Las claves del acuerdo: desde la concesi¨®n de los permisos de residencia al control del CIE de Barcelona

El PSOE y Junts han sellado este martes el acuerdo con el que el Estado delegar¨¢ competencias estatales en inmigraci¨®n a la Generalitat. El pacto, negociado con total secretismo hasta hoy, cambia los actores protagonistas de la gesti¨®n migratoria. Habr¨¢ ajustes en la emisi¨®n de autorizaciones de residencia y trabajo, pero sobre todo en las cuestiones m¨¢s pol¨¦micas: fronteras y devoluciones. El texto dado a conocer por los socialistas aspira a llegar a 26.800 efectivos de la polic¨ªa catalana en 2032, desde los cerca de 19.000 actuales, y delegar en ellos la gesti¨®n de los centros de internamiento de extranjeros (CIE) y el tr¨¢mite o la ejecuci¨®n de las devoluciones, funciones hasta ahora en manos de la Polic¨ªa Nacional. El acuerdo no contempla la delegaci¨®n del control de fronteras, sino una peque?a parte, como el control documental.

La futura ley org¨¢nica de delegaci¨®n de competencias pretende que Catalu?a desarrolle ¡°un modelo propio¡± y ¡°una pol¨ªtica integral¡±, pero el acuerdo no se ocupa de una competencia estatal clave en la gesti¨®n migratoria: la integraci¨®n y la acogida de solicitantes de asilo, dos cuestiones que cuantitativamente (afectan a decenas de miles de personas) tienen un impacto mucho mayor que el de las competencias reclamadas.

Estos son los principales puntos del acuerdo:

Es una delegaci¨®n, no una transferencia. La delegaci¨®n no supone por ello una traslaci¨®n de la titularidad competencial, sino el ejercicio delegado de dicha competencia por la o las comunidades, estableci¨¦ndose un r¨¦gimen de control diferenciado dado el mantenimiento de la titularidad competencial en el Estado. Aun as¨ª, seg¨²n el acuerdo alcanzado por el PSOE y Junts, la Ley Org¨¢nica que permitir¨¢ la delegaci¨®n de competencias permitir¨¢ que Catalu?a pueda ¡°desarrollar un modelo propio¡± y ¡°una pol¨ªtica integral¡± de inmigraci¨®n.

Seguridad en puertos y aeropuertos. Aunque los Mossos ya compart¨ªan algunas funciones, a partir de ahora trabajar¨¢n junto a la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil en garantizar la seguridad de puertos, aeropuertos y las llamadas ¡°zonas cr¨ªticas¡±. El cambio recorta sobre todo margen de actuaci¨®n a la polic¨ªa, porque las funciones de la Guardia Civil (control de fronteras, polic¨ªa fiscal y polic¨ªa aduanera) se mantienen como est¨¢n. La f¨®rmula de cooperaci¨®n no se define en el articulado.

Control de pasaportes y rechazos en frontera. Se espera que los Mossos desplieguen sus unidades especializadas para controlar pasaportes y documentos de viaje en sus fronteras, siempre en coordinaci¨®n con las fuerzas de seguridad estatales. Esta nueva funci¨®n las permitir¨¢, seg¨²n se lee en el acuerdo, devolver extranjeros que cuenten con una prohibici¨®n de entrada, esto es, negarles el ingreso en el territorio.

Mando en (pocas) devoluciones e influencia en las expulsiones. La Generalitat asumir¨¢ parte de las herramientas clave del Ministerio del Interior en materia migratoria: las devoluciones de extranjeros. Pero esa delegaci¨®n de competencias tiene truco, porque aunque el acuerdo refiere que Catalu?a ¡°instruir¨¢ y ejecutar¨¢ expulsiones que no requieran expediente¡±, en referencia a las devoluciones, estas son muy limitadas en Catalu?a. Las devoluciones (que tambi¨¦n requieren de un expediente) son procedimientos que abren y se intentan llevar a cabo de forma inmediata cuando alguien entra de forma irregular en Espa?a. En Catalu?a esto apenas ocurre, mientras que en Canarias con la llegada de personas en cayucos se abren cientos cada d¨ªa.

Las expulsiones que s¨ª requieran expediente ¡ªaquellas que se inician a personas que han cometido delitos o son cazadas en situaci¨®n irregular por la calle¡ª se resolver¨¢n y ejecutar¨¢n a partir de la propuesta de expulsi¨®n formulada por la Generalitat (antes una funci¨®n policial), previa valoraci¨®n de los criterios orientativos que establezca la Junta de Seguridad de Catalu?a. Aqu¨ª se vislumbra la ya declarada intenci¨®n de Junts de abordar la cuesti¨®n de los multirreincidentes. El Ministerio del Interior a¨²n no ha explicado c¨®mo se gestionar¨¢ una competencia que, adem¨¢s de estatal, depende de los pa¨ªses de origen.

Control del centro de internamiento. La Polic¨ªa Nacional perder¨¢ la gesti¨®n del centro de internamiento (CIE) de Zona Franca, en Barcelona, el ¨²nico que hay en Catalu?a. Aqu¨ª es donde se interna (previa autorizaci¨®n judicial) a los extranjeros que est¨¢n pendientes de que se ejecute su devoluci¨®n o expulsi¨®n. La estancia en r¨¦gimen cerrado y bajo supervisi¨®n policial (es pr¨¢cticamente una c¨¢rcel) no puede superar los 60 d¨ªas, aunque las autoridades no logren retornar al extranjero a su pa¨ªs.

Autorizaciones para vivir y trabajar. Se declara a Catalu?a como ¡°ventanilla ¨²nica¡± de varios tipos de autorizaciones de residencia (larga duraci¨®n, temporal...) y estancias acad¨¦micas. Esto significa que la Generalitat ejercer¨¢ de oficina de extranjer¨ªa y tendr¨¢ la competencia para recibir y estudiar los expedientes para decidir sobre su concesi¨®n conforme a la legislaci¨®n vigente. Competencias parecidas (limitadas m¨¢s bien a las autorizaciones de trabajo) se est¨¢n delegando a Pa¨ªs Vasco. La Generalitat tambi¨¦n expedir¨¢ el documento de identidad de los extranjeros, una competencia, hasta ahora, policial. En contrataciones de trabajadores en origen, Catalu?a decidir¨¢ (junto a sus empresas y sindicatos) los perfiles y el contingente de empleados que se autorizar¨¢n.

Trata y explotaci¨®n. Los Mossos y no la polic¨ªa, como hasta ahora, ser¨¢n los competentes en la ¡°prevenci¨®n, persecuci¨®n, protecci¨®n y asistencia a las v¨ªctimas de trata de y explotaci¨®n de seres humanos¡±.