Una Mar de M¨²sicas y eclecticismo
El festival de Cartagena celebra sus 20 a?os con Youssou N¡¯Dour, Ray Davies y Calle 13
La Mar de M¨²sicas cumple dos d¨¦cadas. Y lo celebra como merece el p¨²blico, proponiendo uno de los encuentros culturales m¨¢s importantes del verano: cine, arte, mucha m¨²sica, buen ambiente¡ Este a?o, con especial atenci¨®n a la escena noruega, tras el intento frustrado hace dos ediciones de aglutinar a todos los pa¨ªses escandinavos.
El festival de Cartagena (Murcia) permite navegar por aguas intercontinentales seg¨²n el d¨ªa y el artista. El elenco de figuras que ha pasado por la cita en estos 20 a?os es vertiginoso. Las oportunidades de descubrir a tal o cual m¨²sico, impagables. Las cr¨ªticas, razonables y envidiosas.
¡°Hasta mi equipo me da ca?a. Programar artistas consagrados a base de talonario es muy sencillo. Pero precisamente uno de los factores diferenciadores es apostar por propuestas arriesgadas, fuera del mainstream, que sin duda nuestro p¨²blico m¨¢s fiel demanda y agradece¡±, reconoce el responsable de la cita, Francisco Mart¨ªn, tras desconcertar una vez m¨¢s con su programaci¨®n.
La cita cumple 20 a?os con un homenaje a la cultura noruega
Por ejemplo, con el concierto de los tanzanos Jagwa Music: cinco m¨²sicos ataviados con instrumentos caseros, un MC con cara de malas pulgas y una bailarina de chakacha y mapouka, desafiantes ritmos locales. El grupo lleg¨® antes del tolerable d¨²o noruego de house Ost & Kjex, y justo despu¨¦s del concierto de dos horas que dio el m¨²sico senegal¨¦s Youssou N¡¯Dour con Le Super ?toile de Dakar, una gran banda reunida que se pueden permitir muy pocos artistas. ¡°Estoy muy contento de volver a acercar a los m¨ªos un poco de su pa¨ªs, al tiempo que compruebo su orgullo de ver c¨®mo los espa?oles aprecian nuestra cultura¡±, manifest¨® el artista en una entrevista a este diario.
La actuaci¨®n de N¡¯Dour fue la inauguraci¨®n oficial de la vig¨¦sima edici¨®n de La Mar el viernes pasado, aunque la jornada comenz¨® tres horas y media antes con el proyecto OK World. El ensemble est¨¢ liderado por Bugge Wesseltoft, que jugaba a modificar las notas del lustroso piano Steinway & Sons con su tablet al tiempo que sus compa?eros improvisaban, todo aderezado por percusiones indias y mozambique?as, guitarras flamencas y cantes libaneses.
Le sigui¨® una propuesta muy diferente en su concepci¨®n de la fusi¨®n. El cantaor onubense Arc¨¢ngel se permite un punto de inflexi¨®n en su carrera ¡ª-aprovechando la brecha abierta por Enrique Morente¡ª y, en colaboraci¨®n con Georgi Petkov, el director de Las nuevas voces b¨²lgaras, present¨® Estruna, un agradable encuentro entre folclore b¨²lgaro y flamenco. Fue destacable la habilidad jazz¨ªstica del guitarrista italiano Antonio Forcione, poniendo el contrapunto perfecto al toque prometedor de Dani de Mor¨®n y al percusionista Agust¨ª Diassera, calificado por el propio cantaor como ¡°el mago del silencio¡±.
Nuestro p¨²blico agradece un cartel arriesgado¡±, opina la organizaci¨®n
Durante la jornada del s¨¢bado el p¨²blico pudo disfrutar del parco en palabras trompetista Nils Petter Molv?r, uno de los pioneros en ese paraguas estil¨ªstico llamado nu jazz. Con tan solo un ordenador port¨¢til, una pedalera de sampler y su propio instrumento, transport¨® a los espectadores a trav¨¦s de una concatenaci¨®n de temas a medio camino entre la m¨²sica concreta y la delicadeza noruega. Ambiente diametralmente opuesto e igual de gozoso aguardaba en el desbordante auditorio Parque Torres. Hinchadas juveniles vociferaban: ¡°?Visitante, Residente!¡±. El t¨¢ndem puertorrique?o Calle 13 agit¨® los cuerpos y las conciencias de centenares de personas entregadas a la causa o al grupo latino del momento.
El ¨²nico domingo del festival se reserv¨® para dos convocatorias aparentemente afines, pues de pop se trataba. El programa compartido por el island¨¦s ?lafur Arnalds y el noruego Erlend ?ye se tuvo que reubicar por vender justo el doble de las entradas previstas. En cambio el septuagenario y entusiasta Ray Davies, l¨ªder y principal compositor de la influyente e irreconciliable banda brit¨¢nica The Kinks, convoc¨® menos gente de la que su leyenda preve¨ªa. Puso m¨¢s voluntad que cualidades f¨ªsicas; eso s¨ª, con una banda de categor¨ªa y un repertorio angular en la m¨²sica popular anglosajona. El p¨²blico conoc¨ªa las letras y, lo que no suele ser habitual, las entonaba en coro al tiempo que se celebraba el encuentro con el ¨ªdolo. A quien hizo tanto por la historia de la m¨²sica y a¨²n no le da la gana de retirarse, todos los respetos.
Babelia
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