Juan March siempre gana
El mallorqu¨ªn aprovech¨® el primer conflicto mundial para montar su gran imperio econ¨®mico El magnate tuvo tratos beneficiosos con los aliados y los alemanes
![El millonario Juan March, en Estoril (Portugal) en 1943.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KGONCXI33NOZEF2ZEHYZNOTDMI.jpg?auth=9c420d3a2d0bb80f784f526dcecb8f31253869b1c39a76934b0b9cfc8734a6ac&width=414)
Una guerra mundial era una ocasi¨®n de lujo para hacer negocios. El mallorqu¨ªn Juan March Ordinas ten¨ªa 33 a?os cuando estall¨® el conflicto y ya era un hombre con dinero, ganado primero con la venta de cerdos y despu¨¦s con el contrabando de tabaco entre Baleares y puertos de la costa mediterr¨¢nea espa?ola y del norte de ?frica. ¡°En sus libros de contabilidad anota los pagos a guardias civiles para que hagan la vista gorda¡±, destaca la historiadora Mercedes Cabrera en la biograf¨ªa que sobre este personaje public¨® en 2011 (Marcial Pons), la ¨²ltima hasta la fecha.March, a quien el jefe de los servicios secretos brit¨¢nicos en Gibraltar en la Gran Guerra, el mayor Charles Thoroton, llamara ¡°mi pirata¡±, hab¨ªa nacido el 3 de octubre de 1880 en el pueblo de Santa Margalida y morir¨ªa en Madrid en 1962. De su abuelo aprendi¨® a olfatear d¨®nde hab¨ªa oportunidades. Eso y una gran cabeza para los n¨²meros le situaron al frente de la familia.
¡°Con la guerra da un gran salto, controla el abastecimiento de gasolina y alimentos¡±, dice Mercedes Cabrera
Este hombre delgado, de vivos ojos negros tras los gruesos cristales de sus gafas y nariz aguile?a va a demostrar que es un maestro del doble juego. En 1914 posee una flota de medio centenar de faluchos que le convierte en pieza imprescindible para ambos bandos. El conflicto dificulta sus operaciones por la vigilancia en las costas y porque en el Mediterr¨¢neo navegan submarinos alemanes y barcos brit¨¢nicos y franceses a su caza. ¡°Los aliados desconf¨ªan de ¨¦l porque mantiene excelentes relaciones con el c¨®nsul alem¨¢n en Mallorca¡±, dice el historiador Pere Ferrer, de la Universidad de las Islas Baleares que retrat¨® esta etapa en Juan March. Los inicios de un imperio financiero (Edicions Corts, 2001). ¡°Los ingleses detectan que barcos de March aprovisionan en la isla de Cabrera a submarinos alemanes¡±. Por eso deciden contactar con ¨¦l en mayo de 1915. James Macnaughten, agente secreto en Valencia, les explica a sus superiores en un mensaje: ¡°March est¨¢ de acuerdo con nuestras propuestas de cooperaci¨®n y ofrece su apoyo incondicional¡±. El motivo de tanta generosidad es evitar que Londres retenga sus barcos en Gibraltar con el pretexto de pedirles la documentaci¨®n, y pueden hacerlo porque los botes de March tienen bandera inglesa. A cambio, March les dir¨¢ d¨®nde se esconden los submarinos germanos.
![Ilustraci¨®n de una revista del 21 de junio de 1916 en la que tripulantes del submarino U-35 saludan a los del 'Catalu?a', barco de March.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RK7IUWCO7RH3PSKZLHH6BY5FIY.jpg?auth=589b22f9f9966f4a9519ffd8fdda4fafffaf0288bb82aaada4a7e2892c63928b&width=414)
Miguel Monjo, bisnieto de la ¨²nica hermana del millonario y propietario de un archivo con objetos y documentos sobre este tah¨²r, tiene copia de un informe de los servicios secretos franceses del 3 de febrero de 1916 ¡ªpropiedad de la extinta URSS¡ª en el que el Ministerio de la Marina galo solicita al de Finanzas, a petici¨®n brit¨¢nica, ¡°que se act¨²e a favor de March, jefe de una poderosa organizaci¨®n de contrabandistas, por sus muy ¨²tiles servicios¡±. Sin embargo, Francia cree que March contin¨²a jugando con dos barajas y le convoca para interrogarle en Par¨ªs el 5 de julio. March no va solo. Se presenta con su valedor, Thoroton, y gracias a sus dotes de vendedor logra que Londres convenza a los franceses para que liberen dos barcos suyos en Or¨¢n y Argel.
