China ¡®made in Hollywood¡¯
El gigante asi¨¢tico es ya la prioridad de los grandes estudios
La industria del cine ha cambiado de imagen. Tomemos como ejemplo el estreno de Transformers, la era de la extinci¨®n. En lugar de hamburguesas, sus protagonistas comen pato pekin¨¦s. El parque natural chino de Wulong Karst es el nuevo Monument Valley, ese que sirvi¨® de paisaje a tantos westerns antes. Y donde reinaba la Coca-Cola o la Pepsi, ahora los nuevos h¨¦roes de la pantalla beben leche Yili Shuhua, una marca de l¨¢cteos popular en China aunque desconocida en el resto del mundo. Esta es la nueva cara del Hollywood actual, el que tiene la vista puesta en el mercado chino. Una cara sonriente a juzgar por los 745 millones de euros que la cinta protagonizada por Mark Wahlberg lleva recaudados desde su estreno mundial, lo que lo convierte en el primer filme que supera este a?o el list¨®n de los mil millones de d¨®lares. Y, entradita a entradita, son los espectadores chinos los que se han encargado de amasar cerca de un tercio de esta cantidad, unos 223,5 millones de euros. Una cifra que adem¨¢s est¨¢ claramente por encima de los 179,6 millones de euros obtenidos por la cinta en la taquilla estadounidense en el mismo plazo de tiempo.
La descripci¨®n de Hollywood como la meca del cine puede ser ya cosa del pasado. La realidad ha cambiado. Mientras la industria estadounidense habla de otro a?o flojo en taquilla, la venta de entradas en China puede llegar a los 3.725 millones de euros para cuando acabe el a?o. Una curva ascendente que ya se dej¨® sentir en 2013, cuando los ingresos en la taquilla china llegaron a los 2.682 millones de euros, un 27 % por encima del 2012. En ese mismo plazo la taquilla estadounidense solo aument¨® sus ingresos en un 1 % concluyendo el a?o con 8.120 millones de euros. China ya ha superado a Jap¨®n como el segundo mercado cinematogr¨¢fico internacional. Si su poder econ¨®mico sigue la l¨ªnea de estos ¨²ltimos a?os, con una media de 10 nuevos cines construidos cada d¨ªa, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo lograr¨¢ convertirse en la primera potencia mundial en lo que al s¨¦ptimo arte se refiere para finales de esta d¨¦cada. Eso seg¨²n Financial Times. Seg¨²n The Hollywood Reporter no habr¨¢ que esperar tanto: Para el 2017, Hollywood tendr¨¢ que pasarle a China el t¨ªtulo de meca del cine.
Una taquilla de cifras gigantescas
En 2013 las salas chinas recaudaron 2.682 millones de euros, lo que permiti¨® al pa¨ªs superar a Jap¨®n y convertirse en el segundo mercado mundial del cine,por debajo de EE UU. La taquilla de China ha crecido un 55% a lo largo de los ¨²ltimos cinco a?os, seg¨²n el Observatorio Audiovisual Europeo.
China va camino de mejorar estos datos. El primer semestre de 2014 ha tra¨ªdo a las taquillas unos 1.600 millones de euros. Las pel¨ªculas extranjeras, con las superproducciones de Hollywood a la cabeza, obtuvieron el 52% de la cuota de mercado.
La estadounidense Transformers: la era de la extinci¨®n se convirti¨® hace un mes en la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de la historia de China, con m¨¢s de 223 millones de euros recaudados.
De la treintena de salas que Imax Corporation tiene previsto inaugurar por el mundo pr¨®ximamente 19 se abrir¨¢n en China.
Las salas chinas recibieron en 2013 unos 612 millones de espectadores, un 32,3% m¨¢s que hace cinco a?os. Es el tercer pa¨ªs por afluencia, tras India y Estados Unidos, seg¨²n el Observatorio Audiovisual Europeo.
El mismo instituto calcula que China cuenta con 18.195 pantallas, siendo el segundo pais en esta clasificaci¨®n solo por debajo, una vez m¨¢s, de Estados Unidos.
Una media de 10 cines nuevos se construyen en China cada d¨ªa.?
