Peste negra en primera persona
Una fosa com¨²n localizada en una bas¨ªlica de Barcelona guardaba los restos de m¨¢s de 120 personas fallecidas por la epidemia que asol¨® Europa en el siglo XIV
Entrar a la bas¨ªlica de los santos Justo y Pastor de Barcelona, los dos j¨®venes martirizados en tiempos del emperador Diocleciano por no renegar de su fe, es como entrar en el t¨²nel del tiempo. La primera parroquia fundada en la ciudad, donde se ha practicado el culto cristiano de forma ininterrumpida desde el siglo IV, no para de dar sorpresas. Despu¨¦s de tres campa?as de excavaci¨®n en las que se han localizado restos romanos del siglo I, contempor¨¢neos a la ¨¦poca en la que se fund¨® la colonia de Barcino por Augusto; una pila bautismal visigoda o la cabecera de una bas¨ªlica del siglo VI, ahora, en un salto en el tiempo de 800 a?os, el hallazgo excepcional de una fosa com¨²n en la sacrist¨ªa de la iglesia con m¨¢s de 120 cad¨¢veres aporta, por primera vez, restos materiales de uno de momentos m¨¢s terribles vividos en la ciudad y el continente europeo: el de la peste negra.
La epidemia sembr¨® Europa a lo largo del siglo XIV de millones de cad¨¢veres y acab¨® con la vida de entre 25 y 30 millones de personas en apenas seis a?os, casi la mitad de la poblaci¨®n, seg¨²n algunos estudios. En Espa?a sus habitantes se redujeron de seis a dos millones y medio de personas.
Las fuentes hablan de los estragos de pueblos y ciudades para controlar el avance de la enfermedad. Pero los restos arqueol¨®gicos escasean. Se conocen fosas en Londres o East Smithfield (Reino Unido), Praga (Chequia) o en Marsella, Martigues o Potiers (Francia), pero en Espa?a no se han documentado o no se han publicado, estos enterramientos masivos durante la peste del siglo XIV.
La excavaci¨®n realizada durante 2012 en la sacrist¨ªa de la iglesia, cuyos resultados se han publicado ahora, ha proporcionado restos de una estructura funeraria relacionada con este hecho tan traum¨¢tico. Los fallecidos fueron perfectamente alineados, envueltos en sudarios de lino y colocados en 11 capas diferentes sobre las que se vert¨ªan grandes cantidades de cal viva disuelta en agua con la intenci¨®n de sellar la tumba, mitigar los efectos y la propagaci¨®n de la enfermedad, pero tambi¨¦n para luchar contra el intenso olor a putrefacci¨®n de los cad¨¢veres. Seg¨²n Dominique Castex, de la Universidad de Burdeos, que dirige la l¨ªnea de investigaci¨®n vinculada a la peste negra en Europa, que ha realizado el estudio bio arqueol¨®gico de estos restos humanos "el entierro m¨²ltiple de Barcelona es, a d¨ªa de hoy, en el territorio espa?ol el ¨²nico ejemplo de estructura funeraria en relaci¨®n con la plaga".
La cronolog¨ªa del hallazgo, por los fragmentos cer¨¢micos recuperados y la dataci¨®n del C14, sit¨²an este enterramiento masivo en la primera mitad del siglo XIV. Adem¨¢s, tras la publicaci¨®n del estudio en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Quaderns d¡¯Arqueologia i Hist¨°ria de la Ciutat de Barcelona (Quarhis) que edita el Museo de Historia de Barcelona, se ha sabido el resultado de ADN obtenido en varios de los dientes de los enterrados. Realizados por el profesor Johannes Krause de la universidad alemana de T¨¹binguen, han confirmado la presencia de la bacteria yersinia pestis, que afectaba a las ratas negras y otros roedores y se transmit¨ªa a trav¨¦s de los par¨¢sitos que viv¨ªan en esos animales, sobre todo las pulgas, que al picar a los humanos inoculaban el bacilo.
Los primeros s¨ªntomas de esta enfermedad eran fiebre alta, escalofr¨ªos, nauseas, sed, agotamiento y temblores. Algunos sufr¨ªan abultamiento de los ganglios de ingles, axilas y cuello, al invadir el bacilo el sistema linf¨¢tico. El ganglio linf¨¢tico recib¨ªa el nombre de bub¨®n y de ah¨ª el t¨¦rmino "peste bub¨®nica". Todos mor¨ªan entre los tres y cinco d¨ªas.
En Barcelona las fuentes hablan de brotes de la enfermedad en los a?os 1348, 1350, 1362, 1371 y 1375. Recogen los conflictos sociales derivados de la situaci¨®n en la que los jud¨ªos del Call fueron acusados, como ocurri¨® en muchos otros lugares europeos, de propagar la enfermedad contaminando los pozos de agua. Tambi¨¦n se conocen las medidas adoptadas por el Consell de Cent, el gobierno de la ciudad, para proteger a la poblaci¨®n, pero hasta ahora no se conoc¨ªan datos arqueol¨®gicos sobre la epidemia.
