Pedro Navaja, por la esquina del arrabal
Rub¨¦n Blades edita un disco con once de sus canciones interpretadas en clave de tango
Advierte Rub¨¦n Blades, en claro aviso para aquellos navegantes con dificultades para ver la luz del faro, a prop¨®sito de ese vasto territorio sentimental que comparten la salsa y el tango. ¡°Son expresiones de la m¨²sica popular, de la calle, de la gente. Y como tal, un reflejo de sus emociones. Lo ¨²nico que cambia es el traje, el acento; pero la historia es la misma y sus efectos son tambi¨¦n id¨¦nticos. Existe un error muy generalizado que dicta que la m¨²sica solo puede ser apreciada desde una perspectiva geogr¨¢fica, idiom¨¢tica o de grupo social. Eso es falso: Pedro Navaja apelar¨¢ al que viene del Cono Sur, igual que yo apelo al que ha nacido en el Caribe. Pero ahora resulta que un finland¨¦s o un japon¨¦s enamorados del tango lo disfrutar¨¢n con el mismo afecto y pasi¨®n. Entonces hablamos de un continente emocional que sobrepasa fronteras, barreras e idiomas¡±.
Blades (Panam¨¢, 1948), el cantor que dio palabras de sentido a la agitaci¨®n latina, acaba de editar Tangos (Sunnyside Communications?/ Karonte), un ¨¢lbum facturado en 2010 y 2011, pero in¨¦dito hasta ahora. En ¨¦l, con la orquesta del gran bandoneonista Leopoldo Federico y arreglos y direcci¨®n musical del muy premiado compositor bonaerense Carlos Franzetti, recoge 11 canciones (de las 13 que registr¨®) procedentes de sus discos Metiendo mano! (1977), Siembra (1978), Bohemio y poeta (1979) y Canciones del solar de los aburridos (1981); son piezas con nombres tan vibrantes como Paula C, Pedro Navaja, Pablo Pueblo, Juana Mayo, Ad¨¢n Garc¨ªa, Tiempos¡ ¡°Escog¨ª arbitrariamente las letras que considero tienen otras posibilidades fuera del formato de m¨²sica afrocubana o salsa. Siempre he considerado que mis letras sufren en cuanto a que su posibilidad expresiva se vea restringida por la vertiginosa naturaleza de la m¨²sica de salsa. Esta no es necesariamente reflexiva, es un g¨¦nero musical de acci¨®n, casi agresiva en su planteamiento. Me interesa comparar emociones derivadas de una letra cuya expresi¨®n se ha hecho en dos g¨¦neros distintos¡±.
Incluso en tres, como el caso de Paula C, grabada con cadencias brasile?as con el grupo Boca Livre en un disco a¨²n sin publicar. Y es que Blades, inteligente y audaz, no solo ha proporcionado en su extensa carrera solidez y brillo a ese universo que se convino en llamar salsa; tambi¨¦n ha explorado con resultados notables otros c¨®digos sonoros populares. En esa b¨²squeda encajaba el frustrado disco con Paco de Luc¨ªa, y encaja el inter¨¦s en trabajar con el d¨²o portorrique?o de rap Calle 13. As¨ª que volvamos al ¡°continente emocional¡±. No parece descabellado afirmar que una misma canci¨®n puede funcionar en claves diferentes (rock, reggae, salsa, etc¨¦tera), ya que lo que mantiene la unidad es el texto¡ ¡°Eso es correcto, y va a depender de la canci¨®n, del arreglo, de los m¨²sicos y del cantante. Desapariciones (una de las piezas de su disco Buscando Am¨¦rica, editado en 1984) est¨¢ interpretada como en reggae. ?Funcion¨® o no? Si se le hiciese una traducci¨®n al ingl¨¦s funcionar¨ªa en Jamaica. El tema, la letra, el arreglo y la interpretaci¨®n deber¨¢n ser honestos y eso dar¨¢ coherencia al intento. En mi ¨¢lbum Mundo, la canci¨®n Primigenio utiliza la gaita irlandesa como base para un argumento afrocubano. ?Funcion¨®? ?Claro que s¨ª! Danny Boy, una canci¨®n tradicional irlandesa la grab¨¦ con congas cubanas con un formato guaguanc¨® de fondo. ?Funciono? ?Claro que s¨ª!¡±.
?Y estos tangos, con un Pedro Navaja de andares milongueros y coro de murga pasando por la esquina del arrabal, funcionan? Dir¨ªase que estamos ante una apuesta bastante mestiza, diferente¡ ¡°Creo que la orquesta de don Leopoldo Federico, con el maestro al bandone¨®n, discutir¨ªa lo de mestizo. ?l y la banda le dan una irreprochable legitimidad al argumento, y su trayectoria as¨ª lo confirma. Lo que es diferente en el ¨¢lbum es que Carlos Franzetti, desde el primer momento, decidi¨® que no ¨ªbamos a hacer una producci¨®n tradicional. Por eso utiliza la leg¨ªtima contribuci¨®n de un icono como don Leopoldo en cinco temas, pero la combina con una interpretaci¨®n de un quinteto escogido en Nueva York, formado por m¨²sicos que conocen el tango, pero tambi¨¦n se orientan, como Piazzolla, a una interpretaci¨®n m¨¢s libre; jazz¨ªstica si se quiere. Nunca pretendimos hacer un ¨¢lbum tradicional, pero a la vez respetamos la tradici¨®n¡±.
?Estamos, pues, ante un disco que est¨¢ insuflando nuevos y buenos aires al tango? ¡°Creo que eso ya lo hizo Piazzolla, y caus¨® una pol¨¦mica que a¨²n persiste. Lo nuestro es m¨¢s simple: creo que lo que hacemos es reconocer la importancia y la vigencia del g¨¦nero como medio de expresi¨®n art¨ªstica, desde Argentina al mundo¡±.
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