'The Bridge', soledad y cr¨ªmenes en la frontera
The Bridge lleg¨® la temporada pasada con el lastre de ser una adaptaci¨®n. Y no adaptaci¨®n de cualquier serie: era una versi¨®n estadounidense de la escandinava Bron/Broen. Palabras mayores. Los que hab¨ªan visto la original se acercaban con reticencia a un remake que, a pesar de todo, cont¨® con una aceptaci¨®n mayor de la que, a priori, pod¨ªa esperarse. Un logro que alcanz¨® gracias a la diferente ambientaci¨®n, al reflejo del entorno social en el que se desarrolla la historia (la frontera entre Estados Unidos y M¨¦xico) y a unos personajes principales que se diferencian tambi¨¦n de sus referentes europeos. De hecho, Marco y Sonya recuerdan a Martin y Saga solo de una forma muy lejana. Y, sin embargo, las dos parejas funcionan.
La segunda temporada (que en Fox Espa?a ha arrancado con solo un d¨ªa de diferencia respecto a Estados Unidos) ahonda en las diferencias entre esos dos mundos: los de Estados Unidos y M¨¦xico, por un lado, y en las diferencias entre el remake y la serie original, de la que ya no queda m¨¢s que un ligero recuerdo a trav¨¦s de consecuencias de lo sucedido en la primera temporada. Dos series destinadas a divergir por el distinto entorno sociocultural en el que tienen lugar y que ya en su segunda entrega transcurren por rutas totalmente diferentes.
Eso es lo que se desprende de los dos primeros cap¨ªtulos de la segunda entrega de The Bridge (Quinta Temporada ha podido ver los dos primeros gracias a Fox). Las desastrosas vidas de Marco y Sonya vuelven a cruzarse para investigar un nuevo crimen que une esos dos mundos de frontera. El detonante en este caso ser¨¢ el asesinato de un miembro de un cartel de la droga en suelo estadounidense.
El personaje de Marco (Demian Bichir), el m¨¢s interesante de los dos ¡ªal menos para quien escribe estos p¨¢rrafos¡ª y el que lleva m¨¢s peso en la historia, se enfrenta a la dificultad de seguir con su vida tras lo ocurrido en la primera temporada y con el riesgo de estar en permanente equilibrio entre el cartel y sus corruptos compa?eros de la comisar¨ªa. Por su parte, Sonya sigue tomando decisiones que ponen muy en duda su capacidad para moverse por el mundo. Por suerte, el destino les volver¨¢ a juntar para resolver un caso juntos y para, de paso, apoyarse mutuamente.
Lo m¨¢s interesante de The Bridge, m¨¢s all¨¢ de sus personajes, sigue siendo el reflejo de la realidad social de la frontera de El Paso y ese mundo que cambia de idioma del espa?ol al ingl¨¦s sin soluci¨®n de continuidad (del mismo modo que en la serie original el sueco y el dan¨¦s se alternan constantemente). El peligroso mundo dominado por las drogas, la trata de blancas y los negocios m¨¢s turbios posibles se pinta con las tonalidades ocres del desierto en un ambiente s¨®rdido y casi asfixiante.
La segunda temporada de The Bridge arranca apuntando maneras, reivindic¨¢ndose como serie independiente de su fuente original y reclamando atenci¨®n.
Y en medio de todo, un hombre y una mujer solos ante ese peligro que es vivir.
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