Abonados a la leyenda negra
Una cuidada reedici¨®n en el centenario de la obra de Juli¨¢n Juder¨ªas
Juli¨¢n Juder¨ªas (1877-1918) fue un madrile?o pol¨ªglota que viaj¨® por el mundo como traductor. Periodista y escritor, vivi¨® s¨®lo 40 a?os, pero los aprovech¨® bien. Asombrado por la pervivencia de la "leyenda negra", Juder¨ªas examin¨® de cerca el contenido, los or¨ªgenes y la cristalizaci¨®n de ese mito negativo en un libro aparecido en enero de 1914 bajo el t¨ªtulo La leyenda negra de Espa?a. El historiador Luis Espa?ol ha realizado una cuidada reedici¨®n, al cumplirse el centenario de la primera, con datos del autor y la ¨¦poca en que se escribi¨®. El libro es de lectura bastante amarga pero muy ¨²til, aunque a estas alturas ya no resulte tan original. La "leyenda negra", nos cuenta Juder¨ªas, y apoya el relato con multitud de datos y citas de autores, surge a mediados del siglo XVI, en el contexto de la Reforma protestante que Espa?a decide combatir con la m¨¢xima energ¨ªa. Aunque surge con Carlos V, cristaliza en torno a tres ejes: Felipe II, el rey m¨¢s poderoso de la cristiandad, presentado por sus enemigos como ep¨ªtome del oscurantismo represivo y la crueldad total; la Inquisici¨®n, sus autos de fe, y la conquista de Am¨¦rica.
Lo tremendo es que son tres espa?oles los que tienen un papel esencial en la construcci¨®n de esta leyenda. En el primer caso, adem¨¢s de un libelo de Guillermo de Orange, vasallo de Felipe II, es impagable el efecto que las famosas Relaciones escritas por Antonio P¨¦rez, exsecretario del monarca, tendr¨¢ en las Cortes europeas. Sobre todo porque P¨¦rez, que conoce a fondo el entorno del rey, combina verdad y mentira h¨¢bilmente, y hace un relato venenoso de lo que no pasa de ser una fantas¨ªa, el supuesto asesinato de don Carlos a manos de su padre, Felipe II. Otro espa?ol, Reinaldo Gonz¨¢lez Montes o Montano, se encargar¨¢ de engordar la f¨¢bula con un libro-libelo donde narra "las b¨¢rbaras, sangrientas e inhumanas pr¨¢cticas de la Inquisici¨®n espa?ola". Una historia espeluznante donde se cargan las tintas sobre la Inquisici¨®n, como si fuera un caso ins¨®lito en una Europa en la que, recuerda Juder¨ªas, los tribunales ingleses quemaban a supuestas brujas todos los d¨ªas. El tercer clavo en el f¨¦retro de esta leyenda lo pone fray Bartolom¨¦ de las Casas, con su Brev¨ªsima relaci¨®n de la destrucci¨®n de las Indias, un libro bien intencionado ¡ªimpreso en Sevilla, en 1552¡ª que reduce la colonizaci¨®n de Am¨¦rica a una interminable matanza. "Es cierto que los indios fueron objeto de malos tratos en los primeros a?os de la conquista", se?ala Juder¨ªas, pero no con anuencia de los reyes o sus representantes. Pero si esta amalgama de medias verdades y mentiras monstruosas tom¨® carta de naturaleza es porque los propios espa?oles terminaron por creerse la leyenda negra. A este respecto, es aleccionador el cap¨ªtulo sobre las Cortes de C¨¢diz para demostrarle al lector que los grandes pr¨®ceres de aquel Parlamento, y los poetas que les acompa?aban, daban por buena toda la basura vertida contra su pa¨ªs a lo largo de los siglos.
La leyenda negra de Espa?a. Juli¨¢n Juder¨ªas. Reedici¨®n a cargo de Luis Espa?ol Bouch¨¦. La Esfera de los Libros. Madrid, 2014. 472 p¨¢ginas. 21,90 euros. (Electr¨®nico: 9,02 euros).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.