Un herido grave en el encierro de los toros de Dolores Aguirre
En una r¨¢pida y limpia carrera, un joven ingl¨¦s de 23 a?os ha sufrido un traumatismo tor¨¢cico
Tres corredores han resultado heridos tras el segundo encierro de los Sanfermines, con toros de la ganader¨ªa Dolores Aguirre, que no han dejado ning¨²n herido por asta. T. H., de 23 a?os y de Nottingham (Reino Unido), ha sufrido un traumatismo tor¨¢cico en Estafeta y su pron¨®stico es grave, seg¨²n fuentes del Gobierno de Navarra, que han precisado que el joven presenta una contusi¨®n tor¨¢cica derecha con hemoneumot¨®rax y fracturas costales m¨²ltiples. Otro de los trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra es Y. Y., de 23 a?os y de Okayama (Jap¨®n), que tiene una contusi¨®n en la rodilla y codo derechos. Su pron¨®stico es leve. V. M. S., de 36 a?os y de Pamplona, ha sido trasladado por una contusi¨®n costal sufrida en el tramo de Telef¨®nica y su estado es menos grave.
Este segundo encierro lo han protagonizado los muy serios, poderosos y cornalones toros de Dolores Aguirre, un hierro habitual de estas fiestas. Una carrera r¨¢pida, solo dos minutos y treinta segundos, y muy limpia, a tenor del alt¨ªsimo n¨²mero de corredores participantes en un d¨ªa laborable.
Extra?o resulta, sin duda, que entre tanto tumulto, atropellos y ca¨ªdas y alg¨²n que otro desaprensivo que no sabe ni correr, el peque?o capotillo del patr¨®n sea tan efectivo en tantas d¨¦cimas de segundo en las que los astifinos pitones silban por encima de los hombros de quienes creen que van por delante de los toros y sienten, sorprendidos, su respiraci¨®n en la nuca.
Como si fuera d¨ªa grande de Semana Santa est¨¢ cada ma?ana la Cuesta de Santo Domingo, donde ayer lunes se produjo el primer herido por asta de toro. Una marabunta de avezados corredores, pegados carne con carne, esperan, atenazados por los nervios, que suene el cohete que abre la puerta de los miedos. A poco de tomar la empinada calle, un toro negro toma la delantera, la corrida entera se sorprende ante el espectacular colorido blanco y rojo, mientras los humanos buscan un refugio imposible tratando de horadar los muros infranqueables de la calle. Los toros pasan como un haz de luz y permiten la ahogada respiraci¨®n.
Una marabunta de corredores esperan, atenazados por los nervios, que suene el cohete
Varios j¨®venes ruedan antes de llegar a la plaza del Ayuntamiento, y un toro muerde el suelo en la curva de Mercaderes, donde el antideslizante de la modernidad ha convertido en historia los topetazos de los animales contra las tablas, que hac¨ªan las delicias de los fot¨®grafos.
Se abre la calle Estafeta, atestada de gente, pegada casi toda ella a las paredes, como si all¨ª hubiera defensa, y cuatro toros lideran la carrera, y corren y corren, quiz¨¢ huyendo de su propia sombra y el miedo que les produce la algarab¨ªa tan extra?a para quienes han nacido y vivido en la tranquilidad de la dehesa.
Se producen carreras espectaculares, algunas ca¨ªdas que pronostican fracturas, miradas que dan miedo y cercan¨ªas a los pitones que m¨¢s bien parecen fruto de la inconsciencia que del valor sanferminero.
As¨ª, a toda velocidad, los cuatro primeros toros llegan a la zona del callej¨®n, barren el vallado y enfilan el t¨²nel que da entrada al ruedo, donde los animales respiran, pisan terreno familiar y buscan por instinto la puerta de los corrales para zafarse de esa marabunta de alocados corredores.
Buena carrera la de una ganader¨ªa cuya imagen forma parte de la esencia sanferminera
Han pasado dos minutos. Una carrera a toda pastilla. Pero faltan dos toros; el que se cay¨® en la curva de Mercaderes y perdi¨® la comba con sus hermanos, y otro que decidi¨® acompa?arlo en el calvario que para todos ellos deben suponer los interminables 305 metros de la calle Estafeta.
Ya est¨¢n todos a buen recaudo, tranquilos y felices, todos juntos; al igual que los corredores, pues solo dos ser¨¢n atendidos por los servicios sanitarios y se supone que pronto volver¨¢n a la fiesta.
Buena carrera, pues, la de Dolores Aguirre, cuya imagen forma parte de la esencia sanferminera. Sus toros corrieron hoy su decimoquinto encierro y decidieron dar una pausa a la lista de 14 heridos por asta de toro y 48 traumatismos con los que cuentan en su paso por estas calles. Ser¨¢, sin duda, la protecci¨®n de la ganadera, ya fallecida, pero santo y se?a del toro bravo y noble.
Ojal¨¢ esta tarde contin¨²e la racha cuando los seis corredores de capa negra de esta ma?ana salgan al ruedo para ser lidiados por una terna compuesta por Uceda Leal, Francisco Marco y Paulita.
Babelia
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