El regreso de la tenaza

En un momento de ?Hayduke vive!, secuela de la muy influyente y celebrada entre los c¨ªrculos del ecoactivismo La banda de la tenaza, el morm¨®n renegado Seldom Smith visita la gruta que sirve de refugio a su viejo compa?ero de fatigas e insumisiones, George Hayduke, y curiosea entre los libros que ¨¦ste guarda en una caja de madera. Entre la Biblia, gu¨ªas para presos y manuales para la preparaci¨®n de explosivos, aparece el libro que hab¨ªa convertido sus lances en en¨¦rgico e irreverente material literario: ¡°Y s¨ª, tambi¨¦n un ejemplar en edici¨®n barata de La banda de la tenaza, andrajosa, muy sobada, groseramente subrayada y llena de signos de admiraci¨®n, quejumbrosos signos de interrogaci¨®n, comentarios burlones y despreciativos en los m¨¢rgenes¡±.

Publicado p¨®stumamente en 1990, un a?o despu¨¦s de la muerte de Abbey, ?Hayduke vive! llega ahora a las librer¨ªas espa?olas en traducci¨®n de Juan Bonilla, en un nuevo gesto del compromiso mantenido por la editorial Berenice con la obra narrativa de un autor ¡ªdefinido por Larry McMurtry como el Thoreau del Oeste americano¡ª, cuya voz sintoniza de manera muy directa con un paisaje pol¨ªtico, definido por nuevas formas de resistencia y la exigencia de reconstruir un viejo sentido de la comunidad.

No es extra?o que Abbey imaginase a sus propios personajes tom¨¢ndose su obra con distancia: lejos de ser aceptado y celebrado como un gur¨² de la izquierda y de la defensa medioambiental, el escritor fue figura inc¨®moda entre los suyos ¡ªo, por lo menos, entre las filas m¨¢s ortodoxas de la progres¨ªa americana¡ª por sus controvertidas opiniones acerca de la inmigraci¨®n ilegal, su visi¨®n tremendamente cr¨ªtica de la sumisi¨®n de las comunidades ind¨ªgenas estadounidenses a las servidumbres del nuevo orden capitalista, o por esa franqueza pol¨ªticamente incorrecta que tantas veces le vali¨® acusaciones de machismo.

Lejos de ser aceptado y celebrado como un gur¨² de la izquierda y de la defensa medioambiental, el escritor fue figura inc¨®moda entre los suyos

La condici¨®n problem¨¢tica de Abbey como pensador contracultural con aristas es lo que, en buena medida, sostiene la singularidad de sus obras: en ?Hayduke vive!, por ejemplo, destaca tanto el trazo sat¨ªrico, que el escritor aplica a las interacciones sociales entre fuerzas del orden y depredadores corporativos, como a los cortocircuitos de comunicaci¨®n en el lenguaje asambleario de la izquierda. Una reuni¨®n de la organizaci¨®n Earth First! da pie a un cap¨ªtulo bullicioso e hilarante en el que el autor no evita mencionar el debate alrededor del tema de los inmigrantes: es oportuno recordar que Earth First! naci¨® en 1979 bajo la inspiraci¨®n de La banda de la tenaza, publicada tan s¨®lo cuatro a?os antes. La literatura de Abbey puede presumir, pues, de tener una incidencia directa con la realidad y, tambi¨¦n, de acabar desencontr¨¢ndose con esa misma realidad.

Si la primera novela ven¨ªa a contar los or¨ªgenes y la formaci¨®n de una c¨¦lula de desobediencia civil, en clave de desaforada farsa picaresca, ?Hayduke vive! construye su relato a partir de otro molde tradicional: la reunificaci¨®n de los miembros de una disgregada banda, aposentados en distintas rutinas de integraci¨®n ¡ªsalvo en el caso del asilvestrado Hayduke¡ª, para un ¨²ltimo ¡ªy sonado¡ª golpe. La pieza de caza mayor en ?Hayduke vive! es una cicl¨®pea m¨¢quina de dragado, capaz de pasar por el paisaje americano como temible caballo de Atila. Los giros c¨®micos que Abbey encuentra en los m¨¢s variopintos registros de lenguaje son la mayor fortaleza de esta obra testamentaria, pero cargada de una vital ferocidad.

?Hayduke vive! Edward Abbey. Traducci¨®n de Juan Bonilla. Berenice. C¨®rdoba, 2014. 384 p¨¢ginas. 19,95 euros