El Prado no encuentra 885 obras
Un informe del Tribunal de Cuentas revela que el museo ha localizado otras 41 piezas desde 2008 La pinacoteca dice que la mayor¨ªa se perdi¨® hace d¨¦cadas
El Museo del Prado, una de las mayores pinacotecas del mundo, desconoce el paradero de 885 obras de arte seg¨²n el Tribunal de Cuentas. La cifra lleg¨® a ser mayor hace unos a?os: entre 2008 y diciembre de 2012 el Servicio de Dep¨®sitos localiz¨® 41 obras de las 926 que llegaron a engrosar la lista de piezas no localizadas. Su p¨¦rdida y posterior recuperaci¨®n se atribuy¨® a la ¡°reordenaci¨®n de colecciones¡± con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa. Doce obras de arte ¡°estaban depositadas en diversas instituciones¡±, refleja el informe del organismo fiscalizador, relativo al ejercicio de 2012.
El inventario de bienes hist¨®ricos-art¨ªsticos del Prado contaba hace dos a?os con 27.509 objetos, de los que 15.480 corresponden a dibujos y estampas y 4.408 a esculturas y artes decorativas. El resto son pinturas desde el periodo anterior a 1.700 (1.716), del siglo XIX (2.394)...
Buscando en Suiza
En 1991, el abogado y millonario Manuel Villaescusa dej¨® al Museo del Prado como heredero de todos sus bienes. Pero no leg¨® obras de arte, sino una fortuna inmensa: 7.000 millones de pesetas de la ¨¦poca (42 millones de euros). Todo ese dinero deb¨ªa emplearse en adquirir obras maestras de arte con las que enriquecer el museo. Pero el Tribunal de Cuentas, a pesar de los a?os transcurridos, considera que la pinacoteca ¡°no ha culminado¡± las ¡°actuaciones para detectar posibles nuevos bienes del denominado Legado Villaescusa¡±.
El museo, en sus alegaciones al informe auditor, replica que ya en 2009 ¡°se hab¨ªa retomado la b¨²squeda de un posible patrimonio de su propiedad situado fuera de Espa?a¡±. De hecho, la pinacoteca contrat¨® los ¡°servicios de un despacho de abogados especializado en esta materia, que realiz¨® m¨²ltiples gestiones en distintos bancos suizos durante m¨¢s de un a?o sin obtener resultado positivo alguno¡±. En 2010, se dio por finalizada la b¨²squeda.
Sin embargo, en marzo de 2013, se descubrieron diversos inmuebles en Madrid. Y se puso en manos de los abogados del Estado su recuperaci¨®n. En abril de ese a?o, el museo tuvo conocimiento de que s¨ª exist¨ªan cuentas en Suiza con ¡°efectivo en distintas monedas¡± y ¡°valores burs¨¢tiles¡±. Finalmente, en noviembre de 2013, el banco helv¨¦tico entreg¨® 1,1 millones de euros m¨¢s al museo, que fueron ingresados en una cuenta abierta adonde van todos los fondos del Legado Villaescusa.
Con la fortuna del abogado, el Prado ha adquirido en estas d¨¦cadas obras de Adriaen Thomasz Key, Georges de La Tour, El Greco o Van der Hamen.
Una portavoz del Prado resta importancia al n¨²mero de objetos cuya localizaci¨®n se desconoce y afirma que la mayor¨ªa desapareci¨® en incendios e incluso conflictos b¨¦licos. ¡°Pero no vale con la sospecha, si no hay constancia de que se han destruido no se pueden quitar del inventario¡±, explica. De hecho, entre 2001 y 2006 aparecieron una docena de obras.
Otra parte significativa de las obras en el limbo pertenecer¨ªa a la colecci¨®n del Museo de la Trinidad, formada por bienes expropiados en la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal y de los que un n¨²mero sin detallar no habr¨ªan ingresado en el Prado tras la fusi¨®n de sus colecciones en 1872. Los gestores del Museo ya dieron por perdidos alrededor de 350 lienzos de la pinacoteca en los a?os ochenta del pasado siglo. Una d¨¦cada m¨¢s tarde, el inventario reflejaba que 500 obras del Prado hab¨ªan sido destruidas o se hab¨ªan perdido. Entonces el Prado contaba con un fondo de 8.000 piezas, 20.000 menos que las actuales.