Los franceses no se fiaban de ¨¦l, por eso le citaron en Par¨ªs para interrogarle el 5 de julio de 1916
¡°Informaba a los ingleses de la posici¨®n de los submarinos germanos. Y al rev¨¦s, contaba a estos las rutas de los barcos aliados¡±, dice Monjo. Otro documento de su archivo es un informe de la Direcci¨®n General de Seguridad, de octubre de 1921, en el que el departamento que controlaba el orden p¨²blico en Espa?a relata que, en la guerra, March despidi¨® al capit¨¢n de uno de sus barcos por desobedecer la ruta que le hab¨ªa marcado para llevar un cargamento al puerto donde esperaba un vapor alem¨¢n. Aunque la operaci¨®n tuvo ¨¦xito, March fue implacable.
La Fundaci¨®n Juan March ¡ªinstituci¨®n para promocionar la cultura y la ciencia creada en 1955 por el magnate¡ª, al ser preguntada si ten¨ªa algo que decir de las actividades del financiero en ese periodo, declara: ¡°Dejamos que los investigadores investiguen y la familia no va a decir nada¡±.
![Caricatura de la revista 'Baleares' publicada el 20 de octubre de 1918 en la que sobre un mapa de Mallorca Jaime I dice: "Yo la conquist¨¦ a los moros". Juan March replica: "Y yo a los cristianos..".](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OOL4QYVOEKNBDHF5YWY7R5BZYM.jpg?auth=662a7b9e3c6ee510bc77b80affa974e3d4a374aaf74ecdd268d7b93abc996e5c&width=414)
Consciente de que es vigilado, Juan March remite una carta ¡ªque sabe que van a interceptar los franceses¡ª a su socio en Argel, Vicente Jorro: ¡°Tengo el orgullo y satisfacci¨®n de que cuando acabe el conflicto, pocas personas habr¨¢n prestado un servicio as¨ª a los aliados, y sin ning¨²n amor por el lucro, ni reembolso de los gastos ocasionados¡±.
¡°Con la guerra da un gran salto, controla el abastecimiento de gasolina y alimentos en la zona¡±, dice Cabrera. A eso, Ferrer suma otro ping¨¹e negocio: ¡°Transporta armamento que vende a los rebeldes proalemanes que en Marruecos hostigan a los franceses¡±. Una carta del comandante en jefe de las tropas galas en el Norte de ?frica muestra el grado de irritaci¨®n: ¡°Se ha hecho pasar ante la Marina brit¨¢nica como un agente de nuestra causa. En realidad, tenemos razones para creer que es un agente de nuestros enemigos¡±.
El capital fluye hasta March, que se jacta de ser ¡°un capitalista moderno¡±, despreciado por la aristocracia balear, que le pide dinero a cambio de tierras que ¨¦l parcelar¨¢ y revender¨¢. ¡°Entra en nuevos sectores: transporte de pasajeros con la Trasmediterr¨¢nea, fertilizantes, petr¨®leo...¡±, subraya Cabrera.
¡°Su ambici¨®n no conoce l¨ªmites y si tiene que corromper a los que le ponen trabas, no duda en hacerlo. Adem¨¢s, tiene la suerte de que cuando un juez le va a procesar por algo, se le destituye o se le traslada¡±, explica Ferrer.
Se le queda peque?a Santa Margalida. Se instala con su esposa en un palacio en Palma con m¨¢rmoles de Carrara y en cuyos bajos abre oficina bancaria. Cuando las armas callan, en noviembre de 1918, han ca¨ªdo los imperios austroh¨²ngaro, germano y turco. ?l ha levantado el suyo. Siempre con un habano en los labios, vestido de oscuro y con la cabeza rapada, es el nuevo conquistador de Mallorca, como refleja una caricatura de la revista Baleares. Se ha convertido en uno de los hombres m¨¢s ricos de Espa?a y es conocido en la City londinense. Al joven que empez¨® vendiendo cerdos se le atribuye una cita recogida en el archivo Monjo: ¡°Si robas un pan, te llamar¨¢n ladr¨®n; si robas un mill¨®n te dir¨¢n estafador. Pero si robas cientos de millones, te llamar¨¢n magnate y se arrodillar¨¢n ante ti¡±.
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![Manuel Morales](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F57c7f876-9be2-490d-9d0e-9d9302011083.jpg?auth=dba1f1374caf61cc09d86d6696c75508432873a677e74051654d15b22d99a0fa&width=100&height=100&smart=true)