De cr¨ªmenes y un milagro (alem¨¢n)
West es la autora de seis reportajes sobre los juicios que llegan por primera vez a Espa?a Su relato de N¨²remberg bucea en su trasfondo moral
La escritora inglesa Cicely Isabel Fairfield (1892-1983) firm¨® su primer art¨ªculo con el seud¨®nimo de Rebecca West en 1912, cuando colaboraba con un semanario feminista ¡ªThe Freewoman¡ª que m¨¢s all¨¢ del sufragismo abordaba cuestiones de sexualidad y clase social. La elecci¨®n del heter¨®nimo no era arbitraria sino muy motivada, porque as¨ª se llamaba la protagonista torturada y contestataria del melodrama de Ibsen La casa de Rosmer. Rebecca West hizo bueno el seud¨®nimo cuando provoc¨® al escritor H.?G.?Wells ¡ªpor entonces ya consagrado¡ª con una cr¨ªtica de su novela Marriage en donde le llam¨® "solterona entre los novelistas". M¨¢s adelante, sin embargo, se convirti¨® en su amante y tuvo con Wells a su ¨²nico hijo, Anthony West, con quien mantuvo durante toda su vida una relaci¨®n enfermiza, al parecer no muy distinta a la de Katherine Hepburn y Montgomery Clift en De repente, el ¨²ltimo verano.
Respecto a su obra, West escribi¨® novelas ¡ªalgunas llegaron a ser best sellers¡ª, relatos, poes¨ªa, reportajes y ensayos, y desde los a?os veinte fue una de las cr¨ªticas literarias m¨¢s influyentes de Reino Unido. Entre sus obras se cuenta la imponente Cordero negro, halc¨®n gris (1941), que, pese al subt¨ªtulo de Un viaje por Yugoslavia, desborda con mucho el g¨¦nero y se ha considerado su mejor libro. Por a?adidura, gracias a sus dotes sociales dentro y fuera del mundillo de las letras (fue dama del Imperio Brit¨¢nico), a la intuici¨®n con que detectaba lo que pod¨ªa resultar de inter¨¦s para el p¨²blico y a su capacidad para la pol¨¦mica, alcanz¨® desde muy temprano el estatuto de figura literaria. A la larga, siendo muy prol¨ªfica, tambi¨¦n hizo dinero.
En Un reguero de p¨®lvora, que se publica ahora por primera vez en Espa?a, West reuni¨® seis reportajes que tienen por denominador com¨²n los procesos judiciales. Por una parte, se encuentran los tres reportajes sobre los juicios de N¨²remberg que la revista estadounidense The New Yorker encarg¨® sucesivamente a West en 1946, 1949 y 1954. La autora los titul¨® ¡®Invernadero con cicl¨¢menes¡¯. Por otra, el volumen recoge tres cr¨®nicas dedicadas a otros tantos cr¨ªmenes. En la primera de estas, ¡®?pera en Greenville¡¯, la escritora narr¨® el proceso contra un grupo de 31 taxistas blancos acusados del linchamiento de un negro en una ciudad de Carolina del Sur. En la segunda cr¨®nica, titulada ¡®El se?or Setty y el se?or Hume¡¯, relat¨® un crimen en los bajos fondos londinenses. Por fin, en ¡®La mejor ratonera¡® cont¨® la historia de un joven radiotelegrafista del Ministerio de Asuntos Exteriores brit¨¢nico que entra en contacto con un diplom¨¢tico sovi¨¦tico y es reo de espionaje.
A decir verdad, estas tres cr¨®nicas contrastan con ¡®Invernadero con cicl¨¢menes¡¯, de manera parecida a como podr¨ªan hacerlo tres breves de sucesos con un art¨ªculo de fondo. El inter¨¦s de los tres reportajes est¨¢ m¨¢s en los destellos de lucidez y la elocuencia con que West describe, narra y divaga que en los asuntos, bastante s¨®rdidos y que se resuelven con cierta vaguedad tanto desde un punto de vista ¨¦tico (salvo, quiz¨¢s, en ¡®?pera en Greenville¡¯) como literario (no solventan los misterios). Al fin y al cabo, son cr¨®nicas realistas, productos de un momento dado en el que todav¨ªa permanecen; en ese sentido, hacen relatos menores, aunque en su momento fueran reportajes excelentes.
Tres reportajes sobre los juicios de N¨²remberg que la revista estadounidense The New Yorker encarg¨® sucesivamente a West
Por contra, ¡®Invernadero con cicl¨¢menes¡¯ justificar¨ªa m¨¢s que de sobra su publicaci¨®n como libro independiente. Tal vez el editor o la autora, en su d¨ªa, colaron de rond¨®n las otras tres cr¨®nicas para engordar el volumen. Sea como fuere, West escribi¨® uno de sus mejores textos, un documental sobre la evoluci¨®n de un pa¨ªs devastado por la guerra e invadido por cuatro potencias victoriosas que obra, pese a todas las dificultades y gracias tambi¨¦n a la generosidad de los vencedores, lo que dio en llamarse "el milagro alem¨¢n". El invernadero del t¨ªtulo hace referencia precisamente al esp¨ªtitu industrioso germ¨¢nico del que West fue testigo en N¨²remberg en 1946, cuando vio c¨®mo un hombre con una sola pierna y una ni?a de 12 a?os cultivaban cicl¨¢menes y milagrosamente lograban venderlos en un pa¨ªs donde la gente no ten¨ªa qu¨¦ comer.
Ocho a?os m¨¢s tarde, West, estando en Lucerna (Suiza), observ¨® a los economistas que asist¨ªan a una reuni¨®n de alto nivel. All¨ª pudo ver que de entre los representantes aliados los americanos aparentaban ser los m¨¢s ricos con diferencia, hasta que llegaron los de la delegaci¨®n alemana, y los estadounidenses parecieron pobres a su lado. El trasfondo moral, como no pod¨ªa ser de otro modo, es el juicio al nazismo y los problemas legales ¡ªsobre todo de procedimiento¡ª y de organizaci¨®n que, mal que bien, se arrostraron y se solventaron en los juicios de N¨²remberg. Algo empezaba entonces que todav¨ªa no ha terminado hoy, y West lo cont¨® a las mil maravillas.
Un reguero de p¨®lvora. Rebecca West. Pr¨®logo de Agust¨ªn D¨ªaz Yanes. Traducci¨®n de Antonio Iriarte. Reino de Redonda. Madrid, 2014. 416 p¨¢ginas. 23 euros
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