Las explicaciones del Prado no convencen al Tribunal, que insiste en ¡°proseguir¡± con la b¨²squeda de aquellas obras que constan ¡°en antiguos inventarios¡±. Y entiende que es ¡°imprescindible¡± que el Museo contin¨²e con las tareas de ¡°seguimiento y control¡± de los dep¨®sitos constituidos en otras instituciones, dentro de lo que se conoce como Prado Disperso. En este sentido, la ¡°ausencia¡± de un informe peri¨®dico sobre el estado de las colecciones es una ¡°debilidad¡± que los fiscalizadores recomiendan subsanar. Lo mismo sucede con el ¡°elevado n¨²mero y dispersi¨®n¡± de obras depositadas en otras instituciones, lo que ¡°dificulta especialmente el seguimiento y control¡± de su conservaci¨®n y seguridad. A eso se a?ade la ¡°inejecuci¨®n¡± del proyecto de creaci¨®n del Centro de Gesti¨®n de Dep¨®sitos y la ¡°insuficiencia de medios humanos¡± asignados a la gesti¨®n directa de dichos dep¨®sitos.
Eso s¨ª, el tiempo transcurrido tras la desaparici¨®n de buena parte de las obras registradas no localizadas hace que ¡°no pueda desprenderse responsabilidad alguna por la no localizaci¨®n de las mismas¡±, entiende el Tribunal. Sin embargo, tras la fiscalizaci¨®n del ejercicio de 2005 el Tribunal de Cuentas traslad¨® el asunto a la Fiscal¨ªa General del Estado, con el objetivo de depurar las posibles responsabilidades penales.
En 2012 el Prado particip¨® en 15 exposiciones en el pa¨ªs ¡ªalgunas se celebraron en varias sedes¡ª a las que han enviado 176 obras. En el extranjero se particip¨® en 33 exposiciones con 288 obras. En el caso del Prado Itinerante (que el Museo lo organiza con otras instituciones) fueron 164 las obras que se trasladaron a tres exposiciones.
De las 3.206 obras en dep¨®sito fuera del Museo, 2.975 obras se encontraban en 263 instituciones espa?olas. Tras solicitar la certificaci¨®n de 1.789 de ellas a 82 entes nacionales, el 64,63% fueron confirmadas por 53 de las instituciones (no contestaron la bas¨ªlica de San Francisco el Grande de Madrid, el Ayuntamiento de Badajoz, el Palacio Carvajal de C¨¢ceres y el Complejo Cultural San Francisco, en la misma ciudad). En la informaci¨®n remitida por 25 instituciones se puso de manifiesto que ¡°con cierta regularidad exist¨ªa discrepancia en relaci¨®n con la procedencia y la pertenencia de los dep¨®sitos¡±. Especialmente si se trataba de dep¨®sitos del Prado o del Reina Sof¨ªa. En estos casos se recomend¨® ¡°clarificar la procedencia, realidad y ubicaci¨®n de los bienes depositados¡±.
A juicio del Tribunal de Cuentas esta deficiencia tiene un car¨¢cter meramente formal, y que es consecuencia de diversas circunstancias, ¡°especialmente por la antig¨¹edad de dichos dep¨®sitos¡± otorgados algunos por instituciones en la actualidad inexistentes, as¨ª como por los ¡°escasos¡± controles realizados por las instituciones depositantes.
Un plan de actuaci¨®n para el periodo 2013-2016 contempla la revisi¨®n ¡°in situ¡± de obras depositadas en distintas comunidades aut¨®nomas y analizar su estado, condiciones de conservaci¨®n, de seguridad y acceso a las mismas. Durante la vigencia del plan se pretende revisar 1.500 obras en 130 instituciones. A dicha actuaci¨®n se sumar¨¢ una campa?a de fotografiado de dep¨®sitos. Adem¨¢s se desarrollar¨¢ una aplicaci¨®n inform¨¢tica para la gesti¨®n de los fondos.
La Ley reguladora del Museo del Prado establece que deber¨¢ ¡°velar por la integridad y seguridad de las colecciones y fondos muse¨ªsticos¡±, adem¨¢s de ¡°garantizar la protecci¨®n y conservaci¨®n¡± de los bienes del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol dentro de su competencia.
Babelia
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