"Cuando empezamos a desenterrar los restos de la fosa no hubo duda de que est¨¢bamos ante los efectos de una epidemia. Los huesos, perfectamente conservados por las condiciones ¨®ptimas del suelo, no presentaban heridas ni lesiones traum¨¢ticas que pudieran haber causado la muerte. Se trataba, adem¨¢s, no solo de restos masculinos, sino de los dos sexos y de personas de todas las edades. Hab¨ªa desde individuos de unos 43 a?os, hasta ni?os de corta edad, de apenas un a?o, seg¨²n se ha podido determinar los estudios antropol¨®gicos y de mineralizaci¨®n dental de Castex. Los ni?os y adolescentes, entre 5 y 19 a?os, ser¨ªan el 41% del total de los restos. Todos fueron enterrados en un mismo momento o en un espacio de tiempo muy corto, entre 48 horas y 5 d¨ªas de diferencia", explica Julia Beltr¨¢n, directora cient¨ªfica de los trabajos arqueol¨®gicos que se realizan desde 2011 en el interior de la iglesia de Sant Just i Pastor, dentro del Plan Barcino del Ayuntamiento de la ciudad que pretende poner en valor los restos romanos que se conservan en la ciudad.
Pese a lo desesperante de la situaci¨®n: no hab¨ªa personas ni cementerios suficiente para enterrar a los miles de muertos, seg¨²n las fuentes, los cad¨¢veres no fueron arrojados a la fosa de cualquier manera. En un intento de aprovechar al m¨¢ximo el espacio, los individuos se colocaron muy cerca unos de otros, situados de forma cuidada e intencionada manteniendo siempre la conexi¨®n anat¨®mica. Casi todos fueron enterrados en dec¨²bito supino, estirados boca arriba, con los brazos, bien flexionados sobre el pecho o el abdomen o a los lados del cuerpo, mientras que las piernas siempre aparecen estiradas.
La fosa no se ha podido excavar entera porque fue cortada un siglo despu¨¦s de realizarse para construir los muros del templo g¨®tico actual. Los arque¨®logos han hecho un c¨¢lculo de sus dimensiones reales: 4 de largo por 3,5 metros y 1,5 de profundidad, y, teniendo en cuenta la densidad de los restos localizados, interpretan que en realidad los individuos que pudieron estar enterrados all¨ª rondar¨ªan los 400 personas. Todos fueron enterrados desnudos --su ropa se quemaba por miedo al contagio-- apenas envueltos en una especie de s¨¢bana, que hac¨ªa de sudario, cuyos restos, o la impronta de los mismos, se han conservado gracias a la acci¨®n de la cal. Lo extra?o es que no ha aparecido ning¨²n objeto personal. "Solo una hebilla de hierro", puntualiza Beltr¨¢n.
El hallazgo de la fosa demuestra que, pese a tratarse de una epidemia, no se alteraron los h¨¢bitos de comportamiento sociales; no se adoptaron medidas excepcionales como en Londres, donde se crearon dos cementerios en East Smithfield para enterrar a 2.400 individuos. "En esta iglesia, como en otros templos de Barcelona se sigui¨® enterrando en sus propios cementerios. En la de Santa Maria del Pi se compraron las casas de alrededor de la iglesia deshabitadas por la defunci¨®n de sus propietarios, y en la catedral se sabe, por unos trabajos realizados en 1972, que los muertos se enterraban en los cimientos del edificio g¨®tico que estaba en construcci¨®n, aunque no se han encontrado datos arqueol¨®gicos que lo confirmen", remacha Beltr¨¢n.
Desde que fueron excavados los restos humanos no han abandonado la iglesia de Sant Just i Pastor. Tras ser numerados y colocados en bolsas individuales los esqueletos permanecen en un almac¨¦n de la iglesia, a la espera de que los trabajos concluyan. "Siempre que se han localizado restos humanos, de la ¨¦poca que sean, por respeto, se han vuelto a enterrar ", explica Beltr¨¢n que ha coordinado el equipo multidisciplinar en el que, adem¨¢s de Castex y Krause, se han integrado miembros del Museo Textil de Terrassa y el Departamento de Ingenier¨ªa Textil de la Universidad de Barcelona que han analizado los restos de los tejidos.
El resultado de todos las investigaciones sobre la fosa de Sant Just i Pastor se han incorporado a la tesis doctoral en marcha que se realiza en la Universidad de Burdeos sobre la peste en Europa. Para el mes de septiembre est¨¢ prevista la cuarta campa?a de excavaci¨®n en el interior de la iglesia. Los resultados seguro que no defraudar¨¢n.
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