De ah¨ª el inter¨¦s que tiene la industria estadounidense en asegurar si no su liderazgo al menos un buen pedazo de este mercado que hasta hace pocos a?os estaba cerrado casi por completo a la producci¨®n extranjera. El ¨¦xito de Avatar en China y posteriormente, en 2012, la decisi¨®n del gobierno chino de abrir sus cines a un total de 34 producciones internacionales marcaron el momento del cambio. Un cambio que con tal de ganarse el favor de los 1.360 millones de chinos que hay en el pa¨ªs hace lo que sea en sus pel¨ªculas. De ah¨ª que en las ¨²ltimas grandes producciones tipo Godzilla o El amanecer del planeta de los simios la acci¨®n transcurra en San Francisco en lugar de Nueva York. San Francisco ha sido siempre conocida como la puerta hacia Asia. Adem¨¢s, est¨¢ esa inclusi¨®n de personajes asi¨¢ticos, especialmente chinos, como secundarios en las tramas de los principales taquillazos. Lo hizo Roland Emmerich con Lisa Lu cuando destruy¨® el mundo en 2012, lo hace ahora Michael Bay en Transformers: la era de la extinci¨®n con Li Bingbing o el boxeador Zou Shiming, y lo har¨¢ James Cameron en sus pr¨®ximas entregas de Avatar donde ya prometi¨® la inclusi¨®n de alg¨²n actor asi¨¢tico aun cuando la trama transcurra fuera de ese mundo. Macao, Pek¨ªn y Hong Kong son los nuevos escenarios para las aventuras cinematogr¨¢ficas de gran presupuesto de Hollywood y sus productos m¨¢s conocidos, incluida esa marca de leche china desconocida para el resto del mundo, sus nuevos patrocinadores. Incluso en el campo de la animaci¨®n, Hollywood se quiere asegurar el mercado chino. Los creadores de Shrek han abierto los estudios Oriental DreamWorks y est¨¢n preparando la tercera entrega de Kung Fu Panda.
La transici¨®n no es tan sencilla como parece. Tres de los patrocinadores chinos de este ¨²ltimo Transformers se han quejado, incluso por la v¨ªa legal, descontentos con su representaci¨®n en el filme. Entre ellos est¨¢ la empresa inversora Beijing Pangu, que amenaz¨® con bloquear el estreno de la cinta porque el hotel Pangu no se ve¨ªa tanto como hab¨ªan acordado en el contrato. O la asociaci¨®n tur¨ªstica del parque Wulong Karst, descontenta con la falta de rigor geogr¨¢fico a la hora de ubicar el parque natural utilizado de tel¨®n de fondo en el filme. ?C¨®mo si nunca hubieran visto antes una pel¨ªcula de Michael Bay, director conocido por sus espect¨¢culos visuales pero no por sus clases de historia o geograf¨ªa ¡ªen otra entrega de Transformers rod¨® una batalla en la frontera inexistente entre Egipto y Jordania¡ª! Incluso hubo un intento de extorsi¨®n contra el propio Bay mientras rodaba en China. Y quejas del p¨²blico local, contento con ver se?as de identidad m¨¢s cercanas a su cultura en las producciones de Hollywood pero sorprendido por la falta de l¨®gica de muchas de ellas. ¡°?Por qu¨¦ un hombre maduro, corriente y vulgar, en medio del desierto de Texas utiliza una tarjeta de cr¨¦dito del banco China Construction para sacar dinero del cajero autom¨¢tico local?¡±, se pregunt¨® un espectador en Weibo, la versi¨®n china de Twitter. Otros intentos de abrirse mercado en China fueron a¨²n m¨¢s complicados como el que protagoniz¨® Iron Man 3 el pasado a?o. Los estudios Marvel acabaron estrenando dos versiones, una occidental y otra china, para no herir sensibilidades locales por culpa de ese malo llamado Mandar¨ªn y con pinta de Fu-Manch¨².
Tampoco es todo jauja para el nuevo Hollywood chino. Los estudios tambi¨¦n se quejan no solo de la escasa ventana de penetraci¨®n que tienen en este inmenso mercado, sino de unos beneficios muy recortados. Mientras que la distribuci¨®n de las producciones made in America en el resto de los mercados internacionales suele deparar del orden del 50 % de los beneficios para las arcas de Hollywood, en el caso de China el porcentaje que regresa a los estudios no supera el 25 %. Y eso si lo ven porque son varios los que se plantean si est¨¢n recibiendo todo el dinero que les corresponde de la distribuci¨®n de sus pel¨ªculas en China. Seg¨²n The Wall Street Journal, los estudios Paramount han contratado los servicios de 1.200 trabajadores para que comprueben que las cuentas est¨¢n claras y las entradas vendidas por Transformers: la era de la extinci¨®n no le son adjudicadas a alguna otra producci¨®n local.
A pesar de todas estas pegas, la penetraci¨®n de Hollywood en China no tiene marcha atr¨¢s. Y viceversa. ¡°Est¨¢ claro que los estudios no pueden financiar pel¨ªculas de este calibre sin pensar en su ¨¦xito a nivel internacional, especialmente en China¡±, indic¨® a la prensa el jefe de distribuci¨®n de los estudios Paramount, Don Harris, en referencia a una producci¨®n como el ¨²ltimo Transformers, cuyo presupuesto se calcula por encima de los 150 millones de euros. As¨ª que todos preparados para ver en los pr¨®ximos estrenos de Hollywood la muralla China, el arroz tres delicias y hasta los guerreros de terracota de Xian. Un proyecto, este ¨²ltimo, que por cierto est¨¢n ya preparando los estudios Paramount. Lo que no parece cambiar por el momento es el tono megal¨ªtico e incluso patriotero de estos grandes estrenos de acci¨®n donde el bueno es bueno y el malo, mal¨ªsimo, y que tan bien funcionan en el mundo entero. Eso s¨ª, como dijo Variety en su cr¨ªtica de Transformers: la era de la extinci¨®n, a partir de ahora ser¨¢ patriotismo chino.
Babelia
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