tumba de los espa?oles¡±, el lugar donde fueron sepultados los ahorcados y los centenares de ahogados. Tuama na Sp¨¢inneach, en ga¨¦lico.
Tragedia, hero¨ªsmo, leyenda¡ La odisea de la Invencible en Irlanda tiene todos los elementos de una gran historia, de esas que siguen fascinando a pesar del paso del tiempo. El Proyecto San Marcos lo demuestra. Aunque como todo buen relato lo mejor es lo que est¨¢ por venir. El San Marcos hace m¨¢s de cuatro siglos que dormita en el fondo del mar, con sus secretos e historias intactos. Su hallazgo no solo demostrar¨ªa que su historia y la de la Invencible est¨¢n a medio contar, sino que sus cap¨ªtulos m¨¢s apasionantes est¨¢n a¨²n por escribirse